Programa Asociado
El Programa de Sacerdotes Asociados de Maryknoll brinda a los sacerdotes y hermanos religiosos y diocesanos la oportunidad de participar en nuestros esfuerzos misioneros en el extranjero durante cinco años.
Es una oportunidad única para…
- Responder al llamado de Cristo de proclamar las Buenas Nuevas a todas las naciones;
- Servir de tres a cinco años representando a tu diócesis o comunidad en Asia, África o América Latina;
- Caminar en solidaridad con las personas en el extranjero y trabajar lado a lado con nuestros misioneros;
- Enriquecer tu propia vocación a través de este servicio y solidaridad;
- Regresar a tu comunidad con ideas y experiencias que fortalecerán tu ministerio.
Los sacerdotes y hermanos religiosos que deseen participar en el programa de Asociados deben obtener el permiso de su Superior Ordinario o Religioso para entrar en el proceso de discernimiento con el equipo de Vocaciones Maryknoll. Durante este proceso de acompañamiento, generalmente de 8 a 12 meses, un candidato asociado cumple con varios requisitos de admisión, que incluyen: una entrevista general sobre tu vida y familia; otra entrevista más enfocada sobre ti; una visita a nuestro centro en Nueva York; y una autobiografía.
Al completar los requisitos de solicitud de admisión ésta es enviada a la Junta de Admisiones de Maryknoll para su consideración. Una vez aprobado, el sacerdote o hermano es aceptado formalmente como Asociado. (Durante su tiempo con nosotros, los sacerdotes diocesanos permanecen incardinados en sus propias diócesis, y los miembros de congregaciones religiosas permanecen como miembros de sus propias congregaciones)
Una vez aceptado como Asociado, te capacitamos para el trabajo misionero en el extranjero en un programa de orientación de seis semanas en nuestra cede en Maryknoll, NY. Posteriormente, se firma un contrato entre el Asociado, la Sociedad Maryknoll y el obispo o superior religioso del individuo.
Como Asociado de Maryknoll, recibes el mismo estipendio mensual y beneficios médicos que un miembro de la Sociedad. Maryknoll también paga anualmente tu plan de jubilación diocesano mientras estás bajo contrato. Durante el período del contrato, el Asociado disfruta de los mismos derechos, privilegios y obligaciones que un Miembro de la Sociedad, con excepción del voto durante los capítulos Generales canónicos de Maryknoll. Sin embargo, los Asociados tienen plenos derechos de voto en la Región de Maryknoll, donde se les asigna asuntos relacionados con el apostolado.