Por Eduardo Campos Lima, OSV News
SÃO PAULO (OSV News) – El número de personas que trabajan en condiciones análogas a la esclavitud en Brasil es el más alto en 11 años. Con 1.443 casos identificados del 1 de enero al 14 de junio, la primera mitad de 2023 ya tiene el mayor número de casos de este tipo en Brasil desde 2012.
Dado que la mayoría de los trabajadores explotados no denuncian sus casos a las autoridades, los expertos advierten que los datos disponibles reflejan apenas la punta del iceberg.
El hermano dominicano de origen francés Xavier Plassat, que coordina el área para combatir la esclavitud contemporánea en la Comisión de Pastoral de la Tierra de la conferencia episcopal, dijo que la reforma laboral llevada a cabo en 2017 durante la administración del expresidente Michel Temer (2016-2018) es una de las causas de las cifras récord este año.
“La reforma laboral tuvo un efecto nocivo en esa situación, especialmente por la legalización de la subcontratación en todos los campos”, dijo el hermano Plassat.
Antes de eso, las actividades centrales de una empresa no podían realizarse por trabajadores subcontratados.
Dichos cambios ahora brindan cobertura legal a situaciones que solían ser ilegales y han debilitado la protección de los trabajadores más vulnerables, dijo el hermano Plassat a OSV News.
“Abrió las puertas para que los empresarios afirmen que no se hagan responsables de las circunstancias laborales en sus empresas cuando se identifican condiciones análogas a la esclavitud”, dijo.
Muchos casos de esclavitud moderna informados en 2023 involucraron trabajadores subcontratados. Es el caso de 207 trabajadores rurales rescatados por fiscales en Caxias do Sul, en el sureño estado de Rio Grande do Sul, en febrero. La mayoría de ellos habían sido reclutados en el estado de Bahía, en el noreste del país, y llevados al sur para trabajar en bodegas. Habían sido contratados por una empresa de empleo.
Los trabajadores informaron que sus turnos se extendían de 5 de la mañana a 8 de la noche, con solo un día libre cada semana. Tuvieron que comprar todas sus necesidades en una tienda local, donde los artículos estaban sobrevaluados, lo que los endeudó. Fueron objeto de agresiones físicas y amenazas.
Parte de esos vinos producidos localmente se utilizaron en Misas en todo Brasil. Ante el escándalo por el tema del trabajo esclavo, la conferencia de obispos emitió un comunicado pidiendo a todas las parroquias que prohíban este tipo de vinos en las celebraciones.
“La impunidad aumentó considerablemente durante el mandato del (presidente Jair) Bolsonaro (2019-2022). Si las empresas y los individuos no son responsabilizados por condiciones análogas a la esclavitud, siguen explotando a las personas”, dijo Isolete Wichinieski, una de las directoras nacionales de la Comisión de Pastoral de la Tierra.
Con una alta tasa de desempleo y una creciente desigualdad social en Brasil en los últimos años, muchas personas terminaron aceptando propuestas de trabajo que los ponían en peligro, dijo.
“Aunque más personas son conscientes de los riesgos de la esclavitud, la desesperación llevó a muchos a esa situación”, dijo Wichinieski a OSV News.
El mundo rural es donde tradicionalmente se dan la mayoría de los casos, más del 80%, especialmente en fincas productoras de soja, algodón y café y en haciendas ganaderas.
“En las ciudades, el problema suele estar relacionado con los trabajadores inmigrantes empleados por empresas constructoras y fábricas textiles”, explicó Wichinieski.
Para empeorar las cosas, las administraciones de Temer y Bolsonaro “asfixiaron gradualmente la capacidad del gobierno para monitorear el trabajo esclavo en Brasil”, señaló el hermano Plassat. Las redadas que realizaban los inspectores del trabajo se redujeron drásticamente y no se reemplazó a los agentes jubilados.
“Pero Bolsonaro nunca logró detener por completo las operaciones de monitoreo. Desde 1995, tenemos una coalición de organizaciones de la sociedad civil e inspectores laborales que trabajan juntos contra la esclavitud”, dijo el hermano Plassat.
Las dificultades para monitorear la esclavitud en Brasil han resultado en que se denuncien menos casos de los que realmente existen. El hermano Plassat dijo que históricamente casi la mitad de los casos se identificaban en la Amazonía. Este año, sólo el 7% de ellos procedían de la región.
“Los informes corresponden solo a una parte de nuestra realidad. La situación es ciertamente mucho peor de lo que sabemos”, dijo.
La minería ilegal en la selva tropical es tradicionalmente una actividad que utiliza mano de obra esclava, dijo. Solo en el territorio Yanomami, se estima que hubo 20.000 mineros ilegales durante el mandato de Bolsonaro.
La hermana Roselei Bertoldo, miembro del comité especial para combatir la trata de personas de la conferencia episcopal de Brasil, dijo que el comité estatal contra la trata de personas, así como la mayoría de las estructuras gubernamentales establecidas para centrarse en las víctimas de tales delitos en el estado de Amazonas, estaban inactivas en los últimos años.
“En las zonas de minería ilegal, hay decenas de niñas explotadas como esclavas sexuales. Por lo general, también tienen que cocinar para los mineros y con frecuencia son enviadas de un área a otra. La mayoría de estos casos no se denuncian a las autoridades”, dijo la hermana Bertoldo, misionera de la Congregación del Inmaculado Corazón de María.
La Comisión Pastoral de la Tierra de los obispos ha estado trabajando para sensibilizar a las comunidades rurales vulnerables sobre los riesgos de la esclavitud. Sus agentes también informan a los trabajadores sobre sus derechos y las formas de encontrar ayuda si terminan siendo sometidos a la esclavitud.
“Varios movimientos y organizaciones de la Iglesia han estado operando activamente para combatir ese problema durante las últimas décadas”, dijo Wichinieski.
La hermana Bertoldo siente que las cosas están comenzando a cambiar desde que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumió el cargo en enero.
“Se han reactivado los comités estatales contra la trata de personas y se han vuelto frecuentes los allanamientos policiales contra la minería ilegal en la Amazonía. Desde la sociedad civil seguiremos luchando contra la esclavitud”, dijo.
Eduardo Campos Lima escribe para OSV New desde São Paulo.
Foto destacada: Una persona reza frente a la estatua del Cristo Redentor, iluminado de naranja para conmemorar el Día contra la Trata de Personas y Personas Desaparecidas, celebrado por la Archidiócesis de Río de Janeiro. (OSV News/Pilar Olivares, Reuters)
