Caridad que Busca Dignidad

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: John Siyumbu, M.M.
Fecha de Publicación: Jun 2, 2025

Pasa un rato con Emmanuel Boniface, 29, y te dirá todo sobre su equipo de fútbol favorito. Emmanuel es un apasionado hincha de Yanga, el Young Africans Sports Club de Tanzania. Él no deja que sus impedimentos del habla se interpongan en una buena conversación. Emmanuel tiene una manera de llegar a tu corazón y su pasión te cautiva.

Conocí a Emmanuel y a su madre, Albentina Mhoni Mnyama, mientras visitaba a los enfermos y ancianos de la Comunidad Eclesial de Base de nuestra parroquia. Aquí en Mabatini, un área subdesarrollada en las afueras de la ciudad de Mwanza, sirvo en la iglesia Transfiguration Catholic Church. En la comunidad, las personas discapacitadas como Emmanuel se enfrentan a muchas dificultades.

Los desafíos empiezan en casa. Emmanuel no puede caminar, le cuesta hablar y sufre de espasmos musculares. Él solía arrastrarse por el piso apoyándose en sus manos y rodillas, con la parte superior de su cuerpo haciendo el mayor esfuerzo. Cuando lo visité, vi como Emmanuel necesitaba ayuda para moverse de su habitación a la sala y el sofá.

Después de que administré la Unción de los Enfermos a su hijo, Albentina me explicó cómo la movilidad de su hijo podría mejorar con una silla de ruedas. Esto también le permitiría acceder a lugares fuera de casa.

Busqué a Anna Johnson, que servía entonces como misionera laica Maryknoll en Mwanza. Anna se encontró con Emmanuel y su madre. Poco tiempo después, les había conseguido una silla de ruedas. Albentina recuerda la intervención de Anna con profunda gratitud, agradecida por el regalo de movilidad que le habían dado a su hijo.

En el pasado Emmanuel ya había recibido ayuda de los Misioneros Laicos Maryknoll. De ellos él aprendió a hacer ejercicios de fisioterapia para fortalecer la parte superior del cuerpo. También pasaron tiempo con él enseñándole a leer.

Con la silla de ruedas, Emmanuel ahora pasa mucho más tiempo al aire libre. Mejor aún, cuando su equipo favorito de fútbol juega, Emmanuel puede acceder a los salones públicos donde transmiten los partidos. ¡Y con su propia silla y todo!

En mis visitas posteriores a Emmanuel, me di cuenta como su entusiasmo por la vida se había estado disminuyendo.

Aunque Emmanuel es el mayor de los hijos de Albentina, necesita más cuidado a causa de sus múltiples desafíos congénitos, incluida la parálisis cerebral. Sus hermanos más jóvenes van a la escuela, pero él no puede hacerlo. Incluso las actividades cotidianas del día a día se le dificultan como, por ejemplo, acceder al retrete afuera de la casa.

Pienso en la declaración de nuestra Iglesia sobre la dignidad humana.

El deseo de Emmanuel de vivir con dignidad está arraigado en un deseo humano colectivo: experimentar una dignidad “conferida” por Dios (Dignitas Infinita 11).

Es un deseo que proviene de Dios. En el momento oportuno, Dios encomendó a su hijo Jesucristo para que la dignidad de la humanidad —incluido Emmanuel— pudiera ser realzada y afirmada.

Se me ocurrió que había algo más que podíamos hacer por este joven aficionado al fútbol que vive en Mabatini. Me di cuenta que el espacio de Emmanuel necesitaba ser renovado. Esta era una invitación a participar en la misión de Dios, una misión de dignidad infinita.

Albentina consultó con sus suegros y otros miembros de su Comunidad Eclesial de Base. Los benefactores de Maryknoll donaron los fondos y los feligreses adquirieron los materiales necesarios para la renovación. Fue así que un modesto baño se anexó a la habitación de Emmanuel, dándole algo de privacidad y creando para él un sentido de dignidad donde antes no la tenía.

Por la gracia de Dios, y a través de la generosidad de los benefactores, alzamos la bandera Maryknoll de la compasión aquí en África Oriental.

Por su parte, Emmanuel da señas de alegría que van más allá de las posesiones materiales. Su historia nos permite percibir esa dignidad humana que “va más allá de todas las apariencias externas” (Dignitas Infinita, Presentación).

Imagen destacada: Albentina Mhoni Mnyama y el Padre Maryknoll John Siyumbu trabajaron junto con la comunidad

Sobre la autora/or

John Siyumbu, M.M.

El Padre Maryknoll John Siyumbu, de la Diócesis de Bungoma en Kenia, fue ordenado el 3 de junio de 2022 como la primera vocación de la Sociedad Maryknoll proveniente de las misiones en el extranjero. Actualmente sirve en Tanzania.

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