Líderes católicos en camino al V Encuentro

Tiempo de lectura: 8 minutos
Por: Maria-Pia Negro Chin
Fecha de Publicación: Jul 1, 2018

Haciendo bulla hacia el V Encuentro de pastoral hispana

Sueño con una Iglesia en salida”, ha dicho el Papa Francisco y los católicos que participan en los Encuentros Regionales camino al V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina ya están haciendo de ese sueño una realidad aquí en Estados Unidos.

“Están yendo más allá de sus zonas de confort y se toman el tiempo para escuchar a los necesitados”, dice Lily Morales, coordinadora del ministerio hispano de la Diócesis de Austin, Texas, al describir el cambio en los feligreses que participan en el proceso del V Encuentro.

Morales fue una de los 800 delegados que representaron a 18 diócesis católicas de Texas, Oklahoma y Arkansas, durante el Encuentro Regional X en San Antonio, Texas, que tuvo lugar del 13 al 15 de abril.

 

Mar Muñoz-Visoso, directora ejecutiva del Secretariado de Diversidad Cultural de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, durante el Encuentro Regional en Phoenix, Arizona. (CNS/Arizona)

 

Los encuentros regionales son la penúltima fase del proceso del V Encuentro, el cual ha tomado varios años para escuchar y discernir las necesidades, aspiraciones y prácticas de fe de la creciente población hispana en Estados Unidos. Esta iniciativa de los Obispos Católicos llama a los líderes de la Iglesia a “escuchar con atención profunda” a la población hispana, y busca que todos los católicos conozcan los dones y talentos que esta comunidad “comparte en la vida y la misión de la Iglesia”.

Los delegados regionales se enfocaron en temas como evangelización y misión, formación en la fe y catequesis, ministerios familiares y juveniles, justicia social, pastoral migrante y liderazgo. Sus recomendaciones serán presentadas en el V Encuentro Nacional, que se llevará a cabo del 20 al 23 de septiembre en Grapevine, Texas.

“Esperamos que con nuestro aporte podamos encontrar los mejores medios para suplir las necesidades de las nuevas generaciones y los que estamos aquí ahorita”, dice el delegado Francisco Lariz, quien nació en México y es voluntario en la pastoral juvenil de la Diócesis de Fort Worth, Texas, donde radica.

El tema del encuentro, “Discípulos Misioneros: Testigos del amor de Dios”, fue inspirado en la exhortación apostólica del Papa Francisco, La Alegría del Evangelio, que les recuerda a los católicos que son discípulos misioneros desde su bautizo.

 

El Padre Arturo Araujo, de la Arquidiócesis de San Francisco, presenta estrategias en una sesión plenaria en un encuentro regional. (Aida Bustos/California)

 

Para Yvonne Dilling, promotora del equipo Discípulos Misioneros Maryknoll y delegada de la Diócesis de San Antonio, ese llamado es algo más que recibir el agua bautismal: “Al estar zambullidos en el amor de Dios buscamos compartirlo con los demás, sobre todo con los olvidados, los necesitados y los más vulnerables”.

El encuentro regional ha servido para dar una “gran luz y voz a todos los retos y oportunidades y buenas estrategias que están pasando en la región”, dice Dania Sánchez, de la Diócesis de Dallas.

“Antes de empezar el encuentro, no sabía como se hacía la evangelización”, dice Isaac Cárdenas, un delegado de 19 años. “Yo tuve miedo de salir de mi zona de confort”.

Cárdenas, quien vive en la Diócesis de Amarillo, Texas, dice que sentía temor de salir a las periferias y pensaba que hacía lo suficiente con ir a Misa y ayudar en su parroquia. Pero cuando participó en el encuentro a nivel parroquial, dice, a los participantes les dejaron la “tarea” de salir a evangelizar. Él y su novia fueron a un parque donde encontraron a un veterano desamparado en una silla de ruedas.

“Hablamos con él y me sorprendió que aunque no tenía casa ni familia y estaba en silla de ruedas, estaba feliz”, dice Cárdenas. “Él dijo: ‘Si me puedo despertar cada día y darle gloria a Dios, yo estoy feliz’”.

Cárdenas y su novia continuaron visitando al veterano, quien los invitó a ir a Misa. Esa experiencia lo empujó a ser un discípulo misionero y hablar de la palabra de Dios con alegría, les dijo el joven a los otros delegados regionales. Al involucrase más con el Encuentro, descubrió la alegría de ir a las periferias y ahora quiere ser un consejero voluntario para las personas necesitadas de su parroquia. “Quiero acompañarlos y ayudarlos”, dice.

