Por Rhina Guidos, Catholic News Service
WASHINGTON (CNS) — A mediados de septiembre, la administración de Joe Biden decidió reiniciar y expandir un programa de inmigración destinado a reunir a padres inmigrantes, que se encuentran en Estados Unidos, con sus hijos que quedaron atrás en Centroamérica.
El 13 de septiembre, el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional anunciaron que el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos está aceptando nuevas solicitudes como parte del Programa de Menores Centroamericanos.
Dicho programa permite que ciertos padres migrantes — y ahora, la expansión de elegibilidad también incluye a ciertos tutores legales — soliciten traer niños de El Salvador, Guatemala, y Honduras, incluso si algunos de los adultos solo tienen un permiso temporal o tienen casos pendientes que luego determinarán si pueden quedarse en territorio estadounidense.
Aquellos que pueden presentar una petición incluyen inmigrantes con residencia permanente legal, o con Estatus de Protección Temporal, y otros con una variedad de casos pendientes en la corte de inmigración (presentados antes del 15 de mayo de 2021), dijo un comunicado de prensa del Departamento de Estado.
“Estamos firmemente comprometidos a dar la bienvenida a las personas a los Estados Unidos con humanidad y respeto, y a reunir a familias. Estamos cumpliendo nuestra promesa de promover una migración segura, ordenada y humana desde Centroamérica a través de esta expansión de vías legales para buscar protección humanitaria en los Estados Unidos”, decía el comunicado.
Migrantes de Ciudad Acuña, México, caminan por el Río Bravo cerca del Puente Internacional entre México y Estados Unidos el 18 de septiembre de 2021 (Foto de CNS / Go Nakamura, Reuters)
El anuncio se produce cuando menores indocumentados de Centroamérica continúan llegando a la frontera de Estados Unidos en cantidades cada vez mayores. La decisión de reabrir el programa parece ser parte de una estrategia destinada a disuadir a centroamericanos enviar a niños solos en una peligrosa travesía a la frontera y, en cambio, presentar trámites de refugio o asilo para ellos desde sus países de origen.
Días después del anuncio, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informaron y publicaron una foto de una niña de 2 años y un bebé que habían sido abandonados entre pastos en la orilla de un río cerca de Eagle Pass, Texas.
Robert García, jefe de patrullas de CBP para el sector de Del Rio en Texas, tuiteó el 14 de septiembre una foto de los dos niños, hermanos de Honduras, que parecían estar escondidos entre un follaje alto y un agente quien intervenía para sacarlos.
“La atención al detalle que demuestran nuestros agentes mientras realizan sus funciones puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, tuiteó García. “Es desgarrador y frustrante saber que hay niños abandonados sin remordimiento ni preocupación por su vida y bienestar”.
En 2017, el entonces presidente Donald Trump puso fin al programa de petición de menores — conocido como CAM por sus siglas en ingles — que comenzó en 2014 por el entonces presidente Barack Obama para responder a un aumento diferente de menores en la frontera. Desde entonces, sin embargo, las cifras han seguido aumentando.
Una imagen de satélite muestra a migrantes junto al Puente Internacional en la frontera de México-Estados Unidos, cerca de Del Rio, Texas, 18 de septiembre de 2021. (Foto de CNS / Imagen satelital de Maxar Technologies, folleto a través de Reuters)
Las estadísticas de CBP mostraron que más de 76,000 menores ingresaron a los EE. UU. durante el año fiscal 2019, año en que se estableció un récord. Sin embargo, el año fiscal 2020, que finaliza el 30 de septiembre, superará esa cifra; hasta el 6 de julio, las últimas cifras disponibles de CBP, muestran que las entradas de menores no acompañados para el año fiscal 2020 habían superado los 93,500.
La administración de Biden ha sido duramente golpeada por todos los lados políticos, incluida su base, criticando las condiciones de hacinamiento y la continua detención de niños bajo custodia de inmigración.
Durante una visita el 12 de agosto a Brownsville, Texas, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, abordó algunas de estas críticas y señaló que las condiciones estaban mejorando y que la administración estaba trabajando para implementar “vías ordenadas para que los migrantes soliciten ayuda en virtud de nuestras leyes, sin tener que tomar el peligroso viaje hacia el norte”.
Los agentes de CBP han informado cada vez más incidentes de contrabandistas que abandonan a menores en la frontera, incluyendo un incidente del 26 de agosto que involucró a 20 menores que caminaban solos cerca de un dique. La agencia también ha documentado a traficantes que tiran a niños por encima del muro desde el lado de México hasta Estados Unidos.
“Las organizaciones criminales transnacionales continúan explotando a la población más vulnerable: niños de países extranjeros”, expresó la jefa de sector de CBP de El Paso, Gloria Chávez, en un comunicado. “Ellos son responsables de poner en riesgo la vida de miles de niños no acompañados, manipulando a sus padres y luego abandonando a sus hijos en la frontera”.
Images destacada: Migrantes en Del Rio, Texas, descansan cerca del Puente Internacional entre México y Estados Unidos el 16 de septiembre de 2021 (Foto CNS/Go Nakamura, Reuters)