Miércoles de Ceniza

Tiempo de lectura: 4 minutos
Por: La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll
Fecha de Publicación: Feb 14, 2024

Por Marilyn Kott

Miércoles de Ceniza, 14 de febrero del 2024
Jl 2:12-18 | 2 Cor 5:20-6:2 | Mt 6:1-6, 16-18

Los autores de las lecturas de este Miércoles de Ceniza nos despiertan de nuestras rutinas de invierno y nos llaman a volver a Dios. Su llamado es urgente: no debemos demorarnos. Ofrece una garantía: si volvemos, seremos bien recibidos. Y tiene una inconfundible comunalidad.

En la primera lectura, el profeta Joel comienza suavemente: “Esto dice el Señor: ‘Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón,’”. Pero luego el profeta explica más, dejando claro que, si bien debemos responder acuerdo a nuestra capacidad personal, también debemos proclamarles a los demás en nuestra comunidad. “¡Toquen la trompeta!” “¡Promulguen un ayuno!” “¡Reúnan al pueblo!” El pasaje termina con el Señor apiadándose del pueblo, en plural.

La segunda lectura refuerza el carácter comunitario de la reconciliación con Dios. San Pablo nos dice que somos embajadores de Cristo, y que Dios apela a través de nosotros. Además, explica que el sacrificio de Cristo es para que lleguemos a ser justos.

Al comenzar la Cuaresma, a menudo recibiendo en silencio la ceniza y rezando en solitario por la conversión, puede ser fácil pasar por alto el aspecto comunitario de este llamado. Gran parte de lo que hacemos en la vida y en la oración, debemos hacerlo como individuos. Cuando nos presentamos para el Bautismo y para los ritos exequiales, son nuestros cuerpos individuales los que son ungidos. Cuando recibimos la Eucaristía, o vamos a la Reconciliación, recibimos los Sacramentos personalmente.

Pero no podemos vivir más solos en el mundo espiritual que en el mundo físico. En Laudato Si’, el Papa Francisco nos enseña que “la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales y estrechamente entrelazadas: con Dios, con el prójimo y con la tierra”.

Entonces no es posible volver nuestros corazones hacia él, a menos que también consideremos al resto de la creación. La bondad de Dios no está destinada a permanecer centrada en nosotros, sólo para nosotros. Debemos compartirla con los demás, construirla en nuestras comunidades. De este modo, podemos ayudar a llevar su justicia y su paz a toda la tierra.

En el Evangelio de San Mateo, Jesús nos ayuda a que nuestras motivaciones se mantengan genuinas. Nos advierte contra la tentación de enfocar nuestros esfuerzos en nosotros mismos, en lugar de Dios y su voluntad. “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean” o para “para que los alaben los hombres”. A la vez que nos enseña a ser humildes, nunca prohíbe tocar la trompeta por Dios o reunir al pueblo en torno a él. De hecho, a medida que avanzamos en la Cuaresma, encontraremos a Jesús instruyendo cuidadosamente a sus apóstoles sobre lo que deben enseñar a los demás. En Marcos 16:16, oiremos a Cristo resucitado enviar a sus discípulos por todo el mundo, diciéndoles que proclamen el Evangelio a toda criatura.

Así pues, al comenzar este tiempo de Cuaresma, pensemos en cómo podemos compartir la bondad de Dios con los demás y con nuestro mundo. Y prestemos atención a la urgencia que nos transmiten las lecturas de hoy. Como escribe San Pablo: “He aquí ahora un tiempo muy aceptable; he aquí ahora el día de la salvación”.

La afiliada Maryknoll Marilyn Kott, veterana de las fuerzas aéreas estadounidenses, sirvió como Misionera Laica Maryknoll en Brasil de 2015 a 2019, donde ella y su marido ministraron a mujeres y hombres en las cárceles del país. Actualmente Marilyn lidera un capítulo afiliado Maryknoll en Chicago centrado en proyectos ecológicos para proteger la Casa Común. 

La Guia de reflexión para la Cuaresma 2024 de la Oficina de Asuntos Globales de Maryknoll contiene oraciones y pensamientos de misioneros de todas partes del mundo.

Imagen destacada: La estudiante de tercer grado Maura Baldacchino recibe cenizas durante la misa del Miércoles de Ceniza en la escuela de la parroquia Our Lady of Lourdes Church en Malverne, Nueva York, el 26 de febrero del 2020.  (CNS photo/Gregory A. Shemitz)

Preguntas para reflexionar

¿Qué significa estar en comunidad con Dios, con el prójimo y con la tierra misma?
¿Qué significa “anunciar el Evangelio a toda criatura”?

Oración

Nosotros, que nos reunimos hoy aquí,
te damos las gracias
por abrirnos los ojos, la vida y el corazón
a gentes de tierras más allá de nuestros
horizontes.
Durante nuestras peregrinaciones
de encuentro con las personas
en tierras ya no tan lejanas,
alguna parte de nosotros ha brotado
y busca ahora crecer en la belleza del jardín de nuestros corazones.
Te rogamos que nos enseñes
cómo cuidar esta semilla de solidaridad
de esperanza
de curación.
Rezamos por una buena tierra, lluvia y sol
Para que nuestro semillero interior
puede resistir la prueba del tiempo y las
estaciones.
Nosotros que nos reunimos hoy aquí
te damos las gracias
por los corazones de todo el mundo.

Steve Hicken
Misionero Laico Maryknoll

Sobre la autora/or

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll (MOGC por sus siglas en inglés) expresa la posición de Maryknoll en debates sobre políticas públicas, con el propósito de ofrecer educación en temas de paz y justicia social, defender la integridad de la creación y abogar por la justicia social, económica y del medio ambiente. Visita maryknollogc.org

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