HERMANAS MARYKNOLL ELIGEN NUEVO EQUIPO DE LIDERAZGO
Viniendo de sus misiones alrededor del mundo, 82 delegadas de las Hermanas Maryknoll se reunieron en su 18° Asamblea General para preguntarse: ¿Hacia dónde nos guía el Espíritu Santo?
Ellas eligieron como su nuevo equipo de liderazgo a las Hermanas Teresa Rose Hougnon, Genie C. Natividad, Maria Leonor Montiel and Elizabeth Claris Zwareva para guiarlas durante los próximos seis años mientras buscan la respuesta. (El equipo comenzará su labor en enero del 2022.)
Recientemente elegida como presidenta, la hermana Hougnon dice, “Veo mi rol como uno de apoyo y motivación de nuestras hermanas mientras sanamos la Tierra… mientras acompañamos a los pobres y marginados. … Trabajaremos para unir en la mesa a las personas divididas e integrar a un mundo dañado y cansado”.
Su propia vida revela una trayectoria hacia el liderazgo para la paz y la sanación. “Todo lo que he experimentado en mi vida me ha ido preparando para este día”, dice. “Mi tiempo en Timor Oriental y Kenya ha moldeado mi corazón para la misión, y mi experiencia en comunidad ha moldeado mi corazón para Maryknoll”.
(De izq. a dcha.) Las Hermanas Maryknoll Giang Nguyen, Sia Temu y Teresa Hougnon sirvieron como un equipo para promover la resolución de conflictos en Nairobi, Kenya. (Sean Sprague/Kenya)
Nacida en Loup City, Nebraska, en 1962, la hermana Hougnon es una de 11 hijos. Ella se graduó de la Academia Militar de Estados Unidos en West Point en 1984 y sirvió en Alemania. Al regresar a los Estados Unidos, dejó las fuerzas armadas y se ofreció como voluntaria en varios lugares, incluyendo un refugio para mujeres sin hogar. Estas experiencias la ayudaron a discernir un llamado a ayudar a los pobres y el deseo de servir nuevamente en el extranjero, en misión.
Al ingresar al noviciado de las Hermanas Maryknoll en 1996, la hermana Hougnon encontró su hogar en una congregación multicultural de mujeres de todo el mundo. Vivir en una comunidad intencionalmente diversa fue importante para su ministerio.
Su primera asignación la llevó en 1999 a Timor Oriental, un país devastado por la guerra, donde sirvió como directora de la escuela secundaria católica en Aileu. La misionera estableció un programa de paz para enseñar habilidades en comunicación, diálogo y negociación. Ella profesó sus votos perpetuos en Timor Oriental en 2005.
La hermana Hougnon formó parte de un equipo de Hermanas Maryknoll con base en Nairobi, Kenya, en 2006. El objetivo de su ministerio era construir la paz entre los 46 grupos étnicos de Kenya. “Nuestro trabajo … es crear un espacio para que personas de diversos orígenes hablen entre sí, se entiendan y busquen soluciones juntas, en lugar de actuar unas contra otras”.
La Hermana Maryknoll Genie Natividad (izq.), con Farida Joseph Msipi, quien tiene a su hijo Houseni en brazos, y Maryciana Paulo, dirigía un grupo de VIH/SIDA en Mwanza, Tanzania. (Nile Sprague/Tanzania)
El tema de sanación de las relaciones también ha recorrido el ministerio de la vicepresidenta de la congregación. “He aprendido que la misión consiste en construir relaciones con Dios y con los demás”, dice la hermana Natividad.
Nacida en Diadi, Nueva Vizcaya, Filipinas en 1975, Natividad se sintió llamada a servir a los más pobres de los pobres desde muy joven.
Ella supo de Maryknoll a través de un sacerdote misionero en su parroquia que recibía la revista Maryknoll.
Natividad sirvió con las Hermanas Agustinas de Nuestra Señora de la Consolación y como misionera laica antes de unirse a Maryknoll en 2007. Ella dice que se sintió llamada a las Hermanas Maryknoll debido a su carisma “para llegar a las personas que se encuentran en el límite, donde sea que las encontremos, en todo el mundo”.
Asignada a Tanzania, la hermana Natividad trabajó con adultos que viven con el VIH/SIDA. También trabajó en un centro para niños abusados y huérfanos. La hermana, quien profesó sus votos perpetuos en 2016, ha servido como coordinadora de vida comunitaria para las hermanas mayores en el Centro de las Hermanas Maryknoll en Nueva York. Más recientemente, se ofreció como voluntaria en la frontera sur de los Estados Unidos, ayudando a migrantes y refugiados.
