El Padre Timothy Kilkelly ofrece la experiencia de haber sido misionero en China al nuevo consejo de liderazgo de Maryknoll.
El Padre Maryknoll Timothy O’Brien Kilkelly toma un libro en su oficina de Maryknoll, Nueva York. Es un libro chino de los Evangelios y los caracteres de la portada dicen fu yin o “voz de bendición”.
“Esa es una traducción de lo que es el Evangelio: una voz que trae bendición”, dice el padre Kilkelly, de 62 años.
El libro representa dos aspectos de la vida del misionero: el ministerio de la Palabra y el compromiso de muchos años de Maryknoll con los católicos chinos. El padre Kilkelly, actualmente coordinador del Proyecto de Educadores y Formadores de China, ha sido nombrado miembro del Consejo General de la Sociedad Maryknoll.
Él admira la forma en la que los chinos valoran la familia, las tradiciones y las relaciones. “Hay un claro deseo de ser fiel a esas relaciones … mientras caminas con la Iglesia china”, dice.
El misionero proviene de una familia católica de Minnesota donde la misa dominical y la confesión regular eran parte de la vida. Cuando fue estudiante en el College of St. Thomas en St. Paul, Minnesota, su relación con Dios a través de la oración le despertó un “deseo de vivir no solo para uno mismo, sino para los demás y para Cristo”.
El joven Kilkelly realizó servicio voluntario en Appalachia y enseñó inglés a los refugiados hmong de Laos. A medida que su vida de oración se profundizó, también lo hizo su llamado a la misión. “Pensé en Maryknoll porque mis padres solían recibir la revista”, dice.
Después de la universidad, participó en una experiencia de discernimiento de verano con Maryknoll en Hong Kong. Los Maryknoll allí, dice él, eran “tipos normales que tienen este profundo compromiso con Dios y la Iglesia”. Ingresó a Maryknoll en 1982, hizo su formación en el extranjero en Perú y recibió su maestría en teología de la Escuela de Teología Maryknoll.
Ordenado en 1990, fue asignado a la Región de Hong Kong. Después de estudiar cantonés, sirvió en parroquias en los Nuevos Territorios y como capellán en una institución correccional y en una universidad. El misionero también realizó estudios de posgrado en la Universidad Gregoriana de Roma. Luego, fue asignado al Equipo de Formación Inicial de Maryknoll en Chicago, y finalmente se convirtió en rector de los seminaristas de la Sociedad.
Él regresó a Asia en 2009 para estudiar mandarín y enseñó inglés en la Universidad de Wuyi en Jiangmen, China. En 2013, fue nombrado coordinador del Proyecto de Educadores y Formadores de China, con sede en Nueva York. Ese proyecto ofrece apoyo y formación a sacerdotes y hermanas chinos que obtienen títulos avanzados en universidades católicas de EE.UU. El padre Kilkelly ve el proyecto como una parte importante del largo compromiso de Maryknoll con la Iglesia en China, la primera misión de Maryknoll.
Una de las historias bíblicas favoritas del padre Kilkelly es la multiplicación de los panes y los peces. Él ve este pasaje bíblico como un recordatorio para ofrecer nuestros simples dones para atender las necesidades de la gente. Eso le da fuerza en su nuevo rol. “Me veo como un hombre de humildes dones que se toma en serio el desafío de ser parte de un equipo”, dice él. “Traigo el deseo de hacer lo mejor que pueda. Y Dios hará que eso sea suficiente”.
Imagen destacada: El Padre Timothy Kilkelly sonríe con el Padre John Li Bin en un evento de recaudación de fondos en Maryknoll, Nueva York. (Foto cortesía de T. Kilkelly/EE.UU.)