Por Rhina Guidos, Catholic News Service
WASHINGTON (CNS) — Los obispos católicos de Texas urgen reforma migratoria y dijeron que es necesario para evitar que vuelva a ocurrir lo que les sucedió a 53 migrantes que murieron tras viajar de contrabando en un tráiler a fines de junio.
Hablaron de defender la santidad de cada vida, invitando a los demás a reflexionar sobre esta enseñanza de la iglesia, relacionada al incidente.
En un video de YouTube publicado el 15 de julio, el cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston, el obispo Michael F. Olson de Fort Worth y el arzobispo Gustavo García-Siller de San Antonio, en nombre de la Conferencia Católica de Obispos Católicos de Texas, recordaron a los católicos ” nunca olvidar la santidad de toda vida humana a la luz de todo esto”.
El cardenal DiNardo recordó el lamento del papa Francisco, sobre la “cultura del descarte” contra la que advierte el papa, que lleva a la humanidad a descartar la creación de Dios, incluidas las personas.
“Esta pérdida de vidas sin sentido debería conmocionarnos y entristecernos, ya que todos somos hermanos y hermanas en Cristo”, dijo el cardenal DiNardo en el video. “No podemos ignorar a los más vulnerables entre nosotros que a veces se convierten en víctimas de esta cultura del descarte y solo buscan una vida mejor para ellos y sus familias”.
Encomendó las almas de los hombres y mujeres que murieron cerca de San Antonio después de haber viajado de contrabando para