El Papa Francisco subrayó en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium que una “Iglesia en salida“ es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan“. Carolina Pérez, una joven líder de Chicago, no tiene miedo de dar el primer paso o “primerear“, como dice el papa. Ella da de sí misma, siempre cuidando a los que están en los márgenes de la sociedad.
Conozco a Carolina desde su adolescencia y he sido testigo de su pasión por la misión. Ahora que tiene 26 años, ella representa el rostro de una iglesia hispana joven y vibrante.
“Vivo mi llamado al discipulado misionero formando comunidad y trabajando en el desarrollo de una pastoral de conjunto para construir una sociedad más amorosa, misericordiosa y justa“, dice Carolina.
Carolina, o Caro para sus amigos, ha evolucionado de líder en su parroquia y arquidiócesis a una líder emergente en organizaciones nacionales como La RED Nacional Católica de Pastoral Juvenil Hispana y el Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (NCCHM por sus siglas en inglés).
Carolina fue un catalizador para alentar a los jóvenes adultos de su región a participar en el proceso del V Encuentro Nacional del Ministerio Hispano. También dirige un comité que organiza el Congreso Raíces y Alas 2022, un evento nacional de gran importancia en el ministerio hispano.
Carolina está cursando una maestría en ministerio de justicia en Catholic Theological Union en Chicago. “Después de graduarme, espero poder educar a más personas en la enseñanza social católica, que está muy cerca de mi corazón“, dice, “no sólo para educar, sino para acompañar y caminar con los jóvenes de la Iglesia y las periferias de la sociedad“.
Carolina está impresionada por la visión y misión de Maryknoll, particularmente su enfoque en la enseñanza social católica. “Amo ese componente de ser un discípulo misionero que está llamado a la acción“, dice, y agrega que un retiro de discipulado misionero en Maryknoll en 2014 impactó su vida.
“Aunque ya tenía un corazón que era en parte misionero, la ceremonia de puesta en marcha al final (del retiro) fue el empujón que necesitaba. … Me animó a asumir esa vocación“, dice la joven.
Hace dos años, Carolina organizó la participación de un grupo de jóvenes adultos de Chicago en la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá. Como mentor del grupo, fui testigo de cómo Carolina ayudó a los participantes a vivir la experiencia como una peregrinación en lugar de simplemente un viaje.
El Papa Francisco describe la juventud como “la edad de las decisiones“ y sugiere que los jóvenes no deben “tener miedo de correr riesgos“. Él debe haber pensado en jóvenes como Carolina, que trabajan por el bien común y viven el presente como misioneros valientes.
Ella construye puentes en su ministerio a los jóvenes hispanos/latinos. La joven de raíces mexicanas comprende la importancia de la religión y la familia para los jóvenes, así como su cultura y valores.
Carolina es parte de las comunidades de empoderamiento de jóvenes adultos que Maryknoll comenzó en 2020 para ayudar a los jóvenes a crecer en la fe y la misión. “Me atrajo el componente de acción“, dice. “No hay muchas organizaciones locales que apoyen el ministerio hispano y el ministerio social, así que eso diferencia a Maryknoll de otras oportunidades“.
Centrándose en su objetivo de ser una educadora misionera, Carolina dice: “Ese espíritu misionero inculcado en mí desde los 19 años sigue viendo los frutos de compartir la fe y la comunidad para ser una Iglesia en salida“.
Imagen destacada: Carolina Pérez (tercera de la derecha) con otros jóvenes participantes durante una conferencia de discernimiento llamada Catholics on Call en Catholic Theological Union, Chicago, Illinois. (Cortesía de Carolina Pérez/Illinois)