Ella espera que la congregación “evolucione misericordiosamente con los impulsos del Espíritu Santo … como una comunidad que da testimonio de nuestro mundo”.
La Hermana Montiel (blusa celeste) visita a Long Mary, Man Koup y sus hijos en el río Bassac, Camboya, donde el Programa Semilla de Esperanza le proporcionó una lancha a la familia.
La hermana Montiel hace eco de esta abertura al Espíritu Santo, así como de “un sentido de gozo y amor por lo que somos”. Ella aporta una amplia experiencia en la construcción de comunidades a su nueva posición de liderazgo. Nacida en 1970 en Filipinas, ella creció en Looc, Romblon. Obtuvo una licenciatura en comunicaciones en 1991 y se unió a las Hermanas Maryknoll en 1994.
Asignada a Camboya en 1997, la hermana Montiel señala, “Mi experiencia misionera con Maryknoll siempre ha sido colaborativa, siendo parte de un equipo de hermanas, sacerdotes, hermanos, misioneros laicos y afiliados de Maryknoll, y también de misioneros y voluntarios de otras naciones”. Entre otros ministerios, ayudó a fundar el Proyecto de Desarrollo Comunitario Anlong Kngan de Maryknoll Camboya para habitantes pobres de la ciudad, incluyendo a personas con VIH/SIDA.
La hermana Montiel obtuvo una maestría en trabajo social en 2008. Regresó a Camboya para dirigir el Programa de Maryknoll Semilla de Esperanza, la respuesta de la ONG Maryknoll Cambodia a la situación de VIH/SIDA. También enseñó en el seminario católico local, formó parte de las juntas directivas de organizaciones sin fines de lucro y se involucró en el departamento de trabajo social de Royal University de Phnom Penh.
Al reflexionar sobre su activa y multifacética vida misionera, la hermana Montiel dice: “Hacemos lo que podemos y le dejamos el resto a Dios”.
La Hermana Zwareva (con gafas) sirvió en Bolivia durante casi 26 años, proporcionando cuidado pastoral, educación para la salud y apoyo nutricional a las familias. (Kevin Thomas/Bolivia)
La hermana Zwareva refleja la misma confianza. “Siento que me guía la mano de Dios mientras ando por el camino”, dice. “Creo que nuestro equipo está siendo guiado por el Espíritu Santo de Dios”.
La hermana nació en Chinhoyi, Mashonaland, Rhodesia (ahora Zimbabwe) en 1952. Inicialmente, ella fue miembro de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Preciosa Sangre y vino a los EE.UU. para recibir capacitación profesional.
Mientras estudiaba para convertirse en enfermera titulada, la hermana Zwareva conoció a la Hermana Maryknoll Maura Clarke en un seminario. La hermana Clarke, quien luego fue martirizada en El Salvador, le causó una impresión perdurable. Después de regresar a Zimbabwe, la hermana Zwareva dice que su corazón estaba inquieto por servir en la misión a nivel de base. Se unió a las Hermanas Maryknoll en 1984.
Al enterarse de que Bolivia tenía una de las tasas de pobreza y mortalidad más altas en América Latina, la hermana Zwareva pidió ser asignada allí. Se desempeñó en Bolivia durante casi 26 años, ofreciendo apoyo nutricional y capacitación básica en cuidado de salud para madres y familias pobres, al mismo tiempo que sirvió en el acompañamiento pastoral. La hermana Zwareva, quien profesó sus votos perpetuos en 1995, también se desempeñó en el secretariado del Instituto de Bioética de la Universidad Católica de Bolivia.
Al regresar a los Estados Unidos, agregó estudios en biología a su título de enfermería y una maestría en bioética.
En 2011, la hermana Zwareva empezó a trabajar con la Oficina de Asuntos Globales Maryknoll, aportando su experiencia misionera y conocimientos en bioética. En 2013 se le pidió que representara a las Hermanas Maryknoll en la ONU. En 2021, obtuvo otra licenciatura, en espiritualidad cristiana.
Ella dice: “Aunque las miembros de nuestra congregación provienen de 23 naciones, hemos aprendido a ser hermanas en comunidad. Jesús juntó a sus discípulos de todos los ámbitos de la vida. … ¡Qué riqueza!”
“Mi esperanza es que durante los próximos seis años crezcamos más en la tarea de hacer visible el amor de Dios en un mundo que lo necesita enormemente”, agrega.
Image destacada: Nuevo equipo de liderazgo de las Hermanas Maryknoll (de izq. a dcha.): Hermanas Maria Leonor Montiel, Genie Natividad, Teresa Hougnon, Elizabeth Claris Zwareva. (Cortesía de las Hermanas Maryknoll)