Un legado de Maryknoll

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: Gabe Hurrish
Fecha de Publicación: Sep 5, 2023

Al servir como misionero laico Maryknoll en Sudán del Sur, comencé a tener un problema leve en un ojo y decidí visitar un hospital cercano. No sabía que estaba a punto de tener un encuentro sorprendente con alguien que todavía continúa con el legado de un viejo amigo de Maryknoll.

En Kapoeta Mission Hospital, me presentaron a Grace Baako, quien ha trabajado allí desde 2010, primero como enfermera y luego también como oficial clínica oftálmica. Resulta que Grace fue puesta en el camino de su profesión en el cuidado de los ojos por el Padre Maryknoll John Barth.

“En Sudán del Sur, parte de mi trabajo era establecer clínicas oftalmológicas donde antes no existían, lo que básicamente significaba cualquier lugar del país”, dice el Padre Barth. “Me indicaron la dirección de un pequeño hospital católico en la remota ciudad de Kapoeta. No estaba financiado por el gobierno y no ofrecía atención oftalmológica en ese momento”. El sacerdote recuerda: “La enfermera Grace me prestó una tienda de campaña para pasar la noche, porque no había casa de huéspedes en la ciudad”.

En el 2015, Grace estuvo entre los trabajadores de salud locales patrocinados por Maryknoll para un diplomado en oftalmología en el Kilimanjaro Christian Medical University College en la vecina Tanzania. “Grace era una candidata entusiasta para ser capacitada para tratar lesiones oculares menores y cataratas que ciegan innecesariamente a muchas personas”, dice el Padre Barth.

“Éramos tres”, dice Grace. “Uno se estaba convirtiendo en cirujano y los otros dos nos convertimos en oficiales clínicos oftálmicos”. Grace aprobó sus exámenes finales con las calificaciones más altas de su clase. “Esto es algo de lo que estoy orgullosa porque quería mostrarles al Padre John y al Obispo Paride Taban (obispo de la diócesis de Torit en ese momento) que aprecio su apoyo”, dice ella. “Quería que estuvieran orgullosos de mí”.

Una vez completado el curso, Grace regresó al hospital. Luego, durante aproximadamente 18 meses, tomó un puesto trabajando en una unidad quirúrgica móvil con The Carter Center, que colabora con el Ministerio de Salud para llegar a comunidades vulnerables, incluidos los asentamientos para personas desplazadas. Las condiciones de viaje y de vida eran difíciles. Sin embargo, Grace encontró la experiencia gratificante: “Había muchas personas que necesitaban la cirugía y estaban agradecidas por la atención”.

Al terminar su período de servicio en The Carter Center, Grace volvió a su puesto dual de enfermera y oficial clínica oftálmica en Kapoeta Mission Hospital. “Veo un promedio de 40 pacientes por mes, con un máximo de 80”, dice. Las cataratas son el principal problema, informa. Si un caso requiere intervenciones médicas serias, ella remite al paciente a la única clínica oftalmológica en Sudán del Sur, la Clínica Oftalmológica Buluk en la capital, Yuba, fundada nada menos que por el Padre Barth. Ella señala que el misionero también proporcionó al Hospital de la Misión de Kapoeta equipos y suministros que todavía se utilizan en la actualidad.

Grace, a quien el Padre Barth describe como “una persona dedicada y amable”, dice que ama su trabajo. Ella y su esposo también han adoptado a dos niños y los están criando como propios. Grace declara en voz baja: “Con la gracia de Dios, trabajaré por mucho tiempo para mi pueblo”.

El Padre Barth agrega: “Me complace saber que ha perseverado en su trabajo, abordando la ceguera prevenible en ese rincón de Sudán del Sur”.

“Estoy agradecida con el Padre John por darme la oportunidad de mejorar. Fue a través de la experiencia en la universidad que crecí con dignidad y confianza en mí misma”, dice Grace. Su trabajo es importante para las organizaciones no gubernamentales, los ministerios gubernamentales, la diócesis local y, especialmente, para las personas a las que ayuda. “Rezo una oración por el Padre John cada vez que ayudo a las personas con la vista”, dice ella. “Que Dios los bendiga, a él y a todos los sacerdotes Maryknoll”.

Gabe Hurrish, misionero laico Maryknoll desde 2017 en Sudán del Sur, ha trabajado en esfuerzos de ayuda y desarrollo durante 30 años en 11 países.

Imagen destacada: La enfermera Grace Baako, que trabaja en el Hospital Misión de Kapoeta, le da crédito y agradece al Padre Maryknoll John Barth por patrocinar su capacitación en oftamología. (Gabe Hurrish, MKLM/Sudán del Sur)

Sobre la autora/or

Gabe Hurrish

Gabe Hurrish es un misionero laico Maryknoll que trabaja como Oficial de Proyectos de Solidarity with South Sudan en Juba. Anteriormente él enseñó en el Solidarity Teacher Training College en Yambio, Sudán del Sur.

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