Una arquidiócesis filipina amplía su programa de alimentos a raíz del COVID-19
Por Catholic News Service
MANILA, Filipinas (CNS) — Una arquidiócesis filipina ha ampliado su programa de alimentos de larga duración para las personas pobres, a fin de evitar una agitación más profunda de la existente debido a las dificultades económicas causadas por la pandemia del coronavirus.
La Arquidiócesis de Lingayen-Dagupan en la provincia de Pangasinan, al norte de Manila, explicó que busca aumentar la cantidad de personas a las que alimenta a diario (siendo beneficiadas 750 personas) como parte de su programa “Rice Porridge for the Poor” (Gachas de Arroz para los Pobres), que se lanzó hace tres años.
Las gachas de arroz, o lugaw, también se conocen como la “comida de los pobres” por su bajo costo. Una taza de arroz hace seis tazas de gachas de arroz.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en el alimento básico para la mayoría de las familias filipinas, especialmente cuando la comida era escasa.
El arzobispo Sócrates Villegas declaró a ucanews.com que el programa ha ganado popularidad y apoyo entre muchos feligreses a lo largo de los años.
El programa se ha expandido a 15 parroquias, expresó.
Originalmente se esperaba que durara solo hasta que se agotara el arroz donado, pero el programa ha sido sostenido por feligreses que continuaron donando sacos de arroz a las parroquias, señaló el arzobispo. “No nos hemos quedado sin arroz para cocinar”, comentó.
La cantidad de personas que pueda alimentar la arquidiócesis dependerá de la cantidad de arroz que se done.
El ministerio juvenil de la Parroquia María Auxiliadora y el seminario menor de la arquidiócesis han estado ayudando a distribuir comidas de arroz a los necesitados como parte de la expansión del proyecto.
El grupo dijo en una publicación en las redes sociales que había estado distribuyendo alimentos durante más de dos semanas y que continuará haciéndolo mientras se reciban donaciones de corazones “generosos”.
Los feligreses dieron crédito al arzobispo Villegas y a los voluntarios del ministerio juvenil por sus esfuerzos.
“Agradecemos al arzobispo por expandir este proyecto. La pandemia puede ser un momento difícil, pero también es una oportunidad para ser generosos con nuestros hermanos y hermanas pobres”, comentó la feligresa Lourdes San José en las redes sociales.
“Que Dios los bendiga a todos por el bien que están haciendo por los pobres. ¡De hecho, hay una alegría en alimentar a otros! Que Dios los recompense por su generosidad”, dijo la feligresa Grace De Guzmán en otra publicación.
