Una Entrevista sobre Inmigración con la Escritora Linda Dakin-Grimm

Tiempo de lectura: 6 minutos
Por: Deirdre Cornell
Fecha de Publicación: Dic 17, 2020

Linda Dakin-Grimm, escritora del libro de Orbis book Dignity & Justice: Welcoming the Stranger at Our Border, habla sobre las historias de desesperación que se encuentran en el centro de la crisis migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos.

Como una abogada pro bono, Linda Dakin-Grimm ha tomado los casos de más de 75 menores no-acompañados y separados de sus familias en procedimientos de inmigración. Ella recibió su bachiller de Yale University, se graduó de Harvard Law School y obtuvo una maestría en teología de Loyola Marymount University. Su libro, Dignity & Justice: Welcoming the Strangers at Our Border, fue publicado por Orbis Books este otoño. Ella es una consultora asociada principal en  Milbank LLP.

Linda ¡tu libro es extraordinario! Cuenta cuatro historias distintas de migrantes en la frontera sur y nos explica sus respectivos procedimientos de inmigración. Cuando la gente mira la crisis en la frontera y las fotos de familias separadas, se pregunta: “¿Qué diablos está pasando?” La opacidad del sistema es desconcertante. Así que tus explicaciones paso a paso son esclarecedoras.

La complejidad de la inmigración es enemiga de hacer algo. Las personas con sólidas opiniones a menudo no tienen idea de cómo funciona. Mi mensaje es, no aparten la mirada. Sí es muy complejo, pero necesitamos ver el panorama general para cambiar las cosas.

Tu libro es inusual porque da un paso atrás para ver ese panorama general, desde muchos ángulos. Pero primero, ¿cómo te involucraste en la representación de niños no-acompañados y familias separadas? ¿Y cómo desarrollaste la idea para este libro?  

Regresé a la escuela para estudiar teología justo cuando la crisis se intensificaba en la frontera. Me retiré de mi bufete de abogados en 2016 y comencé a trabajar pro bono, con referencias de agencias en el área de Los Ángeles, en representación de niños y familias migrantes. Entonces, estaba leyendo a San Agustín y Tomás de Aquino, y estudiando el papado, y al mismo tiempo, me estaba sumergiendo en las historias de estos niños. Seguí preguntando: ¿Cuál es el “camino católico” en todo esto? ¿Cómo se relacionan las Escrituras? Cuanto más aprendía, me horrorizaba repetidamente de cómo los cristianos miraban para otro lado. A medida que convergían mi trabajo académico y pro bono, me quedó claro que sí existe un Camino Católico. Hacer que la política de inmigración sea inteligible también es importante. A menos que entendamos qué dice la ley, no podemos abordar este tema. 

Una pregunta que la gente hace a menudo es por qué los padres llevan a sus hijos a un viaje tan peligroso o, peor aún, por qué los niños lo intentan ellos solos. Tu libro incluye antecedentes sobre las situaciones de desesperación en sus países.

No hay muchas ganas de asumir la responsabilidad ahora, pero Estados Unidos jugó un papel desestabilizador en Centroamérica, con consecuencias. Hay verdaderas razones por las que los migrantes abandonan sus países. La crisis fronteriza no cambiará a menos que miremos a personas reales, historias reales y, a nuestros corazones. Es realmente difícil reconocer la dignidad humana de cada persona. No nos gusta admitirlo, pero hay un orden jerárquico: ¿quién cuenta y quién no?

Este año he estado pensando obsesivamente en eso en relación con el racismo. En la ley de inmigración, por ejemplo, hubo una legislación anti-asiática, y después de la Segunda Guerra Mundial, impedimentos prácticos impidieron que los asiáticos pudieran naturalizarse como ciudadanos en la década de 1960. Desde nuestra fundación existe un legado de esclavitud mobiliaria. La jerarquía sobre quién vale algo ha sido parte de nuestro país desde su inicio.

La familia de un guatemalteco que fue separado de su niña de 12 años en la frontera México/Estados Unidos y regresó a su país espera su arribo en Estados Unidos después que un juez de inmigración, en una decision inusual, le permitió regresar para seguir su caso de asilo. (Foto Kyle Grillot/U.S.)

Las historias de tu libro me recuerdan al Papa Francisco cuando dice que los migrantes no son estadísticas; son personas, cada una con un rostro, una familia y una historia. ¿Cómo elegiste las cuatro historias particulares en las que se enfoca en el libro?

