ESTIMADO PADRE LANCE:
Con un gusto enorme les escribo a ustedes Padres y Hermanos Maryknoll. El pasado septiembre mi esposo Jesús y yo cumplimos 40 años de matrimonio. Tenemos cinco hijos y una hija casada. Aún no tenemos nietos. Nos dio el COVID-19, pero gracias a Dios estamos bien. A mi esposo Jesús le dio una bacteria, pero ya se recuperó y luego de unos meses regresó al trabajo. Leemos la Revista Maryknoll, ahora Misioneros, desde que nos casamos, para ser más exactos cuatro meses después. Cuando llegué a este país en la parroquia donde íbamos a escuchar misa un sacerdote Maryknoll habló sobre las misiones y al final repartió ejemplares de la revista. Leo y releo la revista y dejo una copia en el sofá o en la mesa para que mis hijos la ojeen. Mi donación es poca pero de buena fe. Algo que guardo como un recuerdo grato es que en momentos de tristeza y depresión por los que he pasado, he leído el preámbulo y los artículos de la revista y me dan ese ánimo, ese bálsamo que necesito. En fin, me da tantas alegrías. Padre, para nosotros la revista Misioneros es nuestra guía y maestra. Gracias de todo corazón.
Raquel Gavila
Santa Ana, California
ESTIMADO PADRE LANCE:
Misioneros Maryknoll, pido por ustedes y ruego a la Virgen María que los ponga en su plegaria. Disfruten su amor y reciban su gracia. Ustedes recibieron del Señor esta gran tarea de servir a los demás. Le pido a Dios que les proteja y les ayude a ser felices porque en Dios encontramos esperanza. Dios les va a motivar y recompensar con creces. Oigan la misericordia del Señor porque Él estará con ustedes. Padre Lance, la tarea que usted tiene para dirigir y motivar a todos los demás misioneros Maryknoll siempre será bendecida por el Padre del Cielo. Paz, bienestar y mucha salud para ustedes.
Juan Fontan
San Juan, Puerto Rico
ESTIMADO PADRE LANCE:
En junio del 2012, tuve el privilegio de visitar al Padre Maryknoll José Arámburu en el seminario Maryknoll en Ossining, Nueva York. Un grupo de cuatro compañeros de ingeniería química quiso despedirse de un querido amigo que siempre mantuvo su relación y amistad con su promoción del grupo 1972, de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
Dos meses después, en agosto del 2012, fuimos parte de su funeral, viajamos desde Arecibo, su pueblo natal, a Utuado para un servicio religioso y entierro. “Pepe”, como lo llamábamos todos, nos había dado un discurso en la reunión del 38º aniversario, sobre su obra misionera que incluía, recordamos, a Tanzania. ¡Nos sentimos muy orgullosos de él!
Esperamos que su “tasa de producción” de misioneros como Pepe sea buena. Oramos por todos los Padres y Hermanos de su congregación.
Carlos Amador
Guaynabo, Puerto Rico
Imagen destacada: Mural de la Virgen de Guadalupe pintado por la feligresa Josefina López-Álvarez en 2018 en el 125 aniversario de la parroquia más antigua de El Paso, Sagrado Corazón. (Tracy McNulty/Texas)