MISIONEROS LAICOS MARYKNOLL celebran 50 años Honrando un pasado inspirador, un presente cautivador y un sólido futuro
E
ste agosto los Misioneros Laicos Maryknoll (MKLM por sus siglas en inglés) celebrarán su 50º aniversario, un hito que reconoce medio siglo de servicio y solidaridad con los marginados.
Desde su fundación en 1975, la organización misionera laica se ha comprometido a responder al llamado del Evangelio de vivir y trabajar por los más necesitados en todo el mundo.
Este aniversario de oro es a la vez una instancia de reflexión y una oportunidad de mirar hacia el futuro misionero en un mundo en constante cambio.
“Qué profundo es contemplar de dónde venimos y hacia dónde vamos”, dice Elvira Ramírez, directora ejecutiva de los Misioneros Laicos Maryknoll. “Solo la abundancia de las historias de tantos misioneros que han servido podría comenzar a contar la historia de MKLM”, continúa Ramírez.
Los misioneros laicos han participado en la labor misionera de Maryknoll desde 1930, cuando el doctor Harry Blaber sirvió por primera vez con los sacerdotes Maryknoll por ocho años en China. Decenas de hombres y mujeres siguieron sus pasos en las décadas posteriores, colaborando con sacerdotes, hermanos y hermanas Maryknoll. Uno de ellos fue John Gauker, quien sirvió con su esposa y dos hijos en Guatemala, y quien fue martirizado junto al Padre Maryknoll Bill Woods en 1976.
Numerosos misioneros laicos ya servían en Chile, Guatemala, Hong Kong, Japón, Perú y Bolivia cuando la asociación misionera laica Maryknoll se fundó oficialmente en 1975 como un programa conjunto de los Padres y Hermanos Maryknoll y las Hermanas Maryknoll. Por ejemplo, Carol Zuccarino, quien ya servía en Bolivia, y su esposo se unieron a la organización en 1980. Ahora, con más de 80 años de edad, ella es voluntaria en albergues en la frontera entre Estados Unidos y México.
El misionero laico Maryknoll Juan Gómez enseña computación en el colegio San Juan Bosco en Bolivia. (Nile Sprague/Bolivia)
En 1994, el programa de misiones laicas se reestructuró como una organización independiente, convirtiéndose en la Asociación Misionera Maryknoll de los Fieles, más conocida como Misioneros Laicos Maryknoll. Al dejar de ser un programa de las demás entidades Maryknoll, se constituyó al año siguiente como una organización sin fines de lucro con su propia junta directiva.
Desde 1975, casi 1.000 mujeres, hombres e hijos de misioneros han sido enviados a 35 países diferentes, dejando un legado de servicio y acompañamiento. Frank y Josie Cuda, de la primera generación oficial de 1975, recibieron el Premio Obispo McCarthy 2024 por dedicar toda su vida al desarrollo comunitario.
“Nuestra visión de nuestro ministerio se basaba en la creencia de que Dios ya estaba presente entre las personas a las que servíamos”, dice Frank Cuda. “Nuestro papel era reflejarles ese amor al apoyar sus esfuerzos por alcanzar su máximo potencial y profundizar así su confianza en sí mismos y en Dios”.
Respaldados en cinco valores fundamentales (vida sencilla, comunidad, regocijo, inclusión y humildad), en 2022 los Misioneros Laicos Maryknoll adoptaron la no violencia como eje rector de su enfoque misionero en el siglo XXI. La organización misionera laica está comprometida con la no violencia mediante la prevención, la intervención, la reconciliación y la restauración de toda la creación.
El misionero laico Maryknoll Rich Tarro ayuda a huérfanos del sida en Kenia. (Cortesía de MKLM/Kenia)
Joshua Sisolak, uno de sus miembros más recientes, afirma que MKLM “ofrece una forma radical de vivir la fe católica en el mundo actual”. Hijo de un misionero laico Maryknoll veterano, Sisolak comenzó su servicio misionero en Bolivia, tras ser enviado en una ceremonia en diciembre de 2024 junto con Marjorie Humphrey, Misionera Laica Maryknoll de larga trayectoria.
