Niños Hispanos Renuevan Escuelas Católicas

Tiempo de lectura: 7 minutos
Por: Giovana Soria
Fecha de Publicación: Mar 1, 2016

Universidad Notre Dame realiza campaña para que más niños hispanos estudien en escuelas católicas en Estados Unidos

 

Cuando la Universidad Católica Notre Dame descubrió que sólo un 3% de niños hispanos estudiaban en escuelas católicas, inició una campaña para revertir ese problema que no responde a la realidad demográfica de la Iglesia Católica en Estados Unidos, donde el 60% de católicos menores de 18 años son hispanos.

La universidad inició un estudio para responder a la pregunta: ¿Por qué los hispanos no acceden a una educación católica?
Entre las principales razones se descubrió que: La educación católica es costosa—el promedio para educar a un niño es de $6,000 a $11,000 al año—y que históricamente las escuelas católicas fueron fundadas y administradas para una población de inmigrantes europeos. Además, se descubrió que como el costo de la educación en escuelas católicas en países de América Latina sólo es accesible para personas de clase media alta, los inmigrantes hispanos en Estados Unidos tienen la percepción que tampoco podrán pagar una educación católica para sus hijos. A eso se suma la barrera del idioma para los padres hispanos con hijos en edad escolar y el hecho que las escuelas católicas no están preparadas para dar la bienvenida a los hispanos, debido a que carecen de personal bilingüe y porque desconocen la cultura de los nuevos inmigrantes.

Niños de la Escuela Católica Santa Cecilia en Cincinnati, Ohio, prestan atención a la profesora, quien imparte un curso en español. Cortesía de Mayra Wilson

El estudio patrocinado por Notre Dame se inició el 2008 como una iniciativa de la Alianza por la Educación Católica. Se formó un equipo de trabajo para descubrir la participación de las familias y niños latinos en las escuelas católicas. El propósito fue explorar la brecha de logros académicos de los niños, las ventajas de los colegios católicos y el imperativo demográfico para mejorar las oportunidades educativas.

Después de un año de investigación, el equipo de trabajo publicó—el día de la fiesta de la Virgen de Guadalupe—el reporte, To Nurture the Soul of a Nation. Los resultados estadísticos y recomendaciones del reporte muestran estrategias y programas que buscan reducir la brecha del rendimiento académico de niños latinos y al mismo tiempo, revitalizar a las escuelas católicas que estaban pasando por una severa crisis. En los últimos diez años, 1,648 escuelas católicas fueron cerradas o consolidadas y sólo 336 fueron abiertas. El reporte reveló que durante los años escolares 2007-2008, existieron más de 691,000 asientos vacíos en los salones de las escuelas católicas y que el 36% de esas vacantes estaban ubicadas en 13 estados donde la población hispana era prominente o crecía rápidamente.

Muchas escuelas católicas en estados como Nueva York, California e Illinois que cerraron sus puertas por falta de inscripciones pudieron haber continuado operando si prestaban atención a los nuevos inmigrantes. To Nurture the Soul of a Nation además evidenció que el procentaje de estudiantes hispanos inscritos en escuelas católicas había permanecido estancado en 3% por 15 años, a pesar que un 35% de familias hispanas—de acuerdo al estudio—puede pagar una educación católica para sus hijos.

Sonrientes estudiantes de la escuela San Lorenzo en Cincinnati. Cortesía de Mayra Wilson

Debido a las oportunidades que reveló el estudio, Notre Dame inició una campaña en español sobre las Ventajas de las Escuelas Católicas para estudiantes hispanos. Estas incluyen un mejor rendimiento académico, la mayor posibilidad de terminar la secundaria y seguir estudios universitarios que asistiendo a una escuela pública.

El Padre José Corpora, CSC—ex-alumno de Notre Dame y consultor del comité de educación católica nombrado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos—fue elegido director del programa debido a sus más de dos décadas de experiencia al servicio de la educación. Él abrió una escuela católica en Arizona y salvó otra escuela que estaba a punto de cerrar en Oregón, con estudiantes en su mayoría hispanos. Notre Dame le pidió que haga lo mismo—atraer a niños hispanos a escuelas católicas— a nivel nacional.

La campaña busca llenar los asientos vacíos y aumentar las matrículas de niños latinos en escuelas católicas, ayudando a las escuelas y las arquidiócesis a establecer iniciativas locales para este objetivo. El Padre Corpora ha visitado más de 60 arquidiócesis para explicar la importancia de darle la bienvenida a las comunidades latinas y ha ofrecido conferencias para que profesores, directores, sacerdotes y obispos sepan las necesidades únicas de los hispanos, sean sensibles a su cultura y forjen una relación de amistad con la comunidad hispana.

Jesús López estudia en la escuela Sagrada Familia. Cortesía de Mayra Wilson

Es importante reconocer que debido al crecimiento demográfico de la comunidad latina en Estados Unidos es imperativo fomentar e incrementar una educación de calidad para servir a niños y familias hispanas, lo cual beneficiará no sólo a los niños hispanos sino a la Iglesia y a la sociedad.