Había docenas para elegir. Sabía que quería hablar sobre familias separadas y sabía que quería incluir a los niños no acompañados. Mi objetivo era familiarizar a los lectores con diferentes países y diferentes remedios, como asilo versus estatus juvenil de inmigrante especial, tratando de cubrir diferentes procesos en la ley de inmigración. Por ejemplo, a Gilberto se le concedió asilo, mientras que a Javi y Gabriela se les concedió el estatus de inmigrante juvenil especial. Con la historia de Liliana, quería retratar lo que enfrentan las niñas. ¡Lo que enfrentan los chicos también es terrible! Pero quería plantear la situación de las niñas, en particular, y abordar la pregunta: ¿Cómo es para una niña pobre crecer en un entorno como ese? Porque una vez que lo vislumbras, puedes entender por qué una joven como Liliana arriesga su vida para cruzar la frontera. Son casos convincentes.

Todas las historias son dolorosas de leer, pero la última lo era especialmente. Habla de una familia que se vio obligada a huir después que el hijo mayor fue asesinado, y luego, en la frontera, los niños fueron separados, traumáticamente, por la fuerza, de sus padres. Nos brindas una idea de la pesadilla que viven las familias separadas. ¿Sigue ese caso en curso? 

El caso de la familia continúa en curso. Aún no está resuelto. Hubieran tenido un juicio en julio. Presentamos el caso y todas las pruebas a la corte de inmigración para un caso de asilo, pero las audiencias en vivo se detuvieron durante seis meses y perdieron la fecha. Esperamos que en la fecha de registro en enero se fije una nueva fecha. Han recibido el apoyo de diferentes grupos de defensoría de los que soy miembro, como el Southern California Catholic Task Force on Immigration (diócesis de Orange, San Bernardino, Los Ángeles y San Diego) y Kids in Need of Defense (KIND). Varios de nosotros fuimos para traer de vuelta al padre, incluyendo a un rabino y un sacerdote.

El hecho de que el padre de la familia haya tenido la oportunidad de regresar para continuar con su caso significa que están 99% mejor que otras personas que no podrán reunirse. Más de 500 niños no han podido reunirse con sus padres. Es más, lo que no se entiende a menudo es que en los casos en que la familia se reunió, se reunieron solo porque los niños fueron enviados de regreso con sus padres deportados (a una situación extremadamente peligrosa e insostenible).

Fernando, quien huyó con su familia a los Estados Unidos después que su hijo fue asesinado por una pandilla en Guatemala y el resto de su familia fue amenazado, se reúne con Dakin-Grimm en Guatemala. Poco después se le permitió regresar a Estados Unidos para seguir su caso de asilo. (Foto Beth Baltimore/Guatemala)

¿Cómo haces para evitar desanimarte o abrumarte? ¿Y cómo fue el proceso de escritura del libro?

Recibo mucha energía de los propios niños. Me involucro no solo en sus casos sino en sus vidas, en diferentes temas y problemas. Sus casos son difíciles pero esa parte no es abrumadora. Para mí, eso es más una fuente de energía. Al verlos capaces de prosperar, disfruto verlos vivir sus vidas. Veo esto como un tema de respeto a la vida, del mismo modo que el aborto o la pena de muerte. Me hace darme cuenta que mis problemas son algo relativo. Me mantiene humilde. Me sostengo en la oración, la comunidad y la solidaridad con los niños y la gente que trabaja para apoyar sus vidas—quienes eligieron ver el punto de luz dentro de la oscuridad. Personas como Marta, sobre quien escribe, quien es voluntaria en la comunidad.

¡El proceso de escritura fue rápido! Fue un gusto hacerlo. Paul (McMahon), mi editor en Orbis, me ayudó a estructurar mis pensamientos y a resolver cómo armar las cosas.

¿Cuáles son los pensamientos finales que te gustaría compartir con nuestros lectores?

Pasé años trabajando en derecho corporativo casi completamente inconsciente de la crisis de inmigración, y aún más inconsciente de que yo podía desempeñar un papel en el problema o la solución. Ahora creo que todos podemos ser parte de la solución, sin importar nuestra posición política, nuestra ubicación o nuestros antecedentes. A medida que aprendemos las historias de los inmigrantes y comprendemos las dinámicas que han creado su situación, cada uno de nosotros puede encontrar nuestro papel en la restauración de la justicia: en la frontera, en nuestras comunidades y en nuestros propios corazones.

Imagen destacada: Linda Dakin-Grimm es la autora del libro Dignity & Justice: Welcoming the Stranger at Our Border, publicado por Orbis Books. (Foto cortesía de Linda Dakin-Grimm)

Sobre la autora/or

Deirdre Cornell

Deirdre Cornell sirvió como misionera laica Maryknoll en México. Es autora de tres libros Orbis Books, entre ellos Jesus Was a Migrant y American Madonna: Crossing Borders with the Virgin Mary, y actualmente trabaja con el equipo de la revista Maryknoll.

Ediciones Archivadas