De Nueva York a El Salvador, oraciones por la paz en Misa de San Romero

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Por: Servicio Católico de Noticias (CNS)
Fecha de Publicación: Mar 29, 2022

Por Rhina Guidos, Catholic News Service

NUEVA YORK (CNS) — Tras uno de los fines de semana más sangrientos en la historia de El Salvador, que resultó en encarcelamientos masivos y la suspensión de derechos constitucionales en la nación centroamericana, católicos salvadoreños se reunieron el 27 de marzo en la Catedral de San Patricio en Nueva York para honrar al santo del país, que defendió la vida y los derechos humanos.

“Estamos orando por el mejoramiento de la paz en El Salvador”, dijo Wanda Vázquez, directora de la Oficina del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Nueva York, a Catholic News Service tras una Misa en honor a San Óscar Romero, días después del 42º aniversario de su martirio el 24 de marzo de 1980.

El Salvador vio un récord histórico de 62 homicidios el 26 de marzo, no incluyendo 14 asesinatos el día anterior en un país de más de 6 millones de personas. El gobierno respondió aprobando una ley de estado de emergencia, facilitando la detención de personas por períodos más prolongados, y suspendiendo por 30 días algunas libertades constitucionales, como la libertad de asociación y reunión y derecho de defensa. Las autoridades dijeron que era necesario para controlar la violencia.

Pero algunos de esos fueron derechos protegidos por San Romero y fueron recordados en una homilía por el obispo salvadoreño Oswaldo Escobar Aguilar de la Diócesis de Chalatenango, quien celebró la Misa de San Romero, la segunda celebración de este tipo, que también honra a otros mártires salvadoreños, en la icónica catedral de Nueva York.

Monseñor Escobar, en su homilía, recordó la defensa “inquebrantable de los derechos humanos” por parte de San Romero, “pero no como activista social, como muchos le quieren ver, sino como todo un Cristiano, un pastor”.

San Romero defendía con intensidad los derechos de los más pobres, los “excluidos de todo”, y por eso a menudo se le llama “la voz de los sin voz”, la voz de los que no tenían voz en las decisiones que les afectaban, dijo el obispo.

Y es una voz que ha sido difundida a través de décadas y distancia.

El padre Lorenzo Ato, director de comunicaciones del Ministerio Hispano arquidiocesano de Nueva York, quien concelebró la Misa, dijo ser “un seguidor” de San Romero, “desde que estaba en mi país, en Perú” estudiando teología. Dijo que el santo era uno de sus “favoritos”.

Está bien claro que San Romero fue afectado por su trabajo pastoral, su cercanía con los “pueblos sumergidos en la pobreza”, un hombre a quien “le dolía las penas de su pueblo, la miseria de la humanidad” que entonces se encontraba en muchos lugares de América Latina, dijo el padre Ato. Y sus escritos transmiten esas experiencias que pasaban por el prisma de una vida profunda de oración, dijo.

“Era un hombre sencillo, sencillo. Me quede asombrado cuando se ve donde escribía su reflexión, sobre una mesa sencillita para tan grande pensamiento que tenía para toda la iglesia. Y, wow, como es iluminado por el Espíritu Santo”, dijo el padre Ato. “Me dio mucha, mucha, fuerza para poder predicar la palabra de Dios aquí cuando llegué a este país”.

After World Mission Sunday Mass at St. Ferdinand Church, pastor Father Jason Torba and Cardinal Blase Cupich greet the congregation, including all those who do mission in Chicago. (Julie Jaidinger, Chicago Catholic/U.S.)

San Óscar Romero San aparece en una foto de archivo sin fecha. (Foto CNS/Octavio Durán)

Las palabras de San Romero eran tales que aquellos con o sin mucha educación podían entender fácilmente lo que quería decir, particularmente cuando se trataba de observaciones de desigualdad social.

Al criticar una ley de orden pública que permitía a las fuerzas de seguridad encarcelar, castigar o “desaparecer” a miembros de organizaciones de base, como sindicatos de obreros, dijo San Romero: “La justicia es igual a las serpientes, sólo muerden a los que están descalzos”, a los pobres, a los que no pueden comprar zapatos.

“A los pobres no sólo hay que hablarles de Dios y de las cosas espirituales, sino que hay que promoverlos también”, dijo Monseñor Escobar en su homilía, y agregó que quienes lo conocieron dicen que Romero pasaba los sábados por la noche habitualmente meditando qué decir en su homilía el siguiente día.

“Yo era niño y recuerdo que en todas las casas, en todo el país prácticamente, la Misa dominical de Romero, junto con su homilía, era el acontecimiento más esperado en todo el país…él era el único que podía decir que estaba pasando” en el país, recordó Monseñor Escobar, de 53 años.

En la turbulencia de esos años, San Romero fue “como una luz, como defensor de los pobres”, dijo el Padre Ato. Otros pastores en otras partes de América Latina –enfrentado situaciones similares– ponían atención a lo que decía, mientras buscaban la “salvación del hombre, liberarlo del pecado”, aprendiendo a ser una iglesia de “apóstoles firmes”.

Vásquez dijo que la Misa de Romero en St. Patricio comenzó en 2021 después de que el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York, presento “una propuesta de poder hacer algo” para San Romero, canonizado en 2018, para el creciente número en la arquidiócesis de católicos salvadoreños que querían una Misa para sus mártires.

El año pasado, algunos de ellos llevaron a la catedral íconos de un grupo de sacerdotes jesuitas asesinados en 1989, cuatro mujeres estadounidenses que sirvieron en El Salvador y que fueron asesinadas en 1980, así como del padre franciscano Cosme Spessotto, y el padre jesuita Rutilio Grande, Nelson Rutilio Lemus y Manuel Solorzano, quienes fueron beatificados el 22 de enero en San Salvador.

Los íconos estuvieron ausentes este año ya que quienes los llevaron estaban participando en actividades relacionadas al sínodo en la arquidiócesis, dijo.

La Misa de este año, dijo el padre Ato, fue un excelente recuerdo de “nuestro arzobispo Romero”, representando a los más humildes y sencillos y por lo que aún se debe luchar.

Monseñor Escobar también pidió oraciones por Ucrania y otros países que experimentan la violencia de la guerra. Aunque la guerra civil de su país terminó en 1992, la violencia y los problemas de derechos humanos persisten en el país. El obispo salvadoreño pidió por la intercesión de San Romero en El Salvador.

“Que haga que en nuestro país, y en todo el mundo…reine la paz y la justicia, porque el proyecto de nuestro Dios, que es lo que todos sabemos, que todos nos veamos como hermanos”.

Imagen destacada: Monseñor Oswaldo Escobar Aguilar de Chalatenango, El Salvador, usa una réplica de una mitra usada por San Óscar Romero el 27 de marzo de 2022 en la Catedral de San Patricio en Nueva York durante una Misa en honor al santo salvadoreño. La celebración fue la segunda vez que la catedral honra a San Romero, quien fue martirizado el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba Misa en la capilla de un hospital. (Foto CNS/Rhina Guidos) 

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