Reflexión de Cuaresma: ¿Qué vas a dar?

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll
Fecha de Publicación: Mar 8, 2024

Por Joseph Thaler, M.M.

Cuarto domingo de Cuaresma

Domingo, 10 de marzo del 2024
2 Crónicas 36:14-16, 19-23 | Ef 2:4-10 | Juan 3:14-21

A pesar de lo que experimentamos en el mundo de hoy, las lecturas nos desafían a no desesperarse. Los Salmos nos animan a creer que nos esperan días mejores, mientras pasamos de las tinieblas a la luz. Estas experiencias pueden transformarnos en creyentes. En este proceso de transformación personal, es útil darse cuenta de lo maravilloso que es el amor de Dios, sabiendo que Dios estuvo dispuesto a dar a su único Hijo para que pudiéramos tener vida eterna. Es impresionante contemplar la profundidad insondable del amor de Dios.

Dios nos envía a su Hijo para iluminar nuestro camino en la oscuridad, especialmente cuando no tenemos sentido de la orientación. Me pregunto si podemos reflejar este cuidado de unos por otros y por nuestro mundo.

En este tiempo de Cuaresma, recuerdo los muchos cambios que se están produciendo en Nepal y en otras partes del mundo. Cuando llegué a Nepal en 1977, era fácil contemplar las montañas nevadas del Himalaya y beber de las aguas de montaña que fluían del norte al sur. Pero eso ya no es posible.

Los fértiles campos que rodean el valle de Katmandú han sido tomados por fábricas de ladrillos, y las calles y tiendas son omnipresentes. Un valle, que solía ser autosuficiente, depende ahora de cientos de camiones que serpentean cada día por el paisaje, transportando suministros para alimentar su apetito cada vez mayor. Los campos de las aldeas, antes fértiles, donde se cosechaban los alimentos para los pueblos de los alrededores, han sido arrasados y la población de las aldeas ya no puede subsistir con las escasas cosechas.

Debido a la inestabilidad climática, social y política, muchas familias extensas y modos de vida tradicionales se están disolviendo y destruyendo rápidamente. Las familias se convierten en desplazados internos y luego, sin otra opción, se marchan de Nepal.

Estos refugiados recién creados inician un viaje que podría llevarles a cualquier lugar del mundo para sobrevivir. Pero sabemos que muchos no sobreviven. He sido testigo del llanto y las penas de los que se van y de los que se quedan. Pero también he visto una resistencia: una voluntad de continuar con las dificultades, forjada por el deseo de experimentar una forma de vida mejor: una vida que se vive no sólo para uno mismo, sino, sobre todo, para otro.

Esta es la llama que arde, emociona e impulsa y que no se extinguirá. La Epístola de hoy nos recuerda el gran amor que Dios nos tiene y cómo éste nos ha salvado. Dios nos creó para las buenas obras y para amarnos y cuidarnos unos a otros como Dios nos ha amado y cuidado. Las lecturas nos piden que compartamos este gran don del amor y el cuidado de Dios unos con otros y que hagamos de ello nuestra forma de vida. Entonces, ¿cómo cuidamos unos de otros y de toda la creación? En un mundo que sufre y está roto, ¿qué estoy dispuesto a ofrecer por el bien de los demás? Tanto amó Dios al mundo que nos dio a su Hijo único. ¿Qué estoy dispuesto a dar?

El Padre Maryknoll Jospeh Thaler, de Cold Spring, Kentucky, se unió a Maryknoll en 1967. Por casi cinco décadas trabajó en Nepal, al sur de Asia, donde fue pionero de programas de capacitación para personas discapacitadas y mujeres. Regresó a Estados Unidos en 2022. 

La Guia de reflexión para la Cuaresma 2024 de la Oficina de Asuntos Globales de Maryknoll contiene oraciones y pensamientos de misioneros de todas partes del mundo.

Imagen destacada: El Padre Maryknoll Joseph Thaler visita una aldea en Nepal. (Cortesía de Joseph Thaler, Nepal)

Preguntas para reflexionar

¿Cómo puedes cuidar de la creación cuidando de otra persona?

¿Cómo podría el cuidado de la naturaleza ayudar a otra persona en tu vida a experimentar una forma de vida mejor?

Oración

Amado Dios,
Este pequeño momento pasaremos contigo en
agradecimiento por toda una vida de pequeños
momentos.

Te agradezco por tu Espíritu
respirándome, dirigiéndome
Vitrales para seguir el flujo de la Libertad.

Te agradezco tu Promesa,
realizada en mí, asegurándome
de tu Presencia permanente.

Te agradezco tu fidelidad
fortaleciéndome, sosteniéndome
en los brazos confiables de la Compasión,

Te agradezco por tu Providencia
cobijándome, recordándome
de tu eterna Abundancia puesta a mi disposición.

Te agradezco por tu Vida,
extendida en mí,
extendida en todos tus hijos,
cada una tu propia creación original.

Joan Metzner, M.M.

Sobre la autora/or

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll (MOGC por sus siglas en inglés) expresa la posición de Maryknoll en debates sobre políticas públicas, con el propósito de ofrecer educación en temas de paz y justicia social, defender la integridad de la creación y abogar por la justicia social, económica y del medio ambiente. Visita maryknollogc.org

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