Los organizadores explicaron que el proceso del V Encuentro busca empoderar al menos a 20.000 nuevos líderes pastorales en todo el país. Personas como Cárdenas, Morales y Marco Elizaldi, quien manejó 12 horas a San Antonio con su delegación de Tulsa.

Elizaldi se enteró del proceso del encuentro cuando registró a su hijo para recibir su Primera Comunión. Ahora, él es un lector parroquial y espera convertirse en diácono. “Suceden cosas buenas cuando uno puede convertirse en esa herramienta para ayudar a los demás”, dice Elizaldi, quien quedó motivado por las discusiones sobre el desarrollo del liderazgo y los diferentes ministerios de los católicos hispanos.

 

Leonel Yoque (dcha.), coordinador del equipo de alcance hispano de Maryknoll, habla sobre la pastoral familiar. (María-Pia Negro Chin/California)

 

Al Encuentro Regional X de Texas, asistieron más de 20 obispos, lo que fue muy significativo para los delegados. “Pongámonos a cosechar lo que ya el Señor va haciendo al sembrar la semilla del Evangelio”, dijo el Arzobispo de San Antonio Gustavo García-Siller durante la Misa de cierre del encuentro regional. “El Señor quiere que nos alegremos y gocemos lo que Él ya está haciendo a través de sus discípulos misioneros”.

Al Encuentro Regional XI, que incluye a los estados de California, Nevada y Hawái, asistieron casi 1.300 delegados, quienes llenaron con energía, unidad y esperanza el Centro de Convenciones de Visalia, California.

“En este encuentro he visto a toda la gente juntarse para hablar de nuestras alegrías, nuestros gozos, dificultades”, dice Andrés García, promotor misionero de Maryknoll en Los Ángeles. “Pero ya no estamos trabajando solos, estamos trabajando como un equipo, como una comunidad. Vamos a ser escuchados y vistos”. Los hispanos católicos representan a 9 de los 14 millones de católicos en la Región XI.

El teólogo jesuita Allan Figueroa Deck, S.J., enfatizó que las contribuciones de los hispanos católicos van más allá de las estadísticas y la juventud de sus miembros. Él enumeró cuatro maneras en que los latinos contribuyen a la vitalidad de la Iglesia: un espíritu de familia y comunidad; una “fe viva que se experimenta en el hogar y la sociedad”; una actitud de apoyo a la “opción preferencial por los pobres”; y un espíritu alegre que proviene de la presencia de Dios en el corazón de todos.

Los asistentes fueron llamados a unirse como la voz profética de la región, expresando sus necesidades y comprometiéndose a trabajar con el liderazgo de la Iglesia. La justicia social, la solidaridad con los indocumentados, la necesidad de centrarse en las familias, el apoyo a los jóvenes y la formación de nuevos líderes fueron los temas centrales de este encuentro.

Camino al V Encuentro: Mesa de trabajo se enfoca en el área de formación de fe y catequesis en el Encuentro de la Región X en San Antonio. (CNS/Texas)

Mesa de trabajo se enfoca en el área de formación de fe y catequesis en el Encuentro de la Región X en San Antonio. (CNS/Texas)

 

“El proceso Encuentro tiene el potencial de revitalizar las parroquias y las diócesis”, dicec Kate Macan, una educadora misionera de Maryknoll en Chicago que ayudó a coordinar el encuentro regional en su área. “Creo que la gran pregunta es qué sucede después del Encuentro. … Hay mucha energía y animo. La iglesia necesita estar lista para continuar avivando el fuego de las personas que participaron en el Encuentro y continuar ofreciéndoles algo más y continuar alentándolos mientras caminan en su camino de fe”.

Para los jóvenes latinos, tener un ministerio al que puedan pertenecer puede cambiarles la vida, diceClaudia Rivera Castañeda, de 19 años, ministra juvenil en la parroquia Inmaculada Concepción en Colton, California. Rivera—una “dreamer” con estatus DACA, quien emigró de México, cuando tenía 5 años—añade que balancear sus estudios universitarios con su servicio parroquial y su participación en el Encuentro vale la pena.