Las arquidiócesis de Los Ángeles, Chicago y Nueva York fueron las primeras en sumarse a la campaña. Actualmente, 15 arquidiócesis siguen el modelo de la universidad de Notre Dame.

La Arquidiócesis de Cincinnati en Ohio duplicó las matrículas de estudiantes hispanos después de contratar en el 2011 a Mayra Wilson, como coordinadora de Relaciones Hispanas. Hasta el momento, más de 1,000 niños de diferentes grados escolares, en su mayoría guatemaltecos y mexicanos, se han beneficiado con becas estudiantiles, financiadas por el estado.

Los hermanitos Jesús, 10, y Bryllyta López, 4, son dos de ellos. Estudian en la Escuela Católica Sagrada Familia de Cincinnati, Ohio. Para Jesús López, el padre de los niños, inmigrante mexicano, tener a sus hijos en una escuela católica es un sueño hecho realidad.

López se sentía preocupado porque su hijo no se sentía cómodo en la escuela pública porque era víctima de bullying, y se sentía frustrado porque le era difícil comunicarse en inglés con gente en la escuela, donde pocas personas hablan español. Aunque una persona le recomendó la Escuela Católica Sagrada Familia, él temía que no podía pagar los costos de la educación católica.

Pero cuando se comunicó en español con Mayra Wilson, sintió que fue como encontrar un ángel: “Ella nos dio confianza y nos ayudó en todos los trámites de la escuela y la ayuda financiera”, dice López. Él ahora es voluntario en la escuela de sus hijos y ayuda a otros padres a comunicarse con los profesores y con trámites de matrícula.

“Los hispanos son la oportunidad más grande que Dios nos ha dado. Tendríamos que ver el cambio demográfico como un regalo de la divina providencia, no como un problema. Muchos se quejan de ellos pero son ellos quienes van a renovar la Iglesia”.

Por medio del programa de becas EdChoice financiadas por el estado, Wilson ayuda a familias como los López a inscribir a sus hijos en una escuela católica. Las becas son para estudiantes de escuelas públicas con bajo rendimiento académico y para estudiantes de bajos ingresos económicos.

Los padres de Jesús, quien cursa el cuarto grado, y Bryllyta, kindergarten, sólo pagan $25.00 mensuales por la educación de sus hijos; los demás gastos son cubiertos por la beca EdChoice Expansion. Debido a que ese tipo de beca no está disponible en todos los estados, algunas arquidiócesis están recurriendo a financiación privada y otras realizan campañas para reunir fondos y ayudar a los que no pueden pagar los costos de la educación.

El trabajo de Wilson es extenso y con la ayuda de otra coordinadora hispana que contrató la arquidiócesis de Cincinnati, Alyssa Torres, y padres líderes como Jesús, coordinan programas de integración en las escuelas para que los estadounidenses conozcan las culturas hispanas y empoderan a padres hispanos para que ayuden y participen continuamente en la educación de sus hijos.

Wilson dice que la iniciativa de Notre Dame, campaña que fomenta una educación católica para niños de K-12 a nivel nacional, está mejorando las oportunidades educativas para niños latinos y es un modelo a seguir en otras arquidiócesis del país. Además, destaca la importancia de la educación católica para los niños: “Ellos reciben las enseñanzas de Jesucristo, aprenden valores, a amar al prójimo y a servir a la comunidad”.

Los programas de Notre Dame siguen evolucionando. El 2012 emprendió otra iniciativa, Latino Enrollment Institute, diseñada para ayudar a los directores de las escuelas católicas, personal docente y administrativo a encontrar formas creativas para que sus escuelas sean más atractivas, eficaces y accesibles a la comunidad latina con el objetivo de dar la bienveniada a más latinos e incrementar el número de estudiantes en las escuelas católicas.

El Padre Corpora trabaja para que más niños latinos asistan a escuelas católicas. En el 2009 sólo el 3% de niños hispanos estaban matriculados en escuelas católicas, pero ahora la cifra creció a 15.3%. La meta es incrementar la asistencia de niños latinos a más de un millón para el 2020.

En referencia a la Iglesia Católica en Estados Unidos, el Padre Corpora dice: “Los hispanos son la oportunidad más grande que Dios nos ha dado. Tendríamos que ver el cambio demográfico como un regalo de la divina providencia, no como un problema. Muchos se quejan de ellos pero son ellos quienes van a renovar la Iglesia”.

Foto principal: Mayra Wilson, coordinadora de Relaciones Hispanas de la Arquidiócesis de Cincinnati, rodeada de niñas de la Escuela Católica Sagrada Familia. Ella ayuda a que más niños hispanos puedan acceder a una educación católica en Ohio.

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Sobre la autora/or

Giovana Soria

Giovana Soria nació y creció en Lima, Perú. Completó una licenciatura en Ciencias de la Comunicación/Periodismo en la Universidad de San Martín de Porres de Lima. Como redactora, ella escribe y traduce artículos para la revista Misioneros y Maryknoll magazine, nuestra publicación en Inglés. Sus artículos también han sido publicados en la revista bilingüe ¡OYE! para jóvenes católicos hispanos. Su trabajo ha sido premiado por la Asociación de Prensa Católica de Estados Unidos y Canadá. Vive en el condado de Rockland, Nueva York.

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