Reflexión Maryknoll: ¿Mi prójimo o mi enemigo?

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: Oficina de Asuntos Globales
Fecha de Publicación: Jul 11, 2025

Por Helen Graham, M.M.

 XV Domingo ordinario
Domingo 13 de julio del 2025
Deut. 30, 10-14| Col. 1, 15-20| Lucas 10, 25-37

Nuestras lecturas de esta semana tratan sobre la interpretación. La frase “no están en el cielo” de Deuteronomio (30, 12) sirven como una suerte de frase-brújula para los rabinos de la antigüedad. Hay una famosa historia en el Talmud de una discusión sobre el correcto comportamiento ritual. El rabino Eleazar invocó una serie de milagros y finalmente a una voz del cielo que probó que su interpretación era la correcta. El rabino Josué contestó que no estaba impresionado: “No le prestamos atención a voces del cielo”, espetó. “No está en el cielo, para que digas: «¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?” (Deut. 30, 12).

Como remarcó el rabino Jonathan Wittenber: “Una vez que la Torá se entregó en el Sinaí, se le encomendó a la gente para guardarla e interpretarla de acuerdo con su entendimiento, dentro del contexto complejo de la siempre cambiante condición humana”.

Cuando volvemos al extracto del Evangelio, nos encontramos con una situación en que un doctor de la ley (un abogado) entabla una discusión con Jesús sobre la Torá. Con la intención de poner a Jesús a prueba, le pregunta qué debe hacer para lograr la vida eterna. A lo cual Jesús responde como buen rabino con otra pregunta: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El abogado contesta con una combinación de dos pasajes de la Torá. Uno es de Deutoronomio (6, 5) y el otro de Levítico (19, 18): “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”.

Jesús halaga al abogado por su respuesta y le dice que siga ese mandamiento y que así tendrá vida.

Aun insatisfecho, el abogado pregunta: “¿Y quién es mi prójimo?” En respuesta Jesús le ofrece una interpretación del pasaje de Levítico en forma de parábola. En ésta, el prójimo se muestra como un enemigo que muestra compasión ante el judío que fue apaleado por ladrones. Jesús se vale de que el alfabeto hebreo no tiene vocales. El hebreo para “prójimo” y “aquel que hace el mal” tiene el mismo número de consonantes. La pregunta de Jesús para el abogado fue “¿Qué lees en ella?” En otras palabras: ¿Cómo pronuncias las consonantes? ¿Qué vocales usas?

Jesús leyó ro’ (pronunciado “roa” y que significa “malvado” o “enemigo”) no re’ (pronunciado rei-a y que significa “cercano” o “vecino”), lo que hace la parábola aún más impactante. El prójimo es aquel que era considerado un enemigo de los judíos en la época de Jesús.

Mientras releo la parábola en el año 2025, me cuesta comprender la relación paradójica entre el prójimo y el enemigo revelada en la desafiante interpretación de Jesús de Levítico 19, 18. Aquél que se muestra como un prójimo es visto como un enemigo. En este mundo polarizado, ¿cómo reaccionaría yo a la misericordia de alguien a quien considero un enemigo? ¡Si tan solo fuera tan simple como cambiar una vocal!

La Hermana Maryknoll y autora premiada Helen Graham, de Brooklyn, Nueva York, se unió a las Hermanas Maryknoll en 1956. Empezó su servicio de cinco décadas en las Filipinas en 1967, donde enseñó las Sagradas Escrituras y trabajó con prisioneros politicos.

Para leer otras reflexiones bíblicas publicadas por la Oficina Maryknoll para Asuntos Globales, haga clic aquí.

Imagen destacada: Pintura del Buen Samaritano del Museo Municipal de Apicultura de Radovljica, Eslovenia. (WikiMedia Commons).

 

Sobre la autora/or

Oficina de Asuntos Globales

La Oficina de Asuntos Globales de Maryknoll expresa la posición de Maryknoll en debates sobre políticas públicas en Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y ante los gobiernos de Estados Unidos y otros países, con el propósito de ofrecer educación en temas de paz y justicia social, la integridad de la creación y abogar por la justicia social, económica y del medio ambiente.

Ediciones Archivadas