Por Carol Glatz, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Con motivo del Día Mundial de los Migrantes y Refugiados, el papa Francisco pidió a todos a trabajar juntos para construir un futuro más inclusivo y fraterno.
“Los migrantes deben ser bienvenidos, acompañados, apoyados e integrados”, dijo el 25 de septiembre antes de rezar el Ángelus con personas reunidas para una Misa al aire libre de clausura del Congreso Eucarístico Nacional de Italia en la ciudad de Matera.
“Renovemos nuestro compromiso de construir el futuro de acuerdo con el plan de Dios: un futuro en el que cada persona encuentre su lugar y sea respetada; en el que los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata de personas vivan en paz y con dignidad”, dijo.
“Es también gracias a esos hermanos y hermanas que las comunidades pueden crecer a nivel social, económico, cultural y espiritual; y el compartir las diversas tradiciones enriquece al pueblo de Dios”, dijo. “¡Trabajemos todos juntos para construir un futuro más inclusivo y fraterno!”
El papa también hizo llamados urgentes por la paz en Myanmar, Ucrania y Camerún.
Al referirse a la crisis en Myanmar, el papa dijo que “durante más de dos años ese noble país ha sido martirizado por graves enfrentamientos armados y violencia, que han causado muchas víctimas y desplazados”.
“Esta semana escuché el grito de dolor por la muerte de los niños en una escuela bombardeada. Se ve que hoy se ha vuelto una moda bombardear las escuelas”, dijo.
“¡Que el llanto de estos pequeños no pase desapercibido!” dijo el papa. “¡Estas tragedias no deben suceder!”
Niños de Centroamérica en un campamento de migrantes en Reynosa, México, 1 de abril de 2022. (Foto CNS/Veronica G. Cardenas, Reuters)
Al menos 13 personas murieron, 11 de ellos niños, cuando fueron atacados por ataques aéreos de helicópteros y por tropas afiliadas a la junta militar gobernante del país el 16 de septiembre. Se informó que otros 15 niños desaparecieron de la escuela en un monasterio budista en el pueblo de Let Yet Kone, en el centro norte de Myanmar.
El gobierno, administrado por militares de Myanmar, ha negado dar informes de quien fue responsable del ataque aéreo, mientras que testigos dijeron a la agencia de noticias The Associated Press y otros medios de comunicación el 20 de septiembre que dos helicópteros dispararon contra la escuela durante aproximadamente una hora, tras una redada de decenas de soldados que dispararon sus armas; Luego, los soldados se llevaron a más de una docena de niños, informaron AP y UNICEF.
Entre sus otros llamamientos, el papa Francisco rezó para que “María, Reina de la Paz, consuele al pueblo ucraniano martirizado y obtenga de los jefes de las naciones la fuerza de voluntad inmediata para encontrar iniciativas efectivas para poner fin a la guerra”.
El papa también dijo que quería unirse a los obispos de Camerún para pedir la liberación de nueve personas, incluidos cinco sacerdotes y una religiosa, secuestradas en la diócesis de Mamfe.
“Rezo por ellos y por las poblaciones de la provincia eclesiástica de Bamenda: que el Señor dé paz a los corazones y a la vida social de ese amado país”, dijo el papa.
El incidente ocurrió el 16 de septiembre en la iglesia católica Santa Maria, que también fue incendiada, en Nchang, en el suroeste de Camerún. Los secuestradores, identificados solo como separatistas, pedían a la iglesia que pagara un rescate de $50,000, una solicitud que la iglesia ha rechazado.
Durante unos seis años, Camerún se ha estado recuperando de una guerra separatista, con personas en las dos regiones de habla inglesa del país que luchan para separarse y formar una nueva nación a la que llaman Ambazonia.
Cifras oficiales indican que al menos 4,000 personas han muerto, más de 700,000 han sido desplazadas y unas 70,000 han encontrado refugio en Nigeria.
Imagen destacada: El papa Francisco habla mientras celebra misa de clausura del Congreso Eucarístico Nacional de Italia en el estadio municipal de Matera, Italia, el 25 de septiembre de 2022. (Foto CNS/Vatican Media)