Tren por la Vida, organizaciones sin ánimo de lucro unidas para ayudarse

Tiempo de lectura: 5 minutos
Por: OSV News
Fecha de Publicación: Jun 8, 2023

By Marietha Góngora V., OSV News

BOGOTÁ  — El propósito de las organizaciones sin ánimo de lucro se refleja en las tantas contribuciones a las comunidades en materia de salud, social, económica, educativa, etc. Según cifras del Departamento de Estado de Estados Unidos existen 1.5 millones de organizaciones de este tipo en todo el territorio norteamericano.

Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados-ACNUR dice que “las ONG son organizaciones independientes y sin ánimo de lucro que surgen a raíz de iniciativas civiles y populares y que por lo general están vinculadas a proyectos sociales, culturales, de desarrollo u otros que generen cambios estructurales en determinados espacios, comunidades, regiones o países”.

Para el caso de Latinoamérica la labor de las organizaciones sin ánimo de lucro muchas veces cubre las necesidades de aquellas poblaciones donde los gobiernos locales y nacionales no llegan.

En 2009, Francisco Moncayo, comunicador social y periodista con estudios en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, creó la Fundación Nuestra Señora del Refugio que atendía a habitantes de calle en el centro de la ciudad de Bogotá, capital de Colombia. Tomó en renta una casa en el barrio Las Cruces, el más peligroso del país y con el tiempo además de tener un programa para los desamparados, abrió otro para atender a los niños de los vendedores ambulantes de la zona.

Luego comenzó a recibir donaciones como computadoras y otros elementos. Un día alguien le ofreció camarotes y aunque él sabía que no los usaría en su fundación porque era un centro para permanecer solo de día, los recibió porque imaginó que alguien las iba a necesitar.

Así nació El Tren por la Vida, una obra social donde participan organizaciones sin ánimo de lucro en Colombia y que forman una red de apoyo donde todas ayudan a proveer eso que no necesitan pero que en otros lados hace toda la diferencia.

Un momento crítico para muchas de estas organizaciones fue la pandemia. Los recursos y el apoyo escaseaban y muchas consideraron cerrar sus puertas, sin embargo, gracias al Tren por la Vida, muchas lograron mantenerse a flote con las donaciones que recibían de sus organizaciones hermanas.

Esta red, cuyo lema es “la mayor manifestación de la misericordia de Dios es la unidad”, articula esfuerzos para ayudar donde sea que algo se necesite: ubicar una cama en un refugio para una madre en situación de calle, ayudar a un abuelo abandonado, un apoyo para un joven adicto a sustancias psicoactivas que quiere rehabilitarse, buscar ayudar a una madre gestante soltera que busca apoyo, trabajar con un supermercado que no quiere tirar a la basura esos alimentos que están próximos a expirar para ayudar a quien tiene hambre, etc.

“He llegado con comida a una organización y me dicen ‘tenemos unos pañales que me sobran y de pronto a alguien le sirven’, y luego me llaman para decirme que en tal hogar necesitan unos pañales”, dijo Moncayo, quien es conductor del programa ‘Hagamos Radio’ en Radio María.

Un día él fue invitado a conocer el Guaviare, en la Amazonía colombiana, y allí se dio cuenta la gran problemática que existe en la comunidad indígena Nukak Maku con el flagelo de la prostitución, así como el abuso sexual y el consumo de sustancias psicoactivas entre niños y jóvenes.

“Comienzo a ver una problemática especialmente en los indígenas en esta comunidad Nukak, que descubrieron hace poco — finales de la década de los 80 — y vivía en la selva. Ellos son utilizados por el narcotráfico como raspachines de la coca. … Algunos llevan la coca y la cambian por una libra de arroz y funciona como una moneda”, afirmó Moncayo, quien, al igual que muchos, asegura que el contacto de esta comunidad nómada con la civilización les ha hecho más mal que bien.

