Amparando a los “más pequeños de mis hermanos” en Nepal

Tiempo de lectura: 6 minutos
Por: Gregg Brekke
Fecha de Publicación: Mar 4, 2021

Un sacerdote Maryknoll dedica su vida a los rechazados por la sociedad nepalí.

El paisaje nepalí cambia dramáticamente cuando nuestro avión aterriza en la ciudad suroeste de Nepalgunj a fines de febrero de 2020. Atrás quedaron los picos de los Himalaya y las quebradas del corte glaciar debajo de la cordillera más alta del mundo. Son reemplazados por una extensión de llanuras agrícolas del distrito de Bardiya y por los bosques del Parque Nacional de Bardiya al norte.

El Padre Maryknoll Joseph Thaler y dos miembros de su equipo–Sra. Shailee Singh Rathour, directora del proyecto, y Sr. Gopal Krishna Prajapati, director financiero del programa–han venido para reunirse con las personas que participan en los programas financiados por la Sociedad Maryknoll a través de la organización no gubernamental llamada Dalit Welfare Organization. Los tres visitantes hablarán con quienes administran los programas, se reunirán con el grupo actual de estudiantes y se pondrán al día con los graduados de los programas vocacionales y de becas patrocinados por Maryknoll.

Es como un volver a casa para el padre Thaler y su equipo. Rathour es de la cercana Gulariya, donde su esposo es un político local, y el padre Joe, como se le llama a menudo, ha estado visitando la zona durante más de una década.

El misionero ha servido a la gente de Nepal desde octubre 1977. Sin contar 10 años en el Centro Maryknoll en Nueva York, la mayoría de sus 43 años como sacerdote Maryknoll los ha pasado construyendo relaciones con aquellos considerados “los más pequeños de mis hermanos” en Nepal y asociándose con organizaciones dedicadas a ayudarlos.

Instructora Gyanu Kumari Chaudhary asiste a estudiantes en el Programa de Entrenamiento en Costura para Mujeres Desfavorecidas en Baniyabhar, distrito Bardiya, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)
Instructora Gyanu Kumari Chaudhary asiste a estudiantes en el Programa de Entrenamiento en Costura para Mujeres Desfavorecidas en Baniyabhar, distrito Bardiya, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)
Como otros miembros del grupo inicial de misioneros Maryknoll en Nepal, el padre Thaler estuvo consciente de que las personas con discapacidad eran culturalmente rechazadas y marginadas aquí. Un incidente lo conmovió particularmente.

“Caminábamos por la calle principal donde vimos a una mujer que vendía cigarrillos, uno por uno”, dice él. “Tenía un costal a su lado y de cuando en cuando el costal se movía. Le preguntamos qué tenía en el costal y nos contestó que a su hija”. La niña estaba escondida porque era discapacitada.

Los misioneros Maryknoll empezaron a enfocarse no solo en eliminar los estigmas asociados con las discapacidades, sino también en empoderar a las personas para que vivan vidas plenas y productivas.

En el distrito Bardiya un número de programas hacen eso. Las viudas y las mujeres de familias pobres, junto con una escuela residencial completa en Gulariya, dedicada a atender a jóvenes con discapacidades, reciben capacitación integral en sastrería en uno de los varios programas de corte y costura en toda la región. Durante cinco días, el padre Thaler y su personal visitarán a casi una docena de sitios que reciben fondos de los Padres y Hermanos Maryknoll.

Padre Joseph Thaler (derecha) visita a Dambarkala Thapa, una graduada del Sewing Cutting Training for Differently Abled Persons, y a su esposo Tej Bahadur Ran en su tienda en el distrito Banke, Nepal. La pareja, ambos con discapacidades físicas, recibieron entrenamiento y apoyo de los Padres y Hermanos Maryknoll, ella en sastrería y él en reparación de teléfonos móviles y pequeños aparatos electrónicos. (Gregg Brekke/Nepal)

Padre Joseph Thaler (derecha) visita a Dambarkala Thapa, una graduada del Sewing Cutting Training for Differently Abled Persons, y a su esposo Tej Bahadur Ran en su tienda en el distrito Banke, Nepal. La pareja, ambos con discapacidades físicas, recibieron entrenamiento y apoyo de los Padres y Hermanos Maryknoll, ella en sastrería y él en reparación de teléfonos móviles y pequeños aparatos electrónicos. (Gregg Brekke/Nepal)

Dambarkala Thapa y Tej Bahadur Ran son una pareja que se conocieron en uno de los entrenamientos para personas con discapacidades. Ellos operan una pequeña tienda. Dambarkala confecciona y repara ropa, y Tej repara y mantiene una variedad de electrónicos–desde teléfonos celulares a transformadores de energía. Lo más significativo para el padre Thaler es que estas personas con retos físicos se han convertido en miembros importantes de sus comunidades y viven vidas plenas.

