Por Gina Christian, OSV News
(OSV News) — El nuncio apostólico en Siria dice que espera que la nación devastada por la guerra “avance hacia la reconciliación” y al menos “algo de prosperidad” bajo un gobierno democrático, tras la destitución del ex presidente sirio Bashar Assad en una ofensiva relámpago de los grupos rebeldes.
El cardenal Mario Zenari habló con Vatican News horas después de que los rebeldes entraran en la capital, Damasco, de la que se informó que Assad había huido en algún momento del 8 de diciembre, tras haber estado ausente de la escena pública durante la mayor parte de la campaña de dos semanas de los rebeldes. Assad y su familia se encuentran ahora en Moscú, donde se les ha concedido asilo, según los medios de comunicación estatales rusos, uno de los principales apoyos del régimen de Assad.
El cardenal Zenari le dijo a Vatican News que no había podido dormir en medio de los “constantes tiroteos” en Damasco, pero señaló que los “disparos en las calles” eran una “celebración” en medio de una asombrosa transición de poder que se produjo sin una sangrienta contienda por la capital.
El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, afirmó en un mensaje de vídeo grabado y publicado el 8 de diciembre que estaba “dispuesto a cooperar con cualquier dirigente elegido por el pueblo y a prestar todo el apoyo posible para garantizar una transición fluida y sistemática de las tareas de gobierno y la preservación de las instalaciones estatales”.
Represión del régimen y una guerra civil de trece años
La ofensiva rebelde puso fin a cinco décadas de gobierno de la familia Assad, marcado por la represión violenta y la brutal represión de la disidencia. Durante sus tres décadas en el poder, el padre de Assad, Hafez, estableció una economía de estilo soviético y aplastó a la oposición. Las esperanzas iniciales de que Bashar Assad — quien asumió el poder en 2000 tras la muerte de su padre — resultara más moderado se extinguieron cuando Assad recurrió a antiguos aliados de la familia para ejercer un gobierno cada vez más autoritario.
Cuando las protestas prodemocráticas desencadenaron la guerra civil en 2011, Assad respondió con una fuerza brutal que acabó con más de 500.000 muertos e innumerables atrocidades marcadas por detenciones, torturas y ejecuciones, lo que llevó a las Naciones Unidas a convocar una comisión internacional independiente de investigación sobre Siria.
En 2024, 16,7 millones de sirios necesitarán ayuda humanitaria. Más de la mitad de los 23 millones de habitantes de Siria antes de la guerra están desplazados, con 5,2 millones de refugiados y 6,8 millones de desplazados internos, según ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados.
Un panorama complejo post Assad
“Ahora, el camino por delante es escarpado”, el cardenal Zenari dijo a Vatican News, señalando que “los que han tomado el poder han prometido respetar a todos y construir una nueva Siria.
En el prolongado conflicto sirio han participado diversas partes locales, regionales e internacionales, algunas de ellas aliadas de extremistas islámicos. Hayat Tahrir al-Sham (“Organización para la Liberación del Levante”), que lideraba las fuerzas rebeldes, estuvo vinculada inicialmente al Estado Islámico y a Al Qaeda, pero se restableció en 2016 con su nombre actual mientras buscaba alejarse de las raíces extremistas. Estados Unidos sigue designando a HTS como organización terrorista extranjera.
El líder de HTS, Abu Mohammad al-Golani, dijo a The New York Times en una entrevista publicada el 6 de diciembre: “Nuestro objetivo es liberar a Siria de este régimen opresivo”.
Rebeldes se reúnen con obispos
Golani ha tratado de tranquilizar a la pequeña población cristiana de Siria — concentrada en Alepo, y estimada actualmente en unos 30.000, frente a unos 200.000 al comienzo de la guerra civil — asegurando que sus fuerzas “garantizarían su protección y salvaguardarían sus propiedades”.
“Alepo siempre ha sido un punto de encuentro de civilizaciones y culturas, y lo seguirá siendo, con una larga historia de diversidad cultural y religiosa”, afirmó en un comunicado publicado en la plataforma de mensajes Telegram.
La Agencia France Presse informó de que el arzobispo armenio católico de Alepo, Boutros Marayati, dijo a los fieles durante una reciente liturgia divina: “No teman, queridos hermanos. Hemos recibido garantías de todas las partes. Sigan viviendo con normalidad y todo seguirá como antes, incluso mejor”.
“Los rebeldes se reunieron con los obispos en Alepo inmediatamente después de su victoria, asegurándoles que respetarían las diversas confesiones religiosas y a los cristianos”, dijo el cardenal Zenari a Vatican News. “Esperamos que mantengan esta promesa y avancen hacia la reconciliación”.
“En cuanto a la situación de los cristianos en toda Siria, hemos estado en contacto con muchos de nuestros socios, y toda la información recibida dice que los rebeldes han enviado muchos mensajes a todas las minorías para asegurarles que el objetivo es derrocar al régimen de Assad y no (buscar) la venganza de nadie”, dijo Michel Constantin, director regional de Catholic Near East Welfare Association (CNEWA) en Líbano y Siria, a OSV News en un correo electrónico el 8 de diciembre.
CNEWA, establecido en 1926 por el Papa Pío XI para apoyar a las iglesias orientales, administra la Misión Pontificia, que fue fundada como Misión Pontificia para Palestina por el Papa Pío XII en 1949 para atender a los refugiados palestinos. El mandato de la misión, que posteriormente pasó a estar bajo la dirección del CNEWA, ha sido ampliado por varios pontífices para atender a todos los afectados por la guerra y la pobreza en Oriente Medio.
Derrocamiento de Assad llega a una Siria en crisis
Constantin dijo en su correo electrónico que “después de casi 10 días de ocupación (en) Alepo, todas las informaciones recibidas de nuestros socios cristianos dicen que hasta ahora nadie ha tocado ninguna casa, iglesia o institución cristiana”.
Señaló que “necesitaremos más tiempo para averiguar cómo se llevará a cabo el traspaso de poder y cómo evolucionará el proceso político”, sobre todo teniendo en cuenta el número de facciones presentes y los grupos internacionales que les brindan apoyo –cuyos intereses se interrelacionan y entran en conflicto — que están implicados.
“En el plano social, parece que los rebeldes están bien organizados, pero por supuesto siguen existiendo muchas dificultades para los habitantes y la población”, afirmó Constantin.
Señaló que los precios han aumentado mucho, ya que “se ha cambiado la moneda” de la libra siria a la lira turca o al dólar estadounidense, mientras que “la mayoría de la gente” sólo tiene moneda siria.
Incertidumbres y esperanzas para el pueblo Sirio
El cardenal Zenari declaró a Vatican News que “más allá de la reconciliación, esperamos que Siria pueda encontrar también algo de prosperidad porque la gente ha llegado a su límite“, con personas “incapaces de sobrevivir en el país tal y como se había convertido”.
También expresó su esperanza de que la comunidad internacional ayude a la nación en su tarea de reconstrucción como “una nueva Siria basada en principios democráticos”. Puso como ejemplo “la abolición de las sanciones, ya que son una carga que pesa mucho sobre los pobres”.
Mientras Siria se encuentra en una encrucijada, “esperamos que pueda abrirse una puerta a la esperanza, porque lo que hemos presenciado era la esperanza moribunda, o ya muerta”, dijo el cardenal Zenari a Vatican News. “Por eso, ahora esperamos que, con la ayuda de la comunidad internacional y la buena voluntad de todos los sirios, pueda iniciarse un camino hacia la reconciliación, la reconstrucción y un mínimo de prosperidad para todo el pueblo”.
Imagen destacada: Gente celebra junto a una escultura del Sultán Pasha al-Atrash, un guerrero druso que lideró una rebelión en contra del régimen francés en 1925, después de que los rebeldes sirios anunciaran que habían derrocado al presidente Bashar Assad en Maijdal Shams, una aldea drusa en la región de los Altos de Golán, controlada por Israel el 9 de diciembre del 2024. (OSV News/Shir Torem, Reuters)