Candidato a Sociedad Maryknoll sirve en misión entre los más marginados de Bolivia
Como misionero tengo la firme convicción de que estoy haciendo lo que estoy destinado a hacer. Por la gracia de Dios lo seguiré haciendo, teniendo en mente las palabras de Jesús: “todo lo que haces por el más pequeño de mis hermanos, lo haces por mí”.
Maryknoll me aceptó como candidato a la Sociedad en el 2011. Qué rápido pasa el tiempo. Actualmente vivo en Cochabamba, Bolivia, donde realizo mi programa de entrenamiento en el extranjero como candidato a hermano Maryknoll.
Mi misión ha tenido altibajos, particularmente en la salud, pero he descubierto lo mucho que me gusta trabajar en culturas extranjeras con los pobres y los marginados. Tengo una buena educación—estudié teología en la Universidad Saint Xavier en Chicago y asistí al Harold Washington College—pero he descubierto que el verdadero aprendizaje está en los márgenes de la sociedad. Por ejemplo, que lo más importante es estar presente para las personas a las que sirvo y que es a través de entrar en relaciones con ellos, acompañándolos y escuchándolos, que yo aprendo de ellos y ellos de mí. Esto mejora mi camino espiritual, y cada día que pasa se lo ofrezco a Dios en oración.
Estoy en misión en Bolivia desde hace dos años. Bolivia es un país muy pobre, pero tiene una cultura muy rica y es muy acogedor y amable. El gran reto para un recién llegado, por supuesto, es aprender español. Sigo tomando lecciones con un tutor privado y todos los días converso con las personas para mejorar. Tengo un progreso lento, pero constante. Todos me dicen que sea paciente y vaya a mi propio ritmo.
La altitud es también un gran reto. En Cochabamba estamos a 8.000 pies sobre el nivel del mar. Debo caminar despacio o quedo fatigado.
Durante mi tiempo aquí, he trabajado en un programa después de la escuela para niños de primaria, asistiéndolos en sus estudios académicos y enseñándoles arte. También he trabajado en un Centro Franciscano para Ancianos, ayudando a los ancianos con sus comidas y ejercicios diarios. Simplemente estuve “presente” y los “acompañé”. Pronto descubrí que la soledad y la depresión eran un desafío diario para ellos. Ellos apreciaron mucho mi compañía y tener a alguien con quien hablar. Rezo por ellos todos los días; son mis hermanos y hermanas en Cristo.
Actualmente trabajo con las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa (ahora Santa Teresa) de Calcuta, India. Ellas administran un hogar para personas afectadas por el VIH/SIDA, aquí en Cochabamba. En el centro también tenemos personas que sufren de problemas respiratorios, de adicción al alcohol y a las drogas; otros que son mentalmente desafiados y un número de hombres que han sufrido terribles accidentes, con extremidades rotas, y necesitan a alguien para ayudarlos a recuperarse. La mayoría de estos hombres están abandonados. Quienes sufren de VIH/SIDA, enfrentan además el terrible estigma que hay en Bolivia contra la enfermedad, lo que hace que las cosas sean aún más difíciles para estos pobres pacientes.
Hablo con estos hombres y los escucho cuidadosamente, trato de ser una parte de sus vidas y simplemente “estar allí para ellos”. Es a través de este “acompañamiento” que siento que soy parte de sus vidas, sobre todo porque no tienen a nadie más para visitarlos.
En el tiempo que he pasado aquí en Bolivia he descubierto que he sido llamado a ser un misionero de esperanza para estos hombres, animándolos, apoyándolos y cuidándolos en el lugar donde están. Ha sido una experiencia de humildad para mí. Es un honor entrar y ser parte de sus vidas y compartir sus alegrías y tristezas.
Tengo un año más para servir en misión aquí en Bolivia, y luego regresaré a Chicago para completar mis estudios en la Universidad de Saint Xavier. Allí tomaré cursos de psicología para adultos, justicia social y teología. Espero realizar mi juramento final como hermano Maryknoll en Ossining, Nueva York en el 2019. Siento que estoy verdaderamente bendecido al ser misionero. Espero con ansias terminar mis estudios y volver a la misión en el extranjero.
Foto principal: Ryan Thibert, candidato a los hermanos Maryknoll, durante su servicio misionero en un programa para después de la escuela para niños de primaria en Cochabamba, Bolivia.