Gyanu Kumari Chaudhary es la instructora del Programa de Entrenamiento en Costura para Mujeres Desfavorecidas en Baniyabhar. Su centro está recién construido y 15 mujeres están sentadas en sus máquinas de coser, operadas con el pie, aprendiendo a hacer ropa funcional y ceremonial. Muchas de estas mujeres son viudas, sus esposos murieron en accidentes agrícolas o industriales mientras trabajaban en el extranjero. Las graduadas del programa de capacitación reciben sus propias máquinas de coser al completar los requisitos exigidos por el estado y todas reconocen que el programa de capacitación es un elemento esencial para mantenerse a sí mismas y a sus hijos.

“Esta es una oportunidad para que estas mujeres se vuelvan independientes”, dice Chaudhary. “Las viudas no suelen ser tratadas bien por sus suegros o se espera que contribuyan a los ingresos familiares una vez que sus maridos ya no pueden hacerlo. Hacer ropa les da orgullo y las aleja de la pobreza o la mendicidad”.

El Padre Joseph Thaler con un becario y su mamá durante una presentación para visitantes de los Padres y Hermanos Maryknoll de la escuela secundaria en Tratal, Bardiya District, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)

El Padre Joseph Thaler con un becario y su mamá durante una presentación para visitantes de los Padres y Hermanos Maryknoll de la escuela secundaria en Tratal, Bardiya District, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)

La estudiante Dropati Pharu dice que no está segura de lo que haría si no fuera por el programa de entrenamiento en costura. “No tuve la oportunidad de aprender otras habilidades mientras crecía, y no hay suficiente trabajo para las personas que esperan conseguir trabajo en la cosecha”, dice ella. “Yo planeo empezar mi propio negocio y volverme independiente. Eso no podría ocurrir sin la generosidad de este programa”.
Personal y estudiantes de Shukra Secondary School en Taratal dan la bienvenida al padre Thaler y a su personal en una asamblea. Le agradecen al Maryknoll por su compromiso con su entrenamiento vocacional, especialmente en reparación de automóviles, donde se han donado elevadores de vehículos y motores, un centro de computación y otros equipos necesarios para que estos estudiantes de familias pobres completen su educación.

Antes que el equipo regrese a Kathmandu, hay una visita a una escuela residencial en Gulariya. Más de 20 jóvenes están aquí para un año de formación en costura y corte. Algunos tienen parálisis cerebral, otros tienen problemas de audición o del habla, algunos tienen formas leves de autismo. En Nepal, desafíos como estos impiden que los estudiantes asistan a escuelas públicas. Este programa financiado por Maryknoll es un salvavidas para ellos, brindándoles habilidades que les permitirán ingresar a la fuerza laboral iniciando sus propios negocios de sastrería.

Celebración del matrimonio del administrador (centro, chaleco gris) en el centro residencial financiado por Maryknoll Dalit Welfare Organization Sewing Cutting Training for Disabled Persons en Gulariya, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)

Celebración del matrimonio del administrador (centro, chaleco gris) en el centro residencial financiado por Maryknoll Dalit Welfare Organization Sewing Cutting Training for Disabled Persons en Gulariya, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)

Es un día especial para estos estudiantes. El administrador financiero de la escuela se ha casado y los estudiantes están luciendo sus mejores ropas para la fiesta que celebrará la recepción de la novia al hogar y la familia del novio.

El padre Thaler y su personal también son los invitados especiales del novio, quien ha recibido entrenamiento y trabajo a través de un proyecto financiado por Maryknoll. Pronto, se distribuyen grandes ollas de comida y no pasa mucho tiempo hasta que la música comienza en serio.

Primero, las jóvenes de la escuela llegan a la pista de baile. Pronto se les unen los hombres. Luego, los estudiantes engatusan a otros para que vayan a la pista de baile. El padre Thaler se une a ellos. Sus convincentes movimientos demuestran que ya ha bailado antes. Después de todo, es un misionero entre la gente. Y está celebrando con aquellos a quienes dedicó su vida.

Imagen destacada: Estudiantes del programa financiado por Maryknoll-en el centro residencial Dalit Welfare Organization Sewing Cutting Training for Disabled Persons en Gulariya, Nepal. (Gregg Brekke/Nepal)

Sobre la autora/or

Gregg Brekke

Gregg Brekke es un fotoperiodista y escritor galardonado, quien se dedica a contar historias de justicia y fe.

Ediciones Archivadas