La pandemia del coronavirus ha cambiado nuestras vidas, afectado nuestras economías y nos presenta nuevos retos. Para nosotros, eso significa, desafortunadamente, disminuir nuestros costos de impresión y envío; y por eso, esta edición de Misioneros solo se publicará en formato electrónico. Pero, aunque no recibirá una copia de la revista en su buzón, tendrá acceso en línea a todo el contenido de la edición, y mucho más, en revistamisioneros.org, el sitio web de la revista. Y si prefieren una experiencia que se acerque a la de la edición impresa, esta edición también estará disponible en formato PDF.
La pandemia ha cambiado nuestras vidas forzándonos a revaluar nuestras prioridades y, sobre todo, ha sido despiadada con las personas más vulnerables, quienes en muchas partes del mundo ya tenían una vida difícil antes que la palabra COVID-19 causara una preocupación global con su estela de muerte y dolor.
Esta edición se enfoca, casi en su totalidad, en los estragos que la pandemia del coronavirus ha causado y cómo está afectando los ministerios de los misioneros Maryknoll por el mundo. Pero principalmente, esta edición destaca el espíritu solidario, el amor compasivo y el ingenio católico para ayudar y estar en unidad con nuestro prójimo.
Los misioneros Maryknoll en Asia, África, América Latina y Estados Unidos, respetando las reglas de distanciamiento social, continúan sus ministerios, tendiendo las camas de los ancianos, alimentando a quienes se quedaron sin comida, usando los medios sociales para orar en comunidad, ofreciendo ayuda legal a los migrantes, cosiendo mascarillas para brindar protección ante el virus. Gracias por su apoyo y oraciones.
David R. Aquije
Director
Imagen Destacada: Vanderlecia Ortega dos Santos abraza a su sobrina afuera de su casa en Manaus, Brasil, el 7 de mayo de 2020. Santos es una enfermera que se ofreció como voluntaria para brindar la única atención de primera línea que protege a su comunidad indígena de 700 familias durante la pandemia COVID-19. (CNS/Bruno Kelly, Reuters)