Por Fredrick Nzwili, Catholic News Service
NAIROBI, Kenya (CNS) — En medio de una advertencia de la ONU de que se avecina una hambruna en Somalia, Catholic Relief Services (o CRS), con sede en Estados Unidos, está pidiendo apoyo humanitario para dicho país.
El Comité Permanente entre Organismos de la ONU advirtió el 5 de septiembre que la hambruna se estaba desarrollando en los distritos de Baidoa y Burhakaba en el sur y centro de Somalia. Este grupo de agencias clave de la ONU y sus socios revelaron que la situación puede durar hasta marzo si no hay un aumento significativo de asistencia humanitaria.
“Con esta advertencia, es hora de salvar vidas”, expresó Sean Callahan, presidente y director ejecutivo de CRS, en un comunicado. “La comunidad internacional debe satisfacer las necesidades inmediatas sobre el terreno y, en primer lugar, hacer un mejor trabajo para prevenir la hambruna. Podemos abordar las innumerables causas de la inseguridad alimentaria, como los conflictos y el cambio climático”.
Se estima que 7.1 millones de personas, la mitad de ellos niños, necesitan ayuda de emergencia. Millones enfrentan hambre extrema, manifestó el grupo de la ONU, y las mujeres — en particular las madres embarazadas y lactantes — y los niños menores de 5 años son los más afectados.

“El hambre y la muerte probablemente ya están ocurriendo”, decía la declaración del grupo.
Omar Aden, un especialista en salud pública y humanitario que es jefe de grupo de CRS en Mogadishu, dijo que, si bien había trabajado en muchos contextos difíciles, el actual en Somalia era diferente. Dijo que la vista de los cadáveres de camellos esparcidos por el paisaje era siniestra.
“Los camellos son resistentes. Están destinados a vivir durante períodos prolongados sin agua, los últimos animales en permanecer en pie. Si ellos no pueden sobrevivir, ¿cuáles son los riesgos para las familias y las comunidades?” preguntó.
El obispo Giorgio Bertin, administrador apostólico de Mogadishu, ha reforzado el llamado a un mayor apoyo internacional. Dijo que la sequía en Somalia y algunos de los países vecinos es grave.
“La situación es dramática en algunas partes de Somalia, como Bay y Bakol e Hiran. Se necesita una intervención urgente de la comunidad internacional”, acotó el obispo, que visitó Mogadishu a principios de agosto con Sara Ben Rached, directora de Cáritas Somalia, y el nuncio apostólico, el arzobispo Antoine Camilleri.
Aunque la situación en Somalia es bastante grave, al menos 20 millones de personas en Kenya, Somalia, y Etiopía necesitan asistencia humanitaria urgente, según las agencias de ayuda. Varios factores, incluyendo el cambio climático, los conflictos y la inestabilidad, las consecuencias del COVID-19, y el impacto de la guerra en Ucrania, han empeorado las condiciones de las personas. La sequía en África Oriental ha sido descrita como la peor en 40 años.
Imagen destacada: Un somalí desplazado bebe agua de un grifo en un campamento en Dollow el 24 de mayo de 2022. Catholic Relief Services se encuentra entre las agencias internacionales que advierten sobre la hambruna que se avecina en Somalia. (Foto de CNS/Feisal Omar, Reuters)