Demasiadas personas pasan hambre en nuestra próspera nación, incluidos 12 millones de niños que padecen inseguridad alimentaria. Y en todo el mundo, la cantidad de personas que padecen hambre severa ha aumentado en un 33 por ciento. El cambio climático amenaza con aumentar estas cifras: a medida que aumentan las temperaturas globales y los fenómenos meteorológicos extremos, las condiciones dificultan que los agricultores cultiven alimentos y que quienes padecen hambre los obtengan. Nuestro sistema agrícola actual contribuye a estas crisis conjuntas, priorizando las ganancias de las corporaciones sobre las personas y nuestro planeta. La Ley Agrícola de 2023 es una oportunidad fundamental para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición de las personas y promover la resiliencia climática en los EE. UU. y en todo el mundo.
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Imagen destacada: Unsplash/ Marco Chilese