Juventud: Valentía, Generosidad y Alegría

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: Padre Alejandro Marina
Fecha de Publicación: Ene 1, 2019

SOBRE LA JUVENTUD COMO AGENTE DE CAMBIO EN EL MUNDO DE HOY

Hace unos meses se realizó en Roma el Sínodo de Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Una nueva apuesta de la Iglesia para fortalecer nuestra esperanza en un futuro mejor, sabiendo de la pasión y los valores que mueven a la juventud.

En el Centro Misionero Maryknoll en América Latina, muchas veces tomamos contacto con jóvenes, equipos de pastoral juvenil o responsables de animación vocacional. Percibimos que la mirada de los adultos sobre ellos es usualmente negativa, y que el contexto en el que viven es muy adverso. Fernando Pérez Cozzio, formador de nuestro Programa de Desarrollo Personal y Liderazgo, lo describe de este modo: “La juventud vive un tiempo en el que está expuesta a una sociedad llena de riesgos y antivalores, frecuentemente reforzados por conductas inadecuadas del propio núcleo familiar y de los medios masivos de comunicación. La falta de atención y escucha, los pocos espacios y actividades para ellos, muchas veces llevan al abuso del alcohol y las drogas como diversión y escape de la soledad”.

En su visita a Chile, el Papa Francisco le dijo a los jóvenes que el problema está en los adultos, quienes, creyendo saber todo, muchas veces dicen: “’[El joven] piensa así porque es joven, ya va a madurar’. Pareciera que madurar es aceptar la injusticia, es creer que nada podemos hacer, que todo fue siempre así”.

Habiendo animado los encuentros arquidiocesanos locales preparatorios al sínodo, Fernando afirma: “Reforzar la identidad del joven, como protagonista y fuente de energía de cambio y transformación, es el desafío más importante de las comunidades, para reavivar su fuego interno de discípulos misioneros”.

Ser protagonistas de su propia historia, de la construcción de una sociedad justa y de una Iglesia comprometida, así como ser fuerza de cambio y transformación, es lo que define a la juventud.

El Papa Francisco habla mucho sobre la juventud y con los jóvenes. En Myanmar les dijo: “Cualquiera que sea vuestra vocación, os exhorto: ¡sean valientes, sean generosos y, sobre todo, sean alegres!”.

También en Chile, dijo: “…la fe provoca en los jóvenes sentimientos de aventura que invita a transitar por paisajes increíbles, nada fáciles, nada tranquilos… pero a ustedes les gustan las aventuras y los desafíos. Es más, se aburren cuando no tienen desafíos que los estimulen. Esto se ve claramente, por ejemplo, cada vez que sucede una catástrofe natural: tienen una capacidad enorme para movilizarse, que habla de la generosidad de sus corazones”.

Valentía, generosidad y alegría son características de la renovación misionera a la que nos invita el papa. Él dice que necesitamos rejuvenecer la Iglesia.

Como cristianos vivimos una crisis muy profunda. Nuestra Iglesia ha perdido credibilidad y son conocidas las estadísticas del alejamiento de muchos, la escasez de vocaciones y la disminución del clero. El aumento de la violencia, la pobreza y las injusticias, exigen una nueva audacia del compromiso cristiano para transformar la sociedad.

Como discípulos misioneros necesitamos esa valentía, generosidad y alegría propia de la juventud para ser agentes de cambio y transformación en el mundo de hoy.

Alejandro Marina es director del Centro Misionero en América Latina.

Sobre la autora/or

Padre Alejandro Marina

Nacido en Buenos Aires, Argentina, el Padre Maryknoll Alejandro Marina fue ordenado sacerdote en 1993 en la Diócesis de San Isidro. Fue director de misiones en su diócesis y, como parte de dicho trabajo, fue enviado como misionero a Holguín, Cuba, por cuatro años. Es Licenciado en Teología Dogmática y se ha especializado en el área de la Misionología. Actualmente es el director del centro y residencia Maryknoll en Cochabamba, Bolivia, y coordinador del Programa de entrenamiento en el extranjero (OTP) para candidatos a hermanos y padres Maryknoll.

Ediciones Archivadas