El Padre Maryknoll Rodrigo Ulloa-Chavarry y la promotora de educación misionera Maryknoll Sarahi Unzueta acompañaron a jóvenes católicos de Estados Unidos durante la reunión de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal. Aquí compartimos los testimonios de algunos peregrinos. (Las conversaciones han sido editadas y condensadas para mayor claridad).
Para leer más sobre la JMJ 2023, lea el artículo: “Jóvenes se Levantan en la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal”, por Giovana Soria.
Allison Chou, 26, Seattle
Fue genial ver a muchos católicos en la JMJ, simplemente interactuando y encontrándose unos con otros, porque donde vivo no hay muchos católicos. Es difícil encontrar una comunidad católica en Seattle. Durante el último año he estado intentando involucrarme más en mi fe. Pensé que unirme a este evento sería una buena manera de hacerlo. El mundo se está volviendo cada vez más secular, por eso es muy importante afirmar la fe y salir a evangelizar a los demás. Siento que es muy fácil, al vivir en los Estados Unidos, quedar atrapado en una burbuja y no considerar a las personas de otros países del mundo. Tenemos que ser conscientes de que hay otras personas que comparten la misma fe. Todos los peregrinos que conocí fueron muy amables y acogedores. Tener la oportunidad de conocer jóvenes de todo el mundo ha sido una gran experiencia. Tenemos que tener en cuenta que sus vidas son tan importantes como la nuestra y que estamos unidos por el amor de Dios.
Jason Appelgate, un milenial, Seattle
Esta experiencia ha sido simplemente de alegría, felicidad desbordante y una gran oportunidad en mi vida. En esta peregrinación reflexioné sobre el lema de “partir sin demora” con todos los jóvenes del mundo. Debemos trabajar juntos para alcanzar el Reino de Dios. Fue alentador ver a jóvenes reunidos con tanta energía para la Iglesia y Dios. Si trabajamos juntos y nos coordinamos en todo el mundo, podemos tener mucho éxito en la defensa de la Iglesia. Había muchos santos entre la multitud y los santos salían a difundir la Buena Nueva. Dios nos da un tiempo muy corto en la vida, y debemos ser muy intencionales al usar ese tiempo de una manera sabia y prudente y asegurarnos de hacer las cosas buenas de Dios. Y ese es un buen reflejo de mi vida. No debo posponer todas las cosas que debo hacer en mi vida y [en cambio] debo estar muy ocupado trabajando para Dios.
Evelyn Beale, 29, California
En nuestras parroquias locales, a veces sentimos que nuestras experiencias de la Iglesia son ver a los mismos feligreses todos los domingos y alabar de la misma manera, pero somos parte de algo más grande. La Jornada Mundial de la Juventud fue un hermoso recordatorio de cuán diversa es nuestra Iglesia y qué tan grande es, mucho más que nosotros mismos. Me encantó ver gente de otras culturas, aprender de ellos y darme cuenta de cómo todos se habían unido tan perfectamente, a pesar de que no venimos del mismo país. Simplemente nos conocimos a un nivel espiritual. Eso fue realmente genial. Me llamó mucho la atención cuánta energía y entusiasmo tenían algunos de estos grupos. Corrían por las calles cantando, bailando y disfrutando. Quiero ese tipo de vida en nuestra comunidad de la Iglesia local. Me gustaría vernos corriendo por las calles, cantando, bailando y aprendiendo sobre Dios con nuestros amigos. Sé que eso no es práctico en la vida diaria, pero ese espíritu de entusiasmo y alegría por nuestra fe es algo que me encantaría hacer de alguna manera.
Helena Coimbra, 21, Portugal
Como voluntaria para las sesiones de catequesis Rise Up (levantáte) en mi comunidad de San José Obrero en Arroja, Lisboa, mi trabajo era dar la bienvenida y crear un lugar cómodo para los peregrinos de Estados Unidos y otros lugares. Al principio fue un poco difícil porque no nos conocíamos ni hablábamos el mismo idioma. Pero para el segundo día, todos estaban felices, cómodos e interactuábamos con otros peregrinos, sacerdotes y obispos. Estábamos encantados de recibir a fieles peregrinos y hacer amigos. También fue un honor tener al Papa Francisco en Portugal, un país tan pequeño. Fue realmente abrumador y sentí mucha alegría al vivir esa experiencia. El Santo Padre es una figura importante para todas las comunidades cristianas y para los jóvenes. Nos sentimos bien y bendecidos por su presencia en nuestra tierra y nos encantó su mensaje de inclusión. El Papa habló de todo — todos los problemas que enfrentan los jóvenes — y nos dio esperanza para el futuro. Si continuamos trabajando juntos y creando buenas relaciones con otras personas, podemos lograr cosas buenas para la Iglesia.
Carlos Villagómez, 26, Seattle
Me encantó ver cómo se unían todos los peregrinos de diferentes naciones. Todos compartíamos la misma fe, aunque hablamos diferentes idiomas. Celebramos nuestras culturas y las tradiciones con las que crecimos, lo que practicamos en casa y lo que podemos aportar al mundo para compartir con otros. La peregrinación que hicimos fue dura: caminamos mucho y llevamos dos bolsas pesadas a cuestas. Tienes que asegurarte de estar mental, física y emocionalmente preparado para unirte a esta peregrinación. Durante ese camino sentí que fui puesto a prueba de muchas maneras, a veces habiendo dormido muy poco, pero Jesús nos estuvo llevando a lo largo del camino. Poder orar y vernos a todos postrándonos ante Cristo fue una experiencia increíble. Simplemente trajo tanta alegría y paz a mi vida. El Papa Francisco nos conectó a todos como una sola comunidad, nos dio la bienvenida, nos dijo que saliéramos e invitáramos a todos a la Iglesia. Realmente dio un mensaje inspirador a los jóvenes. Espero compartir ese mensaje de amor con todos los demás.
Madison Chastain, 27, Chicago
Mi intención al asistir a esta peregrinación era conectarme espiritualmente con mi esposo. Mi esposo y yo aprendimos mucho sobre cómo trabajar juntos. Hubo muchos momentos en los que estábamos en un grupo grande y la gente tenía ideas diferentes sobre qué hacer. Fue realmente reconfortante saber que él y yo tuvimos las mismas ideas sobre qué hacer en diferentes estrategias para abordar un problema que se presentó en el camino. Siempre recordaré eso. También fue muy emocionante [experimentar] el Vía Crucis y las diferentes oraciones de los fieles en diferentes eventos durante la JMJ. El mensaje del Papa Francisco era lo que los más jóvenes querían escuchar. Definitivamente hubo grandes lecciones en los eventos en los que participamos, particularmente sobre la salud mental y las redes sociales. Esos [temas] están claramente… en las mentes y los corazones de los jóvenes. Me gustaría llevar esas experiencias de aprendizaje a mi hogar, parroquia y trabajo.
Imagen destacada: Jóvenes adultos de Bon Secours y Maryknoll posan para una foto antes de comenzar su peregrinación de la JMJ al Campo de Graca en Lisboa, Portugal, donde los peregrinos asistieron a la vigilia el 5 de agosto y a la Misa de Envío el 6 de agosto. (Giovana Soria/ Portugal.)