Por Delia Marie “Dee” Smith, M.M.
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
June 22, 2025
Gn 14:18-20 | 1 Cor 11:23-26 | Lk 9:11b-17
Hoy celebramos la solemnidad del cuerpo de Cristo nos dio cuando dijo: “Esto es mi cuerpo… Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él”.
Al crecer en el norte de Inglaterra, en un país predominantemente protestante, sabía desde una edad temprana lo importante que era asistir a la Misa del domingo y tomar parte de la Santa Comunión. Esto era para mostrarle a todos nuestros vecinos que yo era una verdadera católica, fiel a las enseñanzas de la iglesia doctrinal. A través de los años he modificado esta visión y he ampliado mi entendimiento de fe y testimonio. Mi idea de Comunión y de “sentarme a la mesa” se amplió sobremanera.
A través de mis 13 años como misionera en Kenia, África Oriental, y ahora mis 35 años como Hermana Maryknoll en Guatemala, Centroamérica, el partir el pan y beber el vino en Santa Comunión con los demás ha tomado nuevas tonalidades y significados.
Los más pobres de los pobres siempre te darán la bienvenida y te ofrecerán algo para sustentar el tiempo que pases con ellos. En Pokot, Kenia, los pastoralistas nómadas me ofrecían una tasa de amarga leche de cabra o una bebida de leche de camello en un recipiente embardunado con carbón para preservar el sabor de la leche. En Guatemala, siempre nos servían un vaso de fresco (una bebida helada de frutas como sandía, limón o naranja) cuando visitábamos hogares. Ahora también me aseguro de que haya fruta fresca en mi refrigerador para hacer mi propio fresco.
No importa lo humilde del hogar, siempre hay algo para que el invitado beba.
Durante el COVID todos aprendimos a “alabar” en línea y teníamos una pequeña galleta salada en frente del computador para compartir con los demás la Comunión. En ese momento de compartir, la distancia y la separación cesaron. Éramos uno y el mismo en el cuerpo de Cristo.
Compartir mi humilde tazón con los demás sigue siendo un desafío a pesar de que nunca me falta la comida o la bebida y compartir no supone un gran sacrificio. Sin embargo, el 80% de residentes con VIH en nuestro hospicio, vienen con no solo graves problemas de salud, sino también con síntomas de desnutrición crónica. Necesitamos alimentarlos primero y luego encargarnos de su salud. Cuando los residentes empiezan a responder a la nutrición saludable, sus vidas enteras cambian. Interactúan más con sus alrededores, sus niveles de energía aumentan y les interesa participar en el grupo.
Eso es lo que sucede cuando nos identificamos con Cristo como “cuerpo y sangre” de nuestra fe. Nos energizamos y salimos llenos de vida a tocar las vidas de los demás.
El mismísimo Jesús entendió la importancia de ofrecer comida y bebida para nutrir a la gente. Vemos a Jesús como una persona preocupada no solo con el bienestar de sus seguidores, sino también con sus necesidades físicas. Él sabía que nadie escuchaba a interminables sermones con el estómago vacío. También les enseñó a los discípulos a darle la bienvenida el extraño en sus propias mesas, a invitar a los marginados y olvidados a la comunión (la comunidad).
Ahora, con la elección de un nuevo papa —un papa que pasó años de misión en Perú— la Iglesia continúa enfrentando el desafío de alimentar a los hambrientos y saciar la sed de los sedientos que encontramos. El Papa León XIV se refirió a este punto en su primer discurso, enfatizando que todos son bienvenidos, que necesitamos ser inclusivos dado que la Iglesia y la fe son un derecho de todos. Dijo: “Estamos todos en las manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos, tomados de la mano con Dios y entre nosotros sigamos adelante. Somos discípulos de Cristo”.
¿Cómo podemos como cristianos llevar este desafío que el Papa León nos plantea hacia el futuro?
La Hermana Maryknoll Delia Marie (Dee) Smith nació en Inglaterra. Su primera misión en el extranjero fue en Guatemala, donde continuó su ministerio con personas con SIDA a través de programas educativos y asesoramiento. Con el tiempo, la Hermana y otros misioneros fundaron Project Life. La misionera también sirve a migrantes en la frontera de Guatemala y México.
Para leer otras reflexiones bíblicas publicadas por la Oficina de Maryknoll para Asuntos Globales, haga clic aquí.
Imagen destacada: Foto del Papa León XIV celebrando la comunión durante su Misa inaugural en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. (Mazur/cbcew.org.uk via Flickr/Ciudad del Vaticano)