Por Cindy Wooden, Catholic News Service
CIUDAD DELVATICANO (CNS) — Las “crisis morales, sociales, políticas, y económicas” interconectadas que enfrenta el mundo no pueden resolverse si las personas y las naciones continúan enfocándose solo en sus propios intereses inmediatos, expresó el papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2023.
“Ha llegado el momento de que todos nos esforcemos por sanar nuestra sociedad y nuestro planeta, para sentar las bases de un mundo más justo y pacífico, y para comprometernos seriamente en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común”, escribió el Santo Padre en el mensaje, que fue publicado por el Vaticano el 16 de diciembre.
La Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de la Paz el 1 de enero y distribuye el mensaje del Sumo Pontífice a los jefes de estado y de gobierno de todo el mundo. El papa Francisco entrega personalmente copias firmadas a los líderes visitantes durante dicho año.
El tema del mensaje del papa para 2023 es “Nadie puede salvarse solo”, y el texto insta a las personas aprender de la experiencia del esfuerzo global para combatir el COVID-19 y a reconocer la pobreza y las desigualdades que la pandemia puso al descubierto, especialmente en cuanto al acceso a alimentos, medicinas, salud, educación, y tecnología.
El papa Francisco pidió a la gente que reflexionara sobre una serie de preguntas: “¿Qué aprendimos de la pandemia? ¿Qué nuevos caminos debemos seguir para deshacernos de las cadenas de nuestros viejos hábitos, para estar mejor preparados, para atrevernos a cosas nuevas? ¿Qué signos de vida y esperanza podemos ver, para ayudarnos a seguir adelante y tratar de hacer de nuestro mundo un lugar mejor?”
Cuando la pandemia parecía que estaba a punto de terminar, el papa escribió: “un nuevo y terrible desastre sobrevino a la humanidad. Fuimos testigos del ataque de otro flagelo: otra guerra“.
El Santo Padre señaló que la guerra de Rusia contra Ucrania “está cosechando víctimas inocentes y sembrando la inseguridad, no sólo entre los directamente afectados, sino de forma generalizada e indiscriminada para todos, también para quienes, incluso a miles de kilómetros de distancia, sufren sus efectos colaterales”, incluyendo el aumento de los precios del combustible y la escasez de cereales.
“Esta guerra, junto con todos los demás conflictos en el mundo, representa un revés para toda la humanidad y no solo para las partes directamente involucradas”, acotó el papa.
Los esfuerzos cooperativos masivos llevaron a la creación de vacunas para el COVID-19, dijo, pero “todavía no se han encontrado soluciones adecuadas para la guerra”, aunque es cierto que “el virus de la guerra es más difícil de vencer que los virus que comprometen nuestros cuerpos”, porque este no viene del exterior, sino del corazón humano corrompido por el pecado”.
El cardenal canadiense Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, presentó el mensaje en una conferencia de prensa y luego habló con Catholic News Service.
“El mensaje me da esperanza porque señala no lo que debe hacer una persona importante, sino lo que cada uno de nosotros debe hacer, que es simplemente tomarse el tiempo para preguntarnos: ‘¿Qué aprendí o no aprendí? Y ¿Cómo va a cambiar mi vida a partir de ahí?” sostuvo el cardenal. “Con suerte, las lecciones serán para el bien de todos”.
La experiencia de la gente con la pandemia, la cuarentena, la posibilidad de seguir trabajando, y la lucha por las vacunas fue diferente en todo el mundo, dijo, pero esa experiencia pierde su poder si la gente no la reflexiona y la comparte.
El mensaje del papa Francisco, expresó, es un recordatorio “que somos demasiado rápidos para olvidar” y luego la humanidad se ve obligada a pasar al próximo desastre sin haber hecho cambios para aliviar el sufrimiento.
La hermana salesiana Alessandra Smerilli, secretaria del dicasterio, dijo a los periodistas que el papa estaba pidiendo a la gente “regresar por un momento a esos momentos aterradores, difíciles, y dolorosos” al comienzo de la pandemia a principios de 2020. “Este es el momento de preguntarnos si, como individuos y como comunidad, ¿estamos mejor o peor tres años después?”
La reflexión, escribió el papa Francisco, debe alentar a las personas a cambiar de un enfoque egocéntrico a un compromiso real con el bien común y promover la solidaridad y un mayor sentido de fraternidad.
Se necesitan esfuerzos cooperativos para garantizar la atención médica para todos y “poner fin a los conflictos y guerras que continúan generando pobreza y muerte”, dijo. Las personas deben trabajar juntas para combatir el cambio climático, superar la desigualdad, acabar con el hambre, y crear un trabajo digno para todos.
“También necesitamos desarrollar políticas adecuadas para acoger e integrar a los migrantes y a aquellos que nuestras sociedades descartan”, dijo el papa. “Solo respondiendo con generosidad a estas situaciones, con un altruismo inspirado en el amor infinito y misericordioso de Dios, podremos construir un mundo nuevo y contribuir a la extensión de su reino, que es un reino de amor, de justicia, y de paz”.
Imagen destacada: Simone Cristicchi, cantante y compositor italiano, la hermana salesiana Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, y el cardenal Michael Czerny, prefecto del mismo dicasterio, presentaron en una conferencia de prensa el 16 de diciembre de 2022, una publicación del mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero. (Foto CNS/Cindy Wooden)