Reflexión Maryknoll: Tercer Domingo de Adviento

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll
Fecha de Publicación: Dic 13, 2024
Por Sarah Bueter, MKLM

Domingo, Diciembre 15, 2024
Sof 3:14-18a | Filipenses 4:4-7 | Lucas 3:10-18

Esta reflexión se publicó originalmente en la Guía de reflexión de Adviento 2024: Una familia de Dios.

El Señor es mi Dios y mi salvador, con él estoy seguro y nada temo.

ISAIAS 12:2

Un pueblo “lleno de expectación” plantea esta pregunta a Juan el Bautista. “¿Qué debemos hacer?” ¿Cuántas veces arde nuestro corazón con la misma pregunta? ¡Fíjese en nuestro mundo! Nos despertamos con mañanas frías y oscuras y combatimos las realidades de la migración forzosa, la violencia y la pobreza. ¿Qué debemos hacer? ¿Qué podemos hacer?

En septiembre, visité las comunidades de Tocoa, Honduras, para conocer a las personas que defienden los ríos Guapinol y San Pedro contra los megaproyectos mineros ilegales. Su líder comunitario Juan López acababa de ser asesinado, el cuarto asesinato desde 2023 de manifestantes contra el proyecto minero.

Tras el asesinato de Juan, los líderes de la comunidad se preguntaron: ¿debemos continuar la lucha? ¿Qué pasará con nuestras familias? ¿Emigramos? Una causa importante de la migración es la violencia, contra los pobres y la tierra. 

¿Qué debemos hacer? ¿Qué podemos hacer?

Juan el Bautista ofrece una exhortación moral: comparte con los que no tienen, deja de tomar más de lo prescrito. Cambia tus costumbres. Conviértete. Pero, ¿qué fundamenta esa conversión? ¿Qué puede fundamentar esa justicia para que siga arraigada en la compasión y no en el resentimiento o la amargura?

Ante la duda de si huir o no, Daniela, una de las líderes, decide ir a la montaña. Se lleva a sus hijos. Yo voy con ellos.

Vayamos a la montaña. Pongamos las manos en la tierra. Recojamos tomates. Tracemos constelaciones. Recordemos todo lo que nos gusta de nuestro hogar.

Se regocija en Dios en la creación. “Grita de alegría, hija Sión… ¡no te desanimes! El Señor, tu Dios, está en medio de ti.”

Renovada, Daniela regresa a Tocoa. ¿Cómo podemos dejar este lugar? Dios está aquí con nosotros ahora. En medio de la lucha. Ella se quedará. El encuentro con Dios trae alegría y esperanza que perdura, supera, vence la destrucción y la desesperanza.

Al igual que Daniela, San Pablo y Sofonías no son ajenos a la desolación. Pablo escribe desde la cárcel mientras espera su ejecución final, y Sofonías profetiza incluso cuando los babilonios destruyeron Jerusalén y exiliaron al pueblo que quedaba. Ellos aconsejan: “Alegraos siempre en el Señor.” Dios está ahora en medio de ti. 

La tercera semana de Adviento nos llama a la esperanza. Puede que estemos en un lugar oscuro: de luto por la pérdida de un ser querido, lejos de la familia, desanimados por la violencia. Pero como Daniela, Pablo o Sofonías, podemos tener esperanza porque Dios está en medio de nosotros ahora, exactamente donde hay sufrimiento, para traer restauración y sanación, o relaciónes justas, “para traer buenas nuevas a los pobres.”

Cristo resucitado nos dice que la división y la destrucción no tienen la última palabra. Las comunidades pueden sanar. Los ríos pueden salvarse. Las divisiones entre familias pueden repararse. La paz puede prevalecer en nuestros corazones. La luz no se apagará.

Imagen destacada: Foto de un memorial de Juan Lopez en Tocoa, Honduras (Cortesía de Guapinol despierta)

Sarah Bueter se unió a los Misioneros Laicos Maryknoll en el 2023 y está sirviendo en Huizúcar, El Salvador.

Preguntas para reflexionar

• ¿Le ha inspirado esperanza y alegría alguien que siguió el camino del emigrante, o quizás el viaje emigrante de su propia familia? 

• ¿Cómo te han ayudado los emigrantes a ser más consciente de Dios en medio de nosotros?

Oración

Nuestra historia como seres humanos, e incluso antes, ha sido una historia de vida en movimiento. Como tus hijos e hijas, seguimos buscando un lugar donde dormir, comida para alimentarnos, y familias y comunidades que nos apoyen.   Somos un pueblo en camino.

Estamos agradecidos a la tierra que nos sustenta, pero no siempre nos tomamos tiempo para darle las gracias. También nos falta compasión por nuestros hermanos y hermanas desarraigados por violencia, catástrofes naturales y pobreza.

 Ayúdanos a recordar que siempre estamos en camino con ellos y contigo, hacia una nueva forma de vida en abundancia.

Amén.

Maryknoll Father Paul Masson

Sobre la autora/or

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll

La Oficina de Asuntos Globales Maryknoll (MOGC por sus siglas en inglés) expresa la posición de Maryknoll en debates sobre políticas públicas, con el propósito de ofrecer educación en temas de paz y justicia social, defender la integridad de la creación y abogar por la justicia social, económica y del medio ambiente. Visita maryknollogc.org

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