Humphrey, quien anteriormente había servido en Kenia, regresó a África Oriental para trabajar en ministerios de justicia restaurativa. “La misión es un llamado que permanece en nuestros corazones”, afirma. “Me siento muy bendecida de continuar este camino con Maryknoll”.
Actualmente, 40 misioneros laicos Maryknoll sirven en nueve países de África, Asia y América.
Aunque MKLM mantiene su sede en Ossining, Nueva York, la organización ha evolucionado continuamente para responder a las necesidades del mundo. Un cambio significativo se produjo en el 2023, cuando el Departamento de Servicios Misioneros se trasladó a El Paso, Texas.
Esta decisión estratégica ubicó su programa de orientación y formación para nuevos candidatos a misioneros en la frontera entre Estados Unidos y México, un lugar que facilita experiencias de primera mano de migración, justicia y encuentro. Este cambio refleja el compromiso de MKLM de estar presente donde más se necesita y de formar misioneros preparados para afrontar realidades cambiantes.
La misionera laica Maryknoll Coralis Salvador trabajó en un proyecto contra el sida, durante sus 19 años de misión en Mombasa, Kenia. Actualmente sirve a migrantes en El Paso, Texas. (Sean Sprague/Kenia)
MKLM también lanzó recientemente una nueva iniciativa de colaboración en El Paso con las Hermanas Maryknoll. Inspirada en la mariposa monarca —símbolo de migración, transformación y resiliencia— la Iniciativa Monarca Maryknoll busca empoderar a personas y comunidades a través de la educación, la advocacía y experiencias transformadoras.
Al ofrecer oportunidades de inmersión, participación comunitaria y talleres, la Iniciativa Monarca Maryknoll abordará temas como la migración, la justicia ambiental y el papel de la no violencia en los conflictos locales y globales.
Otro avance significativo en la trayectoria de la organización misionera laica es la expansión para incluir miembros internacionales. Históricamente, la membresía de MKLM se limitaba a ciudadanos o residentes estadounidenses. La Asamblea de Misión del 2022 inició un proceso para eliminar estas restricciones y dar la bienvenida a misioneros laicos de todo el mundo.
La asamblea estableció un plazo de tres años para implementar este programa piloto, y El Salvador fue seleccionado como el primer país para el reclutamiento. Esta decisión marca un cambio hacia una comunidad de misioneros más diversa a nivel global, que refleje mejor la naturaleza universal de la Iglesia y la misión que cumple.
Izq.: La misionera laica Louise Locke ministra a jóvenes y ancianos en Cochabamba, Bolivia, donde sirve desde el 2021. Recientemente, ella extendió su compromiso con los misioneros Maryknoll. (Cortesía de MKLM/Bolivia)
Hasta el momento, en 2025 tres candidatos de El Salvador ya han completado satisfactoriamente el proceso de admisión. El 2 de marzo se celebró una bendición de envío en la parroquia Cristo Salvador para Jackeline Gabriela Hernández de Vásquez, Wilber Ernesto Montoya Díaz y Ana Adela Morales Rodríguez. El 14 de marzo los tres candidatos partieron hacia Cochabamba, Bolivia, para un programa de orientación y formación. Al finalizar, permanecerán en misión en Bolivia.
Al celebrar su 50.º aniversario, MKLM lo hace con profunda gratitud a los misioneros, las comunidades y los patrocinadores que han hecho posible este camino. El legado de las últimas cinco décadas sirve como base para nuevas oportunidades y desafíos en la misión.
Al reflexionar sobre la rica historia y el sólido futuro de MKLM, Ramírez cita a la Madre Mary Joseph (Mollie Rogers), fundadora de las Hermanas Maryknoll: “Como sucede tan a menudo cuando nos detenemos a contemplar la obra de Dios, no nos queda sino maravillarnos y agradecer a Dios al darnos cuenta de lo poco que planeamos, lo poco que hemos alcanzado y sin embargo, lo mucho que se ha logrado”.
Imagen destacada: Dee Dungy, quien se unió a los Misioneros Laicos Maryknoll en 2011, se unió a un equipo pastoral que visitaba a ancianos y enfermos en el barrio marginal de Anlong Kngan, una comunidad de desplazados a las afueras de Phnom Penh, la capital de Camboya. Actualmente, atiende a refugiados en Kenia. (Sean Sprague/Camboya)