Cartas Noviembre/Diciembre 2018

Tiempo de lectura: 2 minutos
Por: Nuestros Lectores
Fecha de Publicación: Nov 1, 2018

ESTIMADO PADRE RAYMUNDO
Me impactó mucho leer la columna de Deirdre Cornell en la edición de julio/agosto sobre los inmigrantes que no pueden regresar a sus países. Es una triste realidad y muy cierta ya que muchos sufren al estar separados de sus seres queridos. Lamentablemente uno no puede elegir donde nacer y hay muchos países donde sus gobernantes sólo ven sus intereses.

Si muchos inmigrantes hubieran nacido en un país con mejores oportunidades de trabajo, educación y bienestar, ellos no tendrían que salir de su país natal.

Yo lo vivo en carne propia ya que hace dos años estoy lejos de mi esposo, quien vive en Estados Unidos desde hace 35 años. Viví en ese país y mi esposo aplicó para mi residencia, pero tuve que viajar a Chile por una emergencia familiar y aún estoy esperando que termine mi castigo de 10 años para reajustar mi situación migratoria. Se sufre mucho.

Sólo Dios me ayuda y me da fuerzas para seguir adelante.
Miranda Arredondo
Vía Facebook

 

ESTIMADO PADRE RAYMUNDO
Saludos y bendiciones a todos los Padres, Hermanos, Hermanas y Misioneros Laicos Maryknoll. Espero que abunde la presencia del Señor en su hogar y en todo el mundo donde ustedes sirven como misioneros.

Deseo de todo corazón que el amor compasivo sea compartido entre los pobres y que su misión continúe llegando a los lugares más escondidos de la tierra. Mis oraciones están siempre con ustedes.
Ángela Venavides
Vía Facebook

 

ESTIMADO PADRE RAYMUNDO
Aprovecho la oportunidad para agradecer a los Padres y Hermanos Maryknoll por su gran labor misionera en los países pobres del mundo.

Las historias que se publican en la revista Misioneros son una inspiración para mí.

Gracias por compartir los esfuerzos que realizan y el amor a los más vulnerables. Dios les proteja siempre.
Sandra Galarza
Paterson, Nueva Jersey

 

ESTIMADO PADRE RAYMUNDO
Me uno a tan noble causa que ustedes los misioneros Maryknoll realizan en tierras lejanas. Les pido que oremos todos juntos por un mundo mejor, donde nos podamos querer como hermanos e hijos de nuestro Señor. Especialmente pido oraciones para nuestros jóvenes de hoy que constantemente están en peligro de cualquier tentación y pecado. Ellos necesitan seguir buenos ejemplos para ser buenos cristianos.
Chepita García
Vía Facebook

 

ESTIMADO PADRE RAYMUNDO
Después de leer el artículo “Gero y los jóvenes de Dallas” de la edición de marzo/abril, quiero felicitar a Gero y agradecerle por su servicio a los jóvenes. Él es un ejemplo de cómo ser un discípulo misionero.
Adriana Visoso-Valverde
Vía Facebook

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