Por Kimberley Heatherington, OSV News
(OSV News) — Es el tipo de récord que ninguna ciudad quiere tener, pero Las Vegas ahora lo tiene: siete días consecutivos de temperaturas abrasadoras de 115 grados o más.
Incluso el Servicio Meteorológico Nacional de Las Vegas parecía asombrado, publicando el 12 de julio en X (antes Twitter), “Con una temperatura máxima de 115°F esta tarde no sólo ampliamos nuestra racha a 7 días, sino que también rompimos el récord máximo diario. Hoy es el séptimo día consecutivo en el que superamos o empatamos las temperaturas máximas diarias”.
Los emojis que seguían a la exclamación, en parte en mayúsculas, reforzaban su mensaje con llamas, una cara roja sudorosa y una cabeza que explotaba en un hongo nuclear.
El año pasado fue el más caluroso jamás registrado en el mundo, desde que comenzaron los registros globales en 1850, según informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
En las últimas semanas, estados occidentales como Arizona, California, Oregón y Nevada han batido récords de calor, pero en el este, Carolina del Norte y Maryland también han batido récords.
Entonces, ¿se trata sólo del verano o de algo más?
“En el hemisferio norte, esto es verano, pero no es el verano de mi infancia y no será el verano de las generaciones futuras”, dijo Dan Misleh, fundador y director ejecutivo de la Alianza Católica por el Clima, a OSV News.
Organizaciones climáticas
La organización climática es un consorcio de 20 socios nacionales fundado con la ayuda de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para guiar la respuesta de la Iglesia estadounidense al cambio climático.
“Hace años que los científicos nos advirtieron sobre los impactos de la quema de combustibles fósiles y predijeron este tipo de calentamiento”, señaló Misleh. “Así que no me sorprende que todos los años en los últimos 10 años se hayan superado los promedios, desde que hacemos un seguimiento de las temperaturas a nivel mundial y en Estados Unidos”.
Anna Johnson dijo que ha estado recibiendo historias e imágenes de los efectos de la ola de calor. Ella es gerente principal del programa para Norteamérica del Movimiento “Laudato Si’”, una red mundial de más de 900 organizaciones católicas y más de 10.000 líderes de base formados que se dedican a movilizar a la comunidad católica “para cuidar nuestra casa común y lograr justicia climática y ecológica”.
“Católicos de todo el país nos están enviando fotos de las formas en que sus hogares, su trabajo y sus familias se están viendo afectados por esta ola de calor, desde las inundaciones en Florida hasta los efectos del huracán Beryl en Texas, pasando por sus jardines en dificultades”, dijo Johnson. “Las personas que trabajan fuera, ya sea cosechando los alimentos que comemos, reparando nuestras carreteras, trabajando en construcción, o tantos otros trabajos, están pidiendo nuestras oraciones por su salud”.
En Caridades Católicas del Sur de Nevada — que ofrece 16 programas que proporcionan apoyo a más de 4.500 personas diariamente, así como el mayor programa de Comidas sobre Ruedas y servicios de albergue de emergencia en la zona — una campaña de verano está en marcha para recaudar fondos y otros recursos, como el agua, para combatir el calor.
Condiciones climáticas afectan a los más vulnerables
“Las personas a las que atendemos son las más vulnerables de nuestra ciudad”, según Leslie Carmine, directora de medios de comunicación y relaciones comunitarias. “Así que cuando se añade un factor de inclemencias del tiempo — o un elemento de condiciones climáticas extremas — puede ser mucho más difícil”.
Aunque ninguno de sus clientes ha sucumbido aún a las temperaturas, “esos pocos grados marcan definitivamente la diferencia”, dijo Carmine. “Tienes que estar muy atento para tratar de mantenerte hidratado, incluso si no sientes sed”.
Carmine dijo que la organización está ampliando sus servicios más allá del horario normal, asegurándose de que sus huéspedes y clientes tengan agua extra, y estando especialmente atentos a los problemas de salud relacionados con el calor.
“Si no tienen acceso a la atención médica habitual, puede resultar más difícil tratar esos problemas y también convertirse en más peligroso”, explicó Carmine. “Es posible que no puedan simplemente ir al refrigerador y tomar una botella de agua como otras personas, quizás algunos lo subestiman”.
“Muchos de nosotros tenemos los recursos — y la suerte de haber nacido en un país rico — para hacer frente a este tipo de calor”, reflexionó Misleh. “Pero miles de millones de nuestros hermanos y hermanas, tanto en Estados Unidos como especialmente en los países en desarrollo, no tienen esa fortuna”.
“Tenemos las soluciones para empezar a reducir drásticamente los gases de efecto invernadero que están creando este problema”, confirmó Misleh, “pero tenemos que actuar rápido y con determinación”.
Advertencia de Papas sobre complicaciones climáticas
Papas actuales y del pasado llevan décadas advirtiendo de las complicaciones climáticas que se avecinan.
Hace 34 años, en la XXIII Jornada Mundial por la Paz de 1990, San Juan Pablo II advirtió: “El signo más profundo y grave de las implicaciones morales, inherentes a la cuestión ecológica, es la falta de respeto a la vida, como se ve en muchos comportamientos contaminantes”.
A menudo, dijo el pontífice, los intereses de la producción prevalecen ante la preocupación por la dignidad de los trabajadores, mientras que los intereses económicos tienen prioridad sobre el bien de las personas e incluso de pueblos enteros.
Johnson está inequívocamente de acuerdo. “Sin una acción urgente y enérgica para alejar a nuestra sociedad de la producción de combustibles fósiles y dirigirla hacia un futuro saludable y sostenible — por supuesto enraizada en el apoyo a todos los que trabajan en estas industrias — sólo seguiremos viendo cómo olas de calor como ésta se hacen más frecuentes y más extremas, dañando nuestra salud, las tierras y las aguas que amamos, y todo, desde nuestro trabajo hasta nuestras vacaciones”, dijo.
“La creación de Dios nos está clamando; suplicándonos que cambiemos nuestros modos — tanto personales como sistémicos — por la salud de toda la creación, incluida la nuestra”.
Imagen destacada: James Robinson lleva un ventilador a su casa durante una advertencia de calor excesivo en la ciudad de Oklahoma el 26 de junio de 2024. En las últimas semanas, varios estados de EE. UU. han tenido un clima caluroso sin precedentes. (OSV News/Nick Oxford, Reuters)