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Luz en la Hora más Oscura
Por Joseph R. Veneroso, M.M.
En la hora más oscura del día más oscuro
Cuando el ansia del poder corrompió a los mejores
Y la gente voluntariamente vendió sus almas
A cambio del derecho a gobernar y pisotear
Al extranjero, al pobre, al Otro,
Es ahí, siempre ahí, que la santa Sabiduría
Estalla en silencio sobre un mundo desprevenido.
El Gran Divisor, imperturbable, pone a los ricos
En contra de los pobres, a los bien alimentados
En contra de los hambrientos,
Vecino contra vecino,
Y nuestro enemigo en nuestra casa.
El gran mentiroso desordena el mundo
Declara el mal como bueno y el bien como malo
Nombra a la verdad como mentira y las mentiras
Como dignas de creer
Desplazando, siempre que sea posible, incluso a Dios.
En algún lugar de una tierra lejana sometida
Y oprimida por aquellos que matan y
Saquean en nombre de Dios,
Nace un Niño en la plenitud de los tiempos.
No hay cantidad de ornamentos
Que puedan disfrazar la injusticia, ni cantidad de luz
Que pueda disipar la desesperación. En vez de ello,
Armas y guerras son reducidas al silencio
Del sonido de un Bebé recién nacido,
Bebiendo del pecho de la Madre.
¡Buen cristiano, anímate! En esta noche
¡Nace la paz, fluye la misericordia, abunda el amor!
Como definitivamente así lo hicieron hace tanto tiempo.
Porque, aunque los Herodes de los últimos días continúen
Amenazando y destruyendo la inocencia,
Viene Dios Todopoderoso y Misericordioso
No cuando estemos listos, sino cuando
Más necesitemos a Dios.