Juntos en Misión: Alcanzando Sueños

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: Maria-Pia Negro Chin
Fecha de Publicación: Sep 1, 2022

El Hermano Maryknoll John Nitsch toma un poco de miel todos los días. “Creo que es una de las razones por las que tengo buena salud”, dice. Él le agradece a su buen amigo Jorge Hormazábal, un trabajador social que empezó a criar abejas hace nueve años, por este hábito saludable.

“Jorge tuvo esta idea de criar abejas. Lo ayudé a comenzar”, dice con orgullo el hermano Nitsch, quien ha servido en Chile por casi 50 años. El misionero explica que el empeño y espíritu de superación de Jorge lo llevaron a iniciar ese negocio para brindar una vida mejor a su esposa, María Paz, y sus dos hijos.

“Acá en Chile es difícil emprender un negocio, especialmente para personas como yo que venimos de un estrato social más bajo. Tienes menos oportunidades para desarrollar tus ideas”, dice Jorge, quien creció como el menor de seis hijos de una familia obrera en un sector periférico de Curicó, Chile. 

Jorge y su familia vivían por debajo del umbral de la pobreza, a pesar de que sus padres trabajaban desde el amanecer hasta el anochecer. Aparte de ir a la escuela, Jorge se centró en el deporte y la iglesia, lo que mantuvo su mente enfocada y ocupada, a diferencia de algunos amigos que terminaron cayendo en la droga o la delincuencia.  

Él tenía 13 años cuando conoció al hermano “Juan” Nitsch durante un programa para jóvenes en la parroquia Cristo Resucitado. “Desde ahí todo cambio”, dice Jorge, recordando cómo la motivación constante y el apoyo financiero del misionero le permitieron crear un futuro mejor para sí mismo.

El hermano Nitsch ayudó a Jorge con sus estudios, como lo hizo con otros estudiantes.También motivó al joven Jorge a perseguir sus sueños. “Era un buen joven que solo necesitaba un poco de ayuda y aliento”, recuerda el misionero.

“El hermano fue mi apoyo principal, motivacional, para continuar mis estudios de secundaria”, dice Jorge, quien también contó con el apoyo moral de sus padres. “Fui el único que terminó la escuela secundaria en mi familia. Dentro de mi sector creo que solo hubo uno o dos que fuimos a la universidad”.

Después de graduarse de la universidad como trabajador social, Jorge pasó 10 años ayudando a jóvenes que tenían problemas y adicciones. Aunque su trabajo era gratificante, era difícil mantener a su familia y pagar la educación de sus hijos con un salario bajo. Cuando terminó su trabajo en el Ministerio Público durante la pandemia de COVID-19, Jorge se enfocó a tiempo completo en la apicultura.

“Quería lograr mi independencia, vivir una vida mejor y poder dar oportunidades de trabajo”, dice. Con el apoyo del hermano Nitsch y con trabajo duro y perseverancia, Jorge construyó poco a poco su proyecto de apicultura: Apícola Thomas (llamada así por su hijo mayor).

Jorge recuerda que el primer año, la mitad de sus colonias de abejas murieron debido a las inclemencias del tiempo. Al año siguiente logró multiplicarlas. Al tercer año, estaba listo para llevar a sus abejas a polinizar un campo de zapallo, y tomó prestado el automóvil del hermano Juan para transportarlas. “Pasó de tener 30 colmenas a más de 300”, dice el hermano Nitsch sobre el crecimiento de la apícola.

Hoy, Jorge produce miel y brinda servicios de polinización a huertos cercanos. El exitoso negocio da trabajo a otras personas, y Jorge presta su equipo de extracción de miel a apicultores más pequeños. “Simplemente ayudas porque a ti te ayudaron en la vida”, dice.

Aunque Jorge bromea diciendo que él es uno de los proyectos más largos del hermano, está muy agradecido por el apoyo del misionero y de la sociedad misionera. Él quería ser un ejemplo para otros y mostrarle a Maryknoll que su apoyo ha dado frutos. 

Cuando el gobierno chileno declaró un estado de confinamiento durante la pandemia, Jorge le llevaba al misionero comidas preparadas por su esposa. “Es como tener otra familia”, dice el hermano Nitsch.

Jorge llama al hermano Juan un segundo padre. “Me ayudó a crecer como persona”, dice. “Me enseñó… que si tienes sueños, si quieres volar, entonces vuela, inténtalo. Y eso siempre se quedó conmigo”. Jorge continúa: “Tienes que seguir tus sueños. Establecerte metas porque eso te mantiene vivo. Eso te da fuerza todos los días para superarte”.   

Sobre la autora/or

Maria-Pia Negro Chin

María-Pía Negro Chin nació y creció en Lima, Perú. Completó una maestría en periodismo con especialización en multimedia en la Universidad de Maryland y una licenciatura en comunicaciones en La Universidad de Loyola en Maryland. Como directora asociada, ella escribe, edita y traduce artículos para las revistas MISIONEROS y MARYKNOLL de los Padres y Hermanos Maryknoll. Su trabajo ha sido premiado por la Asociación de Prensa Católica de Estados Unidos y Canadá. Vive en Nueva York, Estados Unidos, con su esposo e hijo.

Ediciones Archivadas