Cuatro Hermanas Maryknoll partieron el año pasado para lanzar la nueva misión de la congregación en el país centroafricano de Chad, donde la gente sufre una pobreza endémica y agitación política.
En abril del 2022, las Hermanas Maryknoll empezaron a considerar una nueva misión. Tras varios meses de discernimiento y oración, escogieron la nación de Chad en África central. Las Hermanas Lourdes Fernández, Claudette LaVerdiere, NgocHà Pham y Norma Pocasangre se embarcaron en este nuevo viaje misionero. Estos son extractos de su diario.
Mayo 1 – 20, 2023: Las cuatro salimos de Monrovia, California, en un vuelo de 14 horas a Estambul para encontrarnos con que nuestra conexión a Chad no saldría por cuatro días.
El 5 de mayo, a nuestra llegada a Yamena, la capital, ¡nos enteramos que no habían subido ni una sola maleta a nuestro avión! El conductor nos llevó al centro de hospitalidad diocesano, nos dio nuestras llaves y nos dijo “Bonne nuit”. Hemos llegado.
Nuestra primera liturgia chadiana solo puede describirse como exuberante, incluso en este calor de 110 grados. El xilófono y los tambores se mezclaban con los alaridos de alegría y el suave vaivén de la congregación. La liturgia, en francés y en ngambay (la lengua local), fue todo un festejo.
Tras varios viajes al aeropuerto decidimos que con o sin equipaje teníamos que irnos para Moundou.
Un viaje de 9 horas nos llevó donde nuestro anfitrión, el Obispo Joachim Kouraleyo Tarounga de Moundou, quien nos había invitado a “venir y ver” las posibilidades de misión en su diócesis.
Él pide tres cosas de cada comunidad religiosa: que establezcan su propio domicilio, aprendan el lenguaje y desarrollen comunidades religiosas. El Padre Amédée Ekeurbe, el vicario general, nos puede ayudar con lo que necesitemos. El Padre Constant Djerassem, économe (tesorero) diocesano, nos ayudará a crear una cuenta de banco y a encontrar hospedaje temporal.
Nos enteramos de que sólo hay electricidad disponible de las 6 p.m. a las 8:30 p.m. o 9:00 p.m.
¡Las primeras lluvias de la temporada hicieron que la temperatura bajara a 103 grados!
Izquierda: Mapa de Chad. Derecha: En Chad, muchos niños de familias en dificultades trabajan desde una corta edad en lugar de asistir a la escuela, como estas dos niñas vendedoras ambulantes. (Cortesía de NgocHà Pham/Chad)
Las cosas se van poniendo en orden.
Lourdes, Claudette y Norma ahora tienen nuevos teléfonos locales. Invertimos en comprar un pequeño router para tener conexión wifi.
A Claudette le estaba costando mantener su nivel de electrolitos, por lo que tuvo que visitar la clínica local unas cuantas veces.
Lourdes y Ha dan una caminata diaria en el mercado para practicar su escaso francés y siempre vuelven con alguna golosina y a veces con una prenda de vestir. ¡Aún esperamos que aparezca nuestro equipaje!
Norma, Ha y Lourdes fueron al banco con el Padre Constant para abrir una cuenta. ¡No tan rápido! ¡Necesitan una carta más del obispo!
Junio 2 – 20: Hoy cumplimos una semana de estudio de francés. Hay una caminata de 12 minutos durante la cual tenemos que esquivar cebollas apiladas, mangos, granos, etc., que comparten la calle con camiones, carros, motos, bicicletas, rascha (motos de tres llantas), cabras y gente.
Asistimos a la Misa temprano, exclusivamente en lengua ngambay. Fue refrescante que el sacerdote alentara a las personas a compartir el significado del Evangelio con los demás. El incienso predomina, aun en temperaturas implacables.
A las 8:30 a.m. sonó el teléfono: “Tenemos su equipaje”.
Lourdes y Ha se enfrentaron al calor de la tarde para asistir a un programa llamado “Violencia contra las mujeres”. Al siguiente día, el profesor de Ha comentó que las mujeres en la sociedad chadiana son tratadas como ciudadanas de segunda clase y que no se les alienta a estudiar. Hay niños de hasta 9 y 10 años que se ven vendiendo cosas en las calles.
Julio 1 – 22: El agua no sube a los grifos en nuestras habitaciones. ¡Deberían ver a Norma balanceando un balde sobre su cabeza, incluso subiendo las escaleras!
La Hermana Maryknoll NgocHà Pham (derecha) visita el río Logone, donde muchas personas locales pescan, lavan ropa, preparan comida y recolectan grava para fabricar ladrillos. (Cortesía de NgocHà Pham/Chad)
Ahora necesitamos una estampa que diga “Hermanas Maryknoll de St. Dominic, Inc.” para nuestra cuenta de banco.
Toda la semana Lourdes ha estado enferma y visitando la clínica. El 7 de julio, cuando Claudette llegó de la escuela de idiomas, encontró a Lourdes respirando con dificultad y sin poder levantarse. Nos reunimos alrededor de su cama. Lourdes y Ha a menudo se detenían frente a una gruta de la Vírgen María para rezar el Ave María en francés. Para confortarla, Ha lo rezó al oído a Lourdes. Cuando finalizó con “maintenant et a l’heure de notre mort” (Ahora y en la hora de nuestra muerte), la respiración de Lourdes se relajó. Volteó a mirar a Ha y en ese breve momento pasó a la eternidad, hacia la plenitud del abrazo de Dios.
Por una semana entera hermanas y sacerdotes de otras parroquias, además de feligreses, vinieron a visitarnos y a rezar con nosotras.
Recibimos a nuestros visitantes lo mejor que pudimos.
Ha ya tenía malaria. Después a Claudette le diagnosticaron malaria.
Aunque Norma también tenía malaria, Ha y ella organizaron la Legión de María, el Grupo de Mujeres Católicas y el coro de la iglesia. No hay palabras para la ternura del torrente de solidaridad que recibimos. Después de la muerte de Lourdes, la iglesia entera de la Diócesis de Moundou y más allá estuvo presente con nosotras.
Desde nuestra llegada a Chad, Claudette no podía digerir la comida. De 106 libras había bajado a 83 libras. Era momento para una decisión drástica.
La Hermana Pham, enfermera con formación especializada en asesoramiento, se reúne con una clienta. A la misionera se le pidió que ayudara a lanzar un programa de salud mental. (Cortesía de NgocHà Pham/Chad)
Claudette dejó Moundou y volvió a Maryknoll, Nueva York.
Agosto 12 – 19: Norma y Ha continúan procesando todo lo que ha sucedido y discerniendo a través de la oración si deberían continuar su presencia en Chad.
Las Hermanas Congoleñas Orantes de la Asunción nos recibieron en su casa y se han convertido en nuestra comunidad extendida. Compartimos comida y oraciones con las hermanas y nos turnamos para cocinar.
Oct. 28 – 30: Un ladrón atacó a Ha y sacó un cuchillo cuando ella se resistió. La correa alrededor de su cuello se rompió y el ladrón huyó con el bolso. Rellenar un formulario en la estación de policía cuesta 2.000 francos chadianos. Al siguiente día encontraron el bolso, sin los 30.000 francos y sin el teléfono, pero tuvimos que pagar 60.000 francos para que la policía nos lo entregara.
Nov. 2 – 30: Después de Misa Norma no se sentía bien. Ya era la tercera vez en cinco meses que le daba malaria. Afortunadamente era un caso leve. Con algo de medicina, pudimos asistir a un programa de un mes para nuevos misioneros buscando familiarizarnos con la realidad de Chad. Hubo sesiones sobre la iglesia, historia, sistemas de salud, educación, política y matrimonios tradicionales, prácticas y idiomas. En la tarde aprendimos algo de ngambay.
De izquierda a derecha: Las Hermanas Norma Pocasangre, Claudette LaVerdiere, NgocHà Pham y la fallecida Lourdes Fernández con el obispo de Chad Joachim Kouraleyo Tarounga. (Cortesía de NgocHà Pham/Chad)
Dic. 1 – 29: Al regreso a Moundou, el Obispo Joachim nos propuso que Norma trabajara en parroquias y que Ha, que es enfermera, trabajara en el hospital de la catedral. Decidimos quedarnos en Moundou.
Después de seis meses nos aprobaron para una cuenta de banco. Las cosas parecen ir avanzando.
Después de meses de temperaturas de tres dígitos, ahora disfrutamos de tardes y noches lo suficientemente frescas como para llevar un suéter. El visitar a nuestros vecinos no solo calienta el cuerpo, sino las amistades también.
Colgamos unos cuantos adornos en nuestra ventana y pusimos un árbol de navidad en el balcón.
La Misa de navidad fue al aire libre y la presidió el Obispo Joachim. Duró casi cuatro horas con cantos, el sonido de tambores y baile. Celebramos con tostada francesa que preparamos con pan reservado para la ocasión.
Nos vamos a mudar a una casa más pequeña en el año nuevo. Con todos los cambios y sorpresas que hemos estado viviendo, nos mantenemos abiertas a lo que venga.
En la reunión anual de Navidad para los religiosos en la diócesis, el Padre Amédée recordó la llegada de las Hermanas Maryknoll y el fallecimiento de nuestra querida Hermana Lourdes y de dos sacerdotes diocesanos. Después invitó a la congregación a ponerse de pie por un minuto de silencio para recordarlos.
A pesar de los desafíos desconocidos que aún faltan, Norma y Ha decidieron continuar nuestra presencia en Chad, agradecidas por el apoyo de Maryknoll, familia y amigos y de la iglesia local. Confiamos en que Dios siga guiando cada paso en nuestro camino.
Imagen destacada: La Hermana Maryknoll Norma Pocasangre (centro) sirve en el ministerio pastoral como parte de una nueva misión iniciada por las Hermanas Maryknoll en el país centroafricano de Chad. (Cortesía de Norma Pocasangre/Chad)