Por Gina Christian, OSV News
(OSV News) — Los católicos en los EE.UU. ofrecieron un apoyo inquebrantable a los afectados por los desastres naturales a lo largo de 2024, dijo el arzobispo Nelson J. Pérez de Filadelfia a OSV News.
El arzobispo, que preside la junta directiva de Catholic Relief Services (CRS), reflexionó sobre el impacto de la ayuda de los católicos mientras comunidades de todo el mundo lidiaban con “devastadores desastres naturales” que incluyeron “deslizamientos de tierra en Etiopía, el huracán Beryl en el Caribe y seis tifones sucesivos en el sudeste asiático”.
CRS — la agencia oficial de ayuda y desarrollo internacional de la Iglesia Católica de EE.UU. — atiende a unos 255 millones de personas en 122 países, y es miembro de Caritas Internationalis, la red mundial de ayuda humanitaria de la Iglesia Católica.
“Una y otra vez, cuando las crisis golpean, los fieles de EE.UU. (responden) con una solidaridad inquebrantable, a través de la oración, la acción y las generosas donaciones”, dijo el arzobispo Pérez. “Ponen su fe en acción siguiendo el mandamiento de Cristo de amarnos los unos a los otros como Él nos ama”.
Catástrofes ambientales durante todo el 2024
El año pasado se confirmaron al menos 24 “catástrofes meteorológicas/climáticas con pérdidas superiores a 1.000 millones de dólares cada una” sólo en Estados Unidos — según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) hasta el primero de noviembre.
Entre las catástrofes registradas en EE.UU. por la NOAA figuran “17 tormentas intensas, 4 ciclones tropicales, 1 incendio forestal y 2 tormentas invernales”, según el sitio web de la agencia. “En total, estos sucesos causaron la muerte de 418 personas y tuvieron importantes efectos económicos en las zonas afectadas”.
En algunos casos, las catástrofes se produjeron casi consecutivamente, cuando las comunidades aún se estaban recuperando de una crisis anterior. Los huracanes Helene y Milton, que tocaron tierra a finales de septiembre y octubre respectivamente, azotaron el sureste del país con apenas unos días de diferencia.
Milton provocó 15 tornados que asolaron la Florida. El oeste de Carolina del Norte sufrió una devastación increíble cuando las inundaciones provocadas por Helene arrasaron comunidades montañosas enteras, cobrándose más de 100 vidas.
En respuesta a dichas catástrofes, Caridades Católicas USA — la agencia oficial de ayuda a nivel nacional de la Iglesia Católica en EE.UU. y miembro de Caritas Internationalis — puso en marcha campañas de donación para ayudar en las catástrofes provocadas por las tormentas.
Solidaridad católica para las víctimas
Junto con la ayuda monetaria, los católicos han proporcionado asistencia material y espiritual a aquellos cuyos hogares y medios de subsistencia fueron barridos por un solo golpe de la naturaleza.
Los fieles católicos también se han dedicado a orar para sostener a todos los afligidos por las catástrofes naturales.
Antes de Ernesto, la Diócesis de Santo Tomás, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, volvió a publicar en su página de Facebook “una oración del huracán” utilizada en julio cuando se acercaba el huracán Beryl.
En Ketchikan, Alaska, los feligreses y el personal de la parroquia del Santo Nombre se unieron en apoyo a una familia desplazada por un deslizamiento de tierra que el 25 de agosto causó un muerto y la ruina de varias casas.
Con la aprobación del párroco del Santo Nombre, el padre Armand Dice, el personal, los feligreses y los miembros locales de los Caballeros de Colón se movilizaron para alojar temporalmente a una familia con seis niños pequeños en el salón parroquial de la iglesia, según el North Star Catholic, el periódico de la arquidiócesis de Anchorage-Juneau.
Cuando la tormenta tropical (y posteriormente el huracán) Ernesto azotó Puerto Rico en agosto — poniendo en peligro la ya frágil red energética de la isla, que ha sido golpeada por numerosas catástrofes- el arzobispo de San Juan, Roberto O. González, aseguró a los católicos que “podrían contar con sus grupos de Cáritas parroquiales para cualquier emergencia o atención necesaria después de que pasara la tormenta en sus respectivas comunidades”.
Católicos acompañan a damnificados
Los católicos también se ayudaron mutuamente para soportar los devastadores incendios forestales en EE.UU. y en el extranjero.
Los incendios de South Fork y Salt, en Nuevo México, que estallaron el 17 de junio, ocasionaron pérdidas humanas y de viviendas, también causaron un enorme dolor a las personas que vivían allí. Pero los católicos de la ciudad de Roswell (en el mismo estado), por ejemplo, respondieron proporcionando alojamiento temporal, artículos de primera necesidad y apoyo compasivo.
El centro franciscano adyacente a la parroquia de San Juan Bautista, abrió sus puertas a las víctimas del incendio, ofreciendo sus baños para ducharse y sirviendo como centro para colectar la ayuda. La generosa respuesta fue tal que el centro tuvo que dejar de aceptar donaciones de ropa, y lanzó una petición de contenedores para organizar las entregas existentes.
En septiembre, los obispos de Bolivia instaron a las autoridades de su país a actuar con rapidez para evitar daños irreparables a las personas y al medioambiente, mientras los voraces incendios forestales siguen devastando millones de hectáreas. Advirtieron que el país sufre “un desastre ecológico causado por la mano del hombre” que exige “una pronta respuesta”.
Cuando la temporada navideña marca el fin del año 2024 y el inicio del Año Nuevo, el Arzobispo Pérez rezó para que no sólo “la paz y la alegría de Cristo llenen cada corazón y cada hogar”, sino también que “la luz de Cristo nos inspire a todos a seguir respondiendo a su llamada a servir y a amar”.
Imagen destacada: Una casa y carros terminan destruidos en Chimney Rock, Carolina del Norte, el 29 de septiembre del 2024 después de que el Huracán Helene azotara el pueblo. La tormenta hizo contacto el 26 de septiembre en la región Big Bend de Florida como un huracán de categoría 4 y luego fue degradado a tormenta tropical la siguiente mañana. (OSV News photo/Khadejeh Nikouyeh, The Charlotte Observer handout via Reuters)
