Por Gina Christian, OSV News
(OSV News) — En medio de las redadas de detención de inmigrantes en Louisiana –parte de una campaña nacional en curso de la administración Trump–, el obispo Michael G. Duca de Baton Rouge ha emitido una dispensa de la obligación de asistir a Misa para aquellos que temen por su seguridad.
«Mediante la presente otorgo una dispensa de la obligación de participar en la Misa a aquellos Católicos que, con razón, temen participar debido a su miedo», escribió el obispo de Baton Rouge.
La dispensa, anunciada en un comunicado del 4 de diciembre publicado (en inglés y español) en la página web de la diócesis, se aplica a los domingos y días de precepto, y «será válida hasta que el fiel Católico determine que es seguro volver a asistir a misa o hasta que se revoque o modifique la misma».
El obispo Duca agregó que «quienes decidan quedarse en casa deberían reunirse en familia y dedicar tiempo a la oración para santificar el Domingo del Señor».
«Leer las lecturas de la Misa diaria, rezar el rosario o recitar una novena pidiendo protección, estas son prácticas espirituales alternativas adecuadas para quienes aceptan esta dispensa», instruyó.
El obispo Alberto Rojas de San Bernardino, California, emitió una dispensa similar el 8 de julio, y la Diócesis de Nashville proporcionó orientación en mayo sobre las obligaciones de asistir a Misa durante las redadas de inmigración en el estado de Tennessee.
El obispo Duca dijo el 4 de diciembre que su decisión, la cual se produce pocas semanas después del mensaje pastoral especial sobre inmigración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos del 12 de noviembre, fue emitida «con tristeza» y «en estos momentos de incertidumbre».
«Con una gran tristeza, me veo obligado a escribir a los fieles de Baton Rouge», dijo, y se refirió a «la reciente y publicitada llegada de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al Sur de Louisiana y al área metropolitana de Baton Rouge «, señalando que «muchos fieles temen sinceramente las medidas de control migratorio» lo que les impide asistir a Misa los domingos y días festivos de precepto.
Policía local evalúa colaborar con ICE
El 3 de diciembre, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció la operación «Catahoula Crunch», llamada así por una raza de perro nativa de Louisiana, que, según la agencia, tenía como objetivo a «inmigrantes indocumentados criminales que andan libres gracias a las políticas de santuario que obligan a las autoridades locales a ignorar» las órdenes de detención de ICE.
Si bien los funcionarios estatales, incluido el gobernador de Louisiana, Jeff Landry, han respaldado la represión migratoria de la administración Trump, Nueva Orleans había prohibido desde 2016 que sus agentes ayuden a las autoridades federales de inmigración, excepto en casos limitados, y es una ciudad santuario.
El departamento de policía de Baton Rouge, en cambio, está actualmente en conversaciones con funcionarios federales para participar en el programa 287(g) de ICE, que hace referencia a una sección de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que autoriza a ICE a delegar ciertas acciones de control, como la identificación y el arresto, a las fuerzas del orden estatales y locales, que trabajan bajo la supervisión de ICE.
Los defensores de los inmigrantes en Louisiana han denunciado detenciones de ciudadanos estadounidenses en las redadas y han acusado a los funcionarios del ICE de discriminación racial.
En Marrero, un suburbio de Nueva Orleans, imágenes de cámaras de seguridad mostraron a una mujer de 23 años, identificada por NBC News como Jacelynn Guzmán, ciudadana estadounidense, siendo perseguida el 4 de diciembre por agentes de inmigración enmascarados mientras corría hacia su casa. Guzmán dijo al medio de comunicación que les había dicho repetidamente que era ciudadana estadounidense. Los agentes se detuvieron en el límite de la propiedad, cuando el padrastro de Guzmán les ordenó que se marcharan.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dijo más tarde que «la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos estaba llevando a cabo una operación de control de inmigración dirigida contra un extranjero ilegal delincuente previamente acusado de delito grave de robo y condenado por posesión ilegal de propiedad robada», y «se encontró con una mujer que coincidía con la descripción del objetivo».
Temor a redadas afecta a comunidad hispana
Los agentes «determinaron que la persona en cuestión no era el objetivo» y todos «abandonaron la zona» sin realizar ningún arresto, según el DHS.
En su mensaje, en el que mencionaba el temor que la gente tiene a las medidas de control de la inmigración, el obispo Duca dijo que «estas expulsiones afectan no solo a nuestros hermanos y hermanas Hispanos Católicos, sino también a refugiados e inmigrantes de todas las denominaciones de otras naciones que conforman la rica cultura de nuestras comunidades locales».
«Estos son nuestros vecinos, compañeros de trabajo y feligreses», dijo el obispo.
A fecha de 16 de noviembre, más de 65.000 personas se encuentran bajo la custodia del ICE, de las cuales el 73,6% no tiene condenas penales y muchas de las que sí las tienen son por delitos menores, como infracciones de tráfico, según el Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad de Syracuse.
El Pew Research Center ha informado de que casi la mitad de los latinos del país (47%) afirman sentirse menos seguros en sus barrios debido a las campañas de deportación de la Administración Trump.
Las rutinas diarias de los latinos se han visto afectadas, según los encuestados por Pew, ya que el 19% ha cambiado recientemente sus actividades cotidianas por temor a que se les pida que demuestren su situación legal, y el 11% afirma que ahora lleva consigo con más frecuencia la documentación que acredita su ciudadanía o su situación migratoria.
Además, algunos latinos «están realizando ciertas actividades con menos frecuencia en los últimos meses», y han informado a Pew que están evitando los eventos comunitarios o culturales locales (10%), hablar un idioma distinto del inglés (9%), las reuniones familiares y con amigos (9%), ir a comprar (8%) y asistir a servicios religiosos (7%).
«La seguridad nacional y la protección de la dignidad humana no son incompatibles», afirmó el obispo Duca. «Debemos abogar por una solución justa a esta difícil situación en nuestro país».
¿Qué dice la doctrina social de la Iglesia en materia de inmigración?
La doctrina social católica sobre la inmigración equilibra tres principios interrelacionados: el derecho de las personas a migrar para asegurar su sustento y el de sus familias, el derecho de un país a regular sus fronteras y controlar la inmigración, y el deber de una nación de regular sus fronteras con justicia y misericordia.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que «las naciones más prósperas tienen el deber de acoger, en cuanto sea posible, al extranjero que busca la seguridad y los medios de vida que no puede encontrar en su país de origen» (Catecismo, 2241).
En su declaración del 4 de diciembre, el obispo Duca instó a los fieles a que «oremos por los afectados directamente, especialmente durante este tiempo de Adviento, un tiempo en el que deberíamos estar anticipando la alegría de la Navidad, rodeados de nuestra familia para celebrar, en lugar de experimentar la ansiedad y el miedo».
Citó la exhortación apostólica del Papa León XIV, «Dilexi Te» («Te he amado»): Dios «se preocupa particularmente de aquellos que son discriminados y oprimidos, pidiéndonos también a nosotros, su Iglesia, una opción firme y radical en favor de los más débiles».
«A través de nuestras oraciones y acciones, que quienes sufren sepan que las palabras de Jesús se dirigen personalmente a cada uno de ellos», concluyó el obispo Duca.
Imagen destacada: El obispo Michael G. Duca, de Baton Rouge, Luisiana, interviene durante una sesión celebrada el 17 de noviembre de 2021 en la asamblea general de otoño de la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos en Baltimore. En medio de las redadas de detención de inmigrantes en Luisiana, el obispo Duca emitió el 4 de diciembre de 2025 una dispensa de la obligación de asistir a misa para aquellos católicos que “temen legítimamente participar en la misa debido a su miedo”. (OSV News/Bob Roller)
