POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
En un encuentro en el que participaron más de 8 mil personas del Camino Neocatecumenal de Estados Unidos, muchos de ellos hispanos, cientos de jóvenes y familias ofrecieron sus vidas a Dios para iniciar un camino al sacerdocio, la vida religiosa y la misión evangelizadora.
Según indica una nota del Camino Neocatecumenal, en el evento realizado en el Domus Galilaeae, la sede del movimiento en Tierra Santa en el Monte de las Bienaventuranzas, fueron en total 250 varones los que expresaron su deseo de ser sacerdotes, 300 mujeres las que manifestaron querer ser religiosas y 200 familias las que dijeron estar dispuestas a ser enviadas en misión a cualquier parte del mundo.
El evento vocacional, realizado el 19 de julio y presidido por el Patriarca Latino de Jerusalén, el Arzobispo Píerbattista Pizzaballa, también sirvió para recordar los seis años de la partida de Carmen Hernández, coiniciadora del Camino Neocatecumenal.
Jóvenes en el encuentro en Tierra Santa. Crédito: Camino Neocatecumenal USA (Vía Aciprensa)
“Dios quiere hacer muchos milagros en nosotros, en nuestros jóvenes y familias, por eso estamos contentos de esta obra y de poder acoger a estos chicos en Tierra Santa”, aseguró.
Para una joven colombiana participantes del evento, lo sucedido fue “algo muy especial y muy grande porque podemos ver reflejado el amor de Dios en tantas nacionalidades reunidas aquí, todas reunidas para celebrar el mismo objetivo”.
Otro joven comentó que está en Tierra Santa desde el 7 de julio y que “ha sido una experiencia loca, también con cosas malas, pero con las gracia de Dios he podido ver finalmente que todo ha sido bueno para mí”.
Los jóvenes, divididos en grupos, también han podido compartir su fe en Egipto, Jordania, Israel y Palestina. Muchos, indica la nota del Camino Neocatecumenal, son hijos de los 2.500 miembros del movimiento que acompañaron a San Juan Pablo II en Tierra Santa en el año 2000.
Decirle sí a Jesús
En sus palabras a los participantes, el Patriarca resaltó que “cuando el amor a Jesús es fuerte en nosotros, podemos entender el significado de ser pobre de corazón, manso, de sufrir persecución. Y podemos ver la persecución no como un objetivo de la vida, sino como una forma de decirle sí a Jesús”.
El Arzobispo alertó luego a los jóvenes y a las familias sobre el riesgo que conlleva seguir a Jesús y tratar de complacer al mundo.
“El mundo nunca entenderá este lenguaje de la fe. Tenemos que amar al mundo pero no aceptar su mentalidad. Solo podemos cambiar lo que amamos y el amor cambia las cosas”, aseguró.
Tras expresar su alegría por el encuentro multitudinario, el primero que se realiza tras el levantamiento de las restricciones del covid, el Prelado italiano comentó que en estos días “he recibido hermosos ecos de nuestras parroquias, comunidades, de los santos lugares, donde han visto ríos de jóvenes visitando y compartiendo, escuchando, todo un poco loco, para luego estar bajo este sol también tenemos que estar algo locos”.
“¡Porque para seguir a Jesús necesitamos algo de locura, así que bienvenidos al club!”, dijo el Patriarca.
Al concluir el evento, el Arzobispo bendijo especialmente a quienes han decidido ofrecer sus vidas a Dios.
En el caso de los jóvenes seguirán ahora un tiempo de discernimiento en sus parroquias para ver si luego podrían ingresar a un seminario, un convento o ser enviados como misioneros.
Corrección 20 de julio a las 14:13 horas GMT-5: Originalmente el artículo indicaba que 400 familias habían expresado su disposición a ser enviadas en misión. Con información actualizada del Camino Neocatecumenal se ha corregido la cifra a 200.
Imagen destacada: Una vista general del evento en Tierra Santa. Crédito: Camino Neocatecumenal USA (Vía Aciprensa)