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El Primer Sacramento
Por Joseph R. Veneroso, M.M.

Que todo lo que es, fue y por siempre será
alabe a Dios que lo hizo todo
no solo para revelar la gloria, el poder y la majestad
sino también para compartir el amor y la vida—eternamente.

En él todas las cosas en el cielo y en la tierra,
lo visible y lo invisible,
fueron creados a través de él y para él.

Él es antes que todo lo que es
y en él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser:
las galaxias y nebulosas más lejanas ni más ni menos
que el pavo real, la peonía y el puercoespín.

La creación, entonces, es el primer sacramento
instituido por Cristo, a través de Cristo
y, que encuentra su realización solo en Cristo,
el poder que obliga a los cielos
a declarar y a los mares y todo lo que contienen

Y así será ese día en el que el místico y el científico
se encuentren en la misma cima de la montaña,
habiendo subido desde lados opuestos
por caminos muy diferentes durante muchos años.

Se pararán el uno frente al otro en silencio,
la sospecha dará paso a la admiración
mientras intercambian regalos
hasta que tomados del brazo desciendan
y miren al mundo y el uno al otro
con nuevos ojos.

¡Oh, que exista la luz!