Los Nukak son nómadas que cazan, pescan y comen frutos. Ellos han recibido mucha influencia nuestra que somos los colonos y debido a eso consumen sustancias psicoactivas como cocaína, perico o bazuco”, explicó Moncayo, refiriéndose a uno de los nombres de la pasta base de cocaína. Uniendo fuerzas con el centro de rehabilitación Fundación Cambio y Libertad, se logró subsidiar tanto el tratamiento como el traslado desde el Guaviare hasta el municipio de Chía, Cundinamarca, de un joven indígena adicto a las drogas que logró recuperarse de su adicción.

Durante estos cuatro años, aseguró Moncayo, muchas han sido las alianzas que se han dado, entre ellas una entre la institución de educación superior Unicervantes y el Centro de Orientación Juvenil Luis Amigó, auspiciada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), quienes firmaron un convenio donde los jóvenes pueden acceder a becas educativas.

Esta red de apoyo gestiona además de recursos, charlas educativas, retiros y evangelización, programas de formación y conexiones entre organizaciones.

“En este momento estamos alrededor de 150 organizaciones”, dijo Moncayo quien explicó que en este tren participan hogares del adulto mayor, refugios de niños y madres gestantes en desamparo, centros para tratar el consumo de sustancias psicoactivas, migrantes, comunidades religiosas de adultos mayores que se encuentran en situación de abandono, entre otros grupos vulnerables.

El Tren por la Vida ya trasciende fronteras y adelanta conversaciones para que organizaciones en Perú y Estados Unidos se unan en esta lucha común por la vida y la dignidad. Tal es el caso de la organización ACHACT, con sede en Connecticut.

Sor Ana Inés Rincón, de la congregación Siervas de Cristo Sacerdote, ha trabajado con el Tren por la Vida desde la obra Casa de la Esperanza, ubicada en el municipio de Cajicá, Cundinamarca. “Trabajamos por la mujer más vulnerada”, dijo. “Tenemos una actividad que se llama Baúl de la Esperanza que es donde nosotros recibimos cosas para beneficio propio o beneficio común”.

La religiosa agregó que de lo que se recibe muchas de las cosas se donan a otras fundaciones que las puedan aprovechar.

“Estamos en red con el Tren por la Vida donde nos apoyamos por ejemplo si nos llega medicina y no la requerimos entonces publicamos (en el grupo de WhatsApp que tienen las organizaciones del Tren por la vida). Todo lo que nos llega vemos si nosotros lo necesitamos o lo publicamos sea medicina, ropa o lo que va llegando y entre todos nos estamos ayudando”, dijo Sor Ana Inés.

Por su parte Nancy Ramírez, directora del Hogar Canitas Saludables del municipio de Zipaquirá, Cundinamarca, comentó su experiencia haciendo parte de esta obra social.

Esta fundación alberga a 70 adultos mayores, hombres y mujeres, en estado de abandono o en situación de calle, donde algunos de sus pacientes padecen enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson.

“De verdad que es muy bueno, porque en mi caso recibimos muchas cosas y las compartimos con el Tren por la Vida y estamos unidos ayudándonos”, dijo Ramírez. “Es una labor social muy dispendiosa, pero de verdad unidos logramos muchas cosas”.

Marietha Góngora escribe para OSV News desde Bogotá, Colombia.

Imagen destacada: Jóvenes en Cundinamarca, Colombia, participan en actividades del centro de rehabilitación Fundación Cambio y Libertad, que es parte del Tren por la Vida. (OSV News/Cortesía de Francisco Moncayo)

Sobre la autora/or

OSV News

OSV News es un servicio de noticias nacional e internacional que informa sobre temas católicos y temas que afectan a los católicos. Es parte de OSV Publishing, una división de OSV, la editorial católica en inglés más grande de Estados Unidos. OSV, con sede en Huntington, Indiana, fue fundada en 1912.

Ediciones Archivadas