Líderes reflexionan sobre las raíces y el futuro de la pastoral hispana en Estados Unidos
En abril, Elisabeth Román les dio la bienvenida a 400 líderes al VI Congreso Nacional Católico Raíces y Alas diciendo: “Es la hora de los hispanos en Estados Unidos y en espíritu de sinodalidad construiremos puentes de comunión, participación y misión”.
El Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (NCCHM por sus siglas en inglés), del cual Román es presidenta, nuevamente convocó a las principales instituciones católicas de ministerio hispano en EE.UU. para ver la realidad actual del ministerio hispano, reflexionar e identificar nuevos caminos y motivarnos a actuar.
“Raíces y Alas es un fuerte evento eclesial pues marca el clima de la renovación que el papa nos pide para toda la Iglesia que se construye con sinodalidad”, dijo el Dr. Rodrigo Guerra López, secretario de la comisión pontificia para Latinoamérica en el Vaticano. El Papa Francisco define la sinodalidad como la “comunión eclesial fundada por la comunión trinitaria … (que) debe animar la conversión y reforma de la Iglesia a todo nivel”.
Simbólicamente, las raíces nos ayudan a no perder la memoria de un pueblo que ha tenido un largo caminar y que ha sido plasmado en la historia y tradición del catolicismo en EE.UU. “Los hispanos católicos en Estados Unidos respetamos mucho la tradición pues tenemos raíces muy profundas en el catolicismo latinoamericano”, dijo el Padre Allan Figueroa Deck, S.J. Él es co-fundador de NCCHM, ha ayudado a convocar a los congresos de Raíces y Alas, y contribuyó en los cinco Encuentros de Pastoral Hispana que desde la decada de 1970 han marcado el caminar del pueblo católico hispano en Estados Unidos.
Con el lema “Voces Proféticas: Ser puentes para una nueva época”, este congreso profundizó en las prioridades pastorales identificadas por el V Encuentro: Familia, Pastoral Juvenil (Jóvenes y Jóvenes Adultos), Justicia Social y Formación.
Vine a este evento representando a la Sociedad Maryknoll, la cual está tratando de unir lazos con estas instituciones nacionales para identificar áreas de colaboración. Además, queremos ver de qué manera el proceso de este tipo de reuniones informa lo que Maryknoll quiere realizar para animar a la comunidad hispana en misión.
Durante cuatro días, líderes dedicados a servir a la comunidad hispana, junto a obispos de EE.UU. y Latinoamérica vinieron a Washington D.C. para hablar, ser escuchados y discernir en sinodalidad. Discernimos cómo las cuatro prioridades están interconectadas y cómo informan el trabajo pastoral. Los resultados de este congreso serán entregados a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para elaborar un plan pastoral hispano a nivel nacional.
Es en la familia donde se vive la fe, se evangeliza. Se transmiten valores. Los dones y talentos de nuestros hijos se descubren y se cultivan las diversas vocaciones. “Ninguna institución o persona tendrá tanta influencia en el desarrollo humano y espiritual de una persona como lo hacen los padres y cónyuges”, enfatizó la Dra. Dora Tobar, líder de la recién fundada Federación para la Pastoral Familiar Hispana. “La misión doméstica de los padres es vital para la promoción de las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa”.
Participantes de Raíces y Alas firman una pancarta de La RED (National Catholic Network de Pastoral Juvenil Hispana). La juventud representa las “alas” de la Iglesia. (Jesús Picón, NCCHM/EE.UU.)
El Arzobispo Christophe Pierre (dcha.), nuncio apostólico en Estados Unidos, celebró una Misa en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington durante Raíces y Alas. (Jesús Picón, NCCHM/EE.UU.)
Las familias hispanas en Estados Unidos demuestran fortalezas, pero también encuentran muchos desafíos. El modelo de “familia extendida”, por ejemplo, favorece al sentido cristiano de comunidad. Así mismo, la fe y cultura heredada de Latinoamérica infunde una profunda religiosidad popular que, bien orientada, puede continuar transmitiendo la fe. Entre los desafíos se mencionaron: separación familiar, secularización, polarización, machismo, violencia doméstica, migración, etc. Para que las familias hispanas sean auténticas iglesias domésticas, es necesario vigorizar la formación de parejas y padres.
El congreso hizo eco de las palabras del Papa Francisco: los jóvenes son el “ahora de Dios”. Un tercio de los participantes fueron jóvenes adultos, representando a las “alas” del ministerio hispano.
“Dar la bienvenida a los jóvenes en nuestras comunidades es tarea de todos”, dijo Martín Soros de 17 años, de la Arquidiócesis de Washington, “Necesitamos que la Iglesia nos escuche. Espero que podamos ver en cada joven, un joven que posiblemente está en peligro de dejar la Iglesia. Por eso cada sonrisa, cada mirada, cada pregunta, cada reconocimiento de que existen, decirles que la Iglesia los ama y los quiere ver allí”.
Necesitamos nuestras “alas” para visualizar y realizar nuestro sueño de una Iglesia y un mundo mejor. Por eso, la Red Nacional de Pastoral Juvenil Hispana habló de su plan “La década de los jóvenes”, una forma de responder a las iniciativas del Espíritu Santo, teniendo en cuenta el V Encuentro y la encíclica Christus Vivit.
“Necesitamos cultivar vocaciones al discipulado cristiano”, dijo Hosffman Ospino, profesor de ministerio hispano de Boston College, al hablar de la formación a los jóvenes. “Y de allí cultivar vocaciones a la vida sacerdotal, vida religiosa y laical para que estos jóvenes que han nacido en EE.UU. puedan ser los nuevos líderes”.
Ospino argumenta que en la actualidad la mayoría de sacerdotes y religiosos que sirven a la comunidad hispana son inmigrantes de países latinos y esto crea un desbalance en la formación de nuestros jóvenes mayormente nacidos en EE.UU. Él concluye que se necesita invertir en nuevas estructuras en la formación para tener “más estudiantes y maestros hispanos en programas de teología … y así poder servir a esta nueva generación.”
Elisabeth Román, presidenta del Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (derecha), sonríe con las participantes y líderes Susana Nuin (centro) y María José Centurión. (NCCHM, Jesús Picón/EE.UU.)
Participantes del encuentro Raíces y Alas rezan durante la Misa en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington el 27 de abril de 2022. (CNS vía USCCB/EE.UU.)
El congreso incluyó un día de abogacía en el Capitolio en donde los participantes tuvieron la oportunidad de practicar su responsabilidad política exigiendo una reforma migratoria justa e integral. El Obispo Mario Dorsonville-Rodríguez, presidente del comité de migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, recalcó que la fe sin acciones es una fe muerta.
“Nuestra abogacía, nuestra voz, nuestra presencia para poder continuar dando importancia a la persona humana, es fundamental”, agregó.
El papa se dirigió a los participantes por medio de un video exhortándonos, “a reflexionar sobre la necesidad de ser cristianos que transformen las estructuras y puedan crear puentes en todos los sectores de la sociedad”.
Representando a Maryknoll en este congreso estuve identificando el carisma misionero. La comunidad hispana en Estados Unidos es un pueblo en movimiento, capaz de transformar las estructuras y vivir la doctrina social de la Iglesia. Fue un recordatorio esperanzador de que cuando dialogamos, discernimos y actuamos como Pueblo de Dios, ejercitamos nuestras voces proféticas.
Imagen destacada: Participantes de la reunión Raíces y Alas concurrieron al Capitolio de los Estados Unidos en Washington, D.C., el 27 de abril del 2022 para abogar por una reforma migratoria. (CNS/EE.UU.)