Por Justin McLellan, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Con miles de personas enfermas y aquellos que cuidan de ellos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco, sentado en silla de ruedas y con una cánula nasal, hizo una aparición inesperada para saludar a la multitud.
“¡Feliz domingo, gracias a todos!”, les dijo el Papa con voz fatigada.
Al final de la Misa de clausura del Jubileo de los Enfermos y del Mundo de la Sanidad el 6 de abril, el Papa sorprendió a las miles de personas congregadas en la plaza, quienes prorrumpieron en vítores al ver a su enfermero, Massimiliano Strappetti, sacarlo de la Basílica de San Pedro y llevarlo a la plaza.
Tras su breve saludo, médicos con batas blancas, algunos con narices rojas de payaso, y personas con movilidad reducida en sillas de ruedas aplaudieron mientras el Papa Francisco era conducido entre la multitud para salir de la plaza.
‘Dios no nos deja solos’, dijo el Papa a enfermos
Esta aparición marca la primera vez que el Papa Francisco ha sido visto en público desde que recibió el alta del hospital Gemelli de Roma el 23 de marzo, tras más de cinco semanas de tratamiento por dificultades respiratorias y una neumonía bilateral.
Antes de su aparición en la plaza, el Papa Francisco se confesó en la Basílica de San Pedro y cruzó la Puerta Santa, según informó la oficina de prensa del Vaticano.
Aunque el Papa no asistió a la totalidad de la Misa, su presencia espiritual se hizo tangible a través del gran estandarte de tela con su escudo papal que colgaba del balcón central de la basílica. El arzobispo Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, presidió la Misa como delegado del Papa y leyó la homilía.
Incluso en medio del dolor, la enfermedad y la fragilidad humana, “Dios no nos deja solos y, si nos abandonamos en Él, precisamente allí donde nuestras fuerzas decaen, podemos experimentar el consuelo de su presencia”, escribió el Papa. “Él mismo, hecho hombre, quiso compartir en todo nuestra debilidad y sabe muy bien qué es el sufrimiento”.
Los organizadores esperaban la llegada de unos 20.000 peregrinos a Roma para la celebración del Jubileo, entre ellos pacientes, médicos, enfermeros, farmacéuticos, fisioterapeutas y otros profesionales sanitarios de más de 90 países.
Médicos y pacientes enfermos se sentaron en las primeras filas para la Misa; trabajadores sanitarios con batas blancas oficiaron de lectores durante la liturgia.
En su homilía, el Papa subrayó que la experiencia de la enfermedad, aunque dolorosa, puede convertirse en “en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar, sin pretender y sin rechazar, sin lamentar y sin desesperar”.
El Papa envía agradecimiento a profesionales de la salud
El Papa instó a la sociedad a no marginar a los débiles y vulnerables, sino a acogerlos como miembros esenciales de la comunidad, citando al Papa Benedicto XVI, quien dijo que una sociedad incapaz de aceptar a sus miembros que sufren “es una sociedad cruel e inhumana”.
En su mensaje escrito para acompañar el Ángelus, publicado por el Vaticano después de la Misa, el Papa Francisco reflexionó sobre su experiencia personal con la enfermedad.
“Como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el ‘dedo de Dios’ y experimento su cariñosa caricia”, escribió. “En el día del Jubileo de los enfermos y del mundo de la sanidad, le pido al Señor que este toque de su amor llegue a los que sufren y anime a los que cuidan de ellos”.
El Santo Padre expresó su profunda gratitud por los profesionales de la salud, quienes “no siempre tienen las condiciones adecuadas para trabajar y, a veces, incluso son víctimas de agresiones”, y pidió que se inviertan recursos en “para la atención y la investigación, para que los sistemas sanitarios sean inclusivos y atiendan a los más frágiles y pobres”.
El Papa también renovó su llamado a la paz en el mundo, instando a la comunidad internacional a actuar con urgencia en los lugares devastados por la guerra.
“Que callen las armas y se reanude el diálogo; que se libere a todos los rehenes y se socorra a la población”, dijo, mencionando a Ucrania, Gaza, Sudán, Sudán del Sur, Congo, Myanmar y Haití entre las regiones afectadas por la guerra o la violencia.
Imagen destacada: El Papa Francisco saluda a los fieles en la Plaza de San Pedro al final de la Misa de clausura del Jubileo de los Enfermos y del Mundo de la Sanidad en el Vaticano el 6 de abril de 2025. (Foto CNS/Pablo Esparza)