La barca de Pedro: Una reflexión Maryknoll

Tiempo de lectura: 2 minutos
Por: La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll
Fecha de Publicación: Jun 21, 2024

Por Helen Graham, M.M.

Domingo, 23 de junio del 2024
Jb 38, 1. 8-11| 2 Cor 5, 14-17 | Mc 4, 35-41

Las lecturas litúrgicas de esta semana se enfocan en los peligros del mar y de la navegación. Recordemos que hace tres días, en junio 20, se celebró el Día Mundial de los Refugiados.

El Día Mundial del Refugiado se designó en el 2001 por la ONU para conmemorar el 50 aniversario de la Convención sobre el Estatus de los Refugiados. Conmemora a refugiados que tuvieron que dejar sus países de origen a causa de persecución, violencia u otras razones.

Aunque los refugiados necesitan ayuda todos los días, el Día Mundial de los Refugiados crea consciencia para que la gente se dé cuenta que los refugiados necesitan nuestra ayuda constantemente. Lo que me llevo a mi admiración por los refugiados fue particularmente las lecturas del Evangelio acerca de la navegación y el agua, dado que muchos refugiados viajan en pateras o barcas destartalados que a menudo se hunden, matando así a muchos.

También están esos que cruzan por tierra, a lo largo de la frontera sur de los Estados Unidos, muchos de los cuales mueren en el camino por drogas, ladrones, enfermedades, el clima y otras causas.

La lectura de Job se refiere a un largo discurso que Dios le da a Job. En este extracto, Dios habla desde una tormenta y le dice a Job que él no existía cuando Dios impuso los límites del agua y le dijo “Hasta aquí llegarás, no más allá”.

Entre los límites creados por nuestro creador Dios, el mar puede convertirse en un lugar terrible y embravecido, como se captura en las poéticas líneas del Salmo Responsorial, el mar “las olas encrespó; al cielo y al abismo eran lanzados, sobrecogidos de terror”.

En la selección del Evangelio, los discípulos están atemorizados mientras sus barcas se sacuden y se vuelcan en la violenta tormenta. Siendo pescadores veteranos, uno se imaginaría que estarían acostumbrados a semejantes tormentas tan frecuentes en el lago. Como Marcos escribía durante la época de la revuelta de judíos en contra de los romanos (67-73 d.C.), probablemente se refería al pequeño grupo de seguidores de Jesús que estaban siendo sacudidos y volcados en la tormenta de la persecución. La barca era un símbolo temprano para la comunidad, como se retrata en el arte antiguo.

Hoy, la barca de Pedro se zarandea en muchos lugares del mundo. Mientras continuamos con nuestra celebración de la Eucaristía hoy, recordamos a los miles de refugiados internos y externos que tienen gran necesidad, y también a los miembros de nuestras comunidades que sufren persecución en varias partes del mundo.

La Hermana Maryknoll Helen Graham se unió a las Hermanas Maryknoll en 1956. Teóloga y autora, ha dado charlas e impartido seminarios y clases alrededor del mundo y en varias regiones de las Filipinas en donde continúa sirviendo desde 1967. 

Foto destacada: Migrantes cubanos viajan en una barca rústica al sur de Key West, Florida. (Cortesía de la Guardia Costera, Flickr).

Sobre la autora/or

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll (MOGC por sus siglas en inglés) expresa la posición de Maryknoll en debates sobre políticas públicas, con el propósito de ofrecer educación en temas de paz y justicia social, defender la integridad de la creación y abogar por la justicia social, económica y del medio ambiente. Visita maryknollogc.org

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