Un grupo de hermanas y afiliados Maryknoll llegaron a Ossining, NuevaYork, para unirse a una asociación de oración. (Shirley King, M.M./Nueva York)
Hermanas Maryknoll y afiliados Maryknoll se unen en un ministerio espiritual para el mundo
Cindy Korb escuchaba atentamente cómo la Hermana Maryknoll Dorothy McGowan hablaba sobre la vida en Timor Oriental, donde sirvió como misionera durante 25 años. Korb no solo estaba siendo cortés, quería aprender todo lo que pudiera sobre el país por el que estaría orando como compañera de oración de la Hermana McGowan.
Korb es una de los cinco afiliados Maryknoll del capítulo de Albany, Nueva York, que se han asociado con una hermana Maryknoll para rezar por la intención misionera especial de esa hermana. “Juntas, Dorothy y yo estamos construyendo un puente hacia la gente de Timor Oriental cuando oramos por ellos”, dice Korb.
Tal respuesta deleita a Richard Lessard, presidente de la junta de los Afiliados Maryknoll y miembro del capítulo de Albany, a quien se le ocurrió la idea de la asociación de oración entre las dos expresiones de Maryknoll. “Hace un año, estaba en el centro de las Hermanas Maryknoll en una reunión y pensé: ‘¿No sería bueno si pudiéramos tener visitas individuales con las hermanas?’”, recuerda Lessard. “Creo que es de vital importancia para el futuro de Maryknoll que todas sus expresiones busquen continuamente formas de fortalecer los lazos dentro de nuestra familia Maryknoll”.
Orar por Necesidades Globales
Lessard se enteró de que muchas de las hermanas Maryknoll que ya no pueden ministrar en el extranjero continúan sirviendo al mundo rezando por sus misiones anteriores y otras necesidades globales. Cada junio participan en una ceremonia en la cual se comprometen con su ministerio de oración y son enviadas a vivirlo a través de su oración diaria.
Afiliado Maryknoll Ed Dugrenier y la hermana Elizabeth Salmon sonríen después de recibir su asignación para rezar por Nicaragua. (Shirley King, M.M./Nueva York)
La Afiliada Maryknoll Eleanor Tunny (Izq.) y su compañera de oración, la Hermana Maryknoll Kathleen Higgins, se conocen antes de la ceremonia de asociación. (Shirley King, M.M./Nueva York)
“Pude ver esta asociación como una oportunidad para colaborar con las hermanas Maryknoll mientras vivimos nuestro propio llamado a la misión”, dice Lessard. Los afiliados Maryknoll, señala, son personas de todos los ámbitos de la vida organizadas en capítulos locales comprometidos con cuatro valores fundamentales: visión global, espiritualidad, comunidad y acción.
A través de la Hermana Maryknoll Genie Natividad, coordinadora de la comunidad Chi-Rho para hermanas Maryknoll mayores en Nueva York, Lessard recibió los nombres y ministerios espirituales de las hermanas que ofrecieron asociarse en oración con afiliados de Albany. Lessard presentó la lista a su capítulo de afiliados y emparejó a cada hermana con un afiliado que se sintió atraído por su ministerio.
Cindy Korb, que había servido con su esposo John como misioneros laicos Maryknoll en Kenya, aprovechó la oportunidad para rezar por Timor Oriental, donde siempre había querido servir. El afiliado Ed Dugrenier, quien recientemente participó en un viaje de inmersión misionera a El Salvador, eligió orar por Nicaragua como asociado de la Hermana Elizabeth Salmon.
Lessard dice que seleccionó a su compañera de oración en función de la persona y no de un lugar. “Busqué en Google a la Hermana Marion Puszcz y aprendí que ella se formó en Albany como obstetra/ginecóloga”, dice, y agrega que también aprendió que ella sirvió en Kenya, Tanzania y Nicaragua, y en la comunidad contemplativa de las Hermanas Maryknoll. Aceptó la invitación para expandir su conciencia mundial uniéndose a la hermana Puszcz en oración por la gente de Bangladesh, a quien ella sirvió con sus habilidades médicas.
Eleanor Tunny se convirtió en compañera de la Hermana Kathleen Higgins, quien reza por la paz y las prisioneras, incluida una mujer condenada a muerte en California con la que se manda cartas. La afiliada Santa Orlando se unió a la Hermana Mary Boyce para orar por toda la creación. “¡Eso lo abarca todo!”, dice Orlando.
Primera reunión de oración en Maryknoll
El 28 de junio, los cinco afiliados viajaron dos horas desde Albany a Ossining para aceptar públicamente sus misiones. Antes de la ceremonia, los socios pudieron pasar un tiempo para conocerse y, con suerte, comenzar una relación continua. Encontraron muchos puntos en común. “La hermana Mary Boyce y yo compartimos un profundo amor por la naturaleza”, dice Santa Orlando. “Aceptamos las cosas y no le tememos al cambio”.
Ed Dugrenier descubrió que él y la hermana Salmon tocan un instrumento musical y “tienen un cariño particular por la gente de Centroamérica”.
La Hermana Maryknoll Ellen McDonald lee una reflexión de la fundadora de las Hermanas Maryknoll frente a un grupo de hermanas y afiliados Maryknoll en Ossining, NuevaYork. (Shirley King, M.M./Nueva York)
La hermana Numeriana Mojado, izq., vice presidenta de las Hermanas Maryknoll, saluda a la hermana Marion Puszcz y al afiliado Maryknoll Richard Lessard, quienes estarán rezando por Bangladesh. (Shirley King, M.M./Nueva York)
En su intercambio con Cindy Korb, la hermana McGowan descubrió que “Cindy está comprometida con la oración”, dice ella. “Después de cinco minutos, supe que estaba bendecida”.
Ceremonia de Comisionamiento
En la ceremonia de comisionamiento, la hermana Natividad les recordó: “Ustedes están siendo llamados a participar en la misión de amor, misericordia y compasión de Dios”.
La Hermana Teruko Ito, miembro del equipo de liderazgo de las Hermanas Maryknoll, dijo: “Estamos haciendo historia en nuestra colaboración misionera”.
Los compañeros oraron juntos. Se llamó a cada afiliado y se le entregó una tarjeta con la misión asignada y una rosa de su compañera de oración como señal de su ministerio compartido. Los afiliados regresaron a casa, animados por la experiencia. “Mi esperanza es expandir esto a otras hermanas y afiliados”, dice Richard Lessard.
Dugrenier tomó prestadas las palabras de Thomas Merton para resumir por qué esta asociación de oración es importante: “No encontramos el significado de la vida por nuestra cuenta; lo encontramos junto a alguien”.