El Padre Lam Hua, quien emigró de Vietnam de niño, aporta una perspectiva más joven al nuevo equipo de liderazgo de Padres y Hermanos Maryknoll.
A sus 36 años, el Padre Lam Hua es el sacerdote más joven de Maryknoll. Por eso se sorprendió cuando los delegados del XIV Capítulo General lo eligieron como miembro del Consejo General de los Padres y Hermanos Maryknoll. Pero recordó lo que él mismo les dice a los jóvenes que están considerando una vocación misionera: Solo estén abiertos al Espíritu Santo.
El padre Hua seguirá ese consejo al asumir nuevas responsabilidades para servir a la Sociedad. También recurrirá a su energía juvenil y su capacidad para escuchar las necesidades de la gente, una habilidad que se cultivó en él, dice, como párroco de una parroquia en crecimiento en Mabatini, Tanzania. “Me ha permitido estar realmente cerca de la gente y creo que ese tipo de experiencia en las relaciones me ayudará en este trabajo”, dice.
Nacido cerca de la provincia costera de Da Nang, en Vietnam, el padre Hua dice que aprendió a amar a Dios por medio de sus padres llenos de fe, quienes eran cultivadores de arroz. Él tenía 7 años cuando su familia emigró a Tacoma, Washington, donde él y su hermano menor comenzaron la escuela pública. Lam fue monaguillo en su parroquia de St. Rita y se unió a los Boy Scouts, lo que dice que le ayudó a perfeccionar su liderazgo y sus habilidades interpersonales.
Cuando fue adolescente y era voluntario en su parroquia, su párroco, un sacerdote jesuita, le dio una copia de la revista Maryknoll. El joven Hua se sintió atraído por las imágenes del padre Vincent Cole viajando río arriba en una balsa para celebrar la misa en la remota Irian Jaya (Papúa Occidental), Indonesia. “Quiero hacer eso como sacerdote”, recuerda haber pensado.
Hua asistió a la Universidad Saint Xavier en Chicago y se mantuvo en contacto con el director de vocaciones de Maryknoll. Durante esos años universitarios, hizo un viaje a Camboya y visitó a los misioneros Maryknoll. Lo más notable para él fue acompañar al difunto padre James Noonan a ver pacientes con SIDA.
“Cómo los cuidaba, los tocaba, asegurándose de que supieran que no estaban solos en todo esto … realmente me inspiró”, dice. “Ese momento solidificó mi deseo de unirme a Maryknoll”. Después de graduarse de la universidad en 2007, hizo precisamente eso.
Hua estudió en la Unión Teológica Católica en Chicago y pasó dos años entrenando en Tanzania antes de ser ordenado sacerdote Maryknoll en 2014. Regresó a Tanzania y se convirtió en párroco de la Iglesia de la Transfiguración en Mabatini, donde ministró a más de 500 familias, divididas en 29 pequeñas comunidades cristianas, y apoyó el ministerio de salud integral de la parroquia.
“Decimos que, ‘Cristo vive en Mabatini’”, dice el padre Hua. “Nuestros feligreses transfiguran constantemente a Cristo cuidándose unos a otros, compartiendo las alegrías y dificultades de los demás y celebrando los sacramentos. Somos una familia en el Señor”.
El padre Hua dice que su conexión con otros miembros más jóvenes de la Sociedad le permitirá compartir sus preocupaciones y esperanzas para el futuro de Maryknoll, la Iglesia y la misión.
El capítulo “renovó y reafirmó nuestro compromiso de estar en misión, de que Maryknoll sirva como instrumento de Dios”, dice. “Dios abrirá puertas y obrará maravillas”.
Imagen destacada: El padre Lam Hua hablando con Victoria Maltini (derecha), Mabatini, Mwanza, Tanzania. (Nile Sprague / Tanzania)