“Aunque hay muchas áreas en las que no tengo voz, donde mi voto ni siquiera es una opción, tengo algo como el V Encuentro donde puedo ser escuchada, donde somos parte de las prioridades”, dice Rivera.

Como parte de sus acciones misioneras, los delegados de la Región XI firmaron cartas para pedirle a sus legisladores que apoyen a los “dreamers” y a programas de financiamiento alimentario para los necesitados.

Como en Texas y en otros encuentros regionales, los delegados en el encuentro de California presentaron y discutieron los resultados del proceso de consulta que comenzó a nivel parroquial, los cuales serán llevados al V Encuentro Nacional.

La oración también fue parte primordial del encuentro, con diferentes obispos celebrando Misas a diario. La Misa de apertura incluyó una procesión de símbolos de las 15 diócesis de la región, junto con velas con los nombres de los pioneros del ministerio hispano. Esto fui muy significativo, dice el Padre Jesuita Eduardo Fernández, quien habló sobre la oportunidad concreta de sentir la presencia de Dios en nuestras vidas y el acompañamiento entre discípulos misioneros en la Iglesia. “Para caminar juntos en este viaje de fe, compañeros en Cristo, tenemos que permanecer abiertos, tenemos que escuchar”, dice el jesuita.

 

Camino al V Encuentro: Francisco López, de la Diócesis de Dallas, habla sobre la presentación sobre jóvenes adultos en el encuentro regional en Texas. (CNS/Texas)

Francisco López, de la Diócesis de Dallas, habla sobre la presentación sobre jóvenes adultos en el encuentro regional en Texas. (CNS/Texas)

 

Maripaz y Eduardo Ramos, quienes dirigen los programas preparatorios para el matrimonio en la Diócesis de Reno, Nevada, hablaron de la prioridad de la pastoral y catequesis familiar en la Región XI. “Vimos cómo las parejas jóvenes eran un grupo descuidado”, dice Maripaz, quien es directora de ministerios étnicos en su diócesis. “Después de participar en el Encuentro, se formó un nuevo grupo diocesano para matrimonios jóvenes”.

“Estamos partiendo de la realidad de nuestras familias”, dice el Diácono Leonel Yoque, coordinador del equipo de alcance hispano de Maryknoll. Yoque lideró una de las mesas de trabajo enfocadas en la pastoral familiar. “Siguiendo el círculo pastoral ver-juzgar-actuar podemos ver las dificultades de la familia en nuestro diario vivir; y de allí responder como discípulos misioneros, testigos del amor de Dios”.

La solidaridad con los demás se hizo presente una vez más cuando cientos de delegados—incluyendo algunos de los 21 obispos presentes—ayudaron a empaquetar más de 10.000 bolsas de comida que serán entregadas a la gente que pasa hambre en Burkina Faso, a través del programa “Manos Unidas” de Catholic Relief Services.

En la Misa dominical, el Arzobispo de Los Ángeles José Gómez recordó a los delegados que “están unidos a Jesús para dar frutos en su Iglesia”.

“Nuestro Señor nos pide una nueva evangelización y el Papa Francisco nos da el ejemplo de la Alegría del Evangelio”, el arzobispo dijo en su homilía. “Renovemos nuestro compromiso de ser discípulos misioneros ‘siempre adelante’ y convencidos de que nuestra misión comienza sirviendo a los pobres y los más necesitados”.

 

 

Nota: Parte de estas citas fueron usadas para otros artículos sobre el Encuentro, previamente publicados. Este artículo ha sido actualizado para incluir más opiniones de los promotores Maryknoll involucrados con el proceso del Encuentro.

Foto Principal: En Visalia, California, jóvenes participan en uno de los muchos encuentros regionales del ministerio hispano en Estados Unidos. (A. Bustos, Southern Cross/ California)

 

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Sobre la autora/or

Maria-Pia Negro Chin

María-Pía Negro Chin nació y creció en Lima, Perú. Completó una maestría en periodismo con especialización en multimedia en la Universidad de Maryland y una licenciatura en comunicaciones en La Universidad de Loyola en Maryland. Como directora asociada, ella escribe, edita y traduce artículos para las revistas MISIONEROS y MARYKNOLL de los Padres y Hermanos Maryknoll. Su trabajo ha sido premiado por la Asociación de Prensa Católica de Estados Unidos y Canadá. Vive en Nueva York, Estados Unidos, con su esposo e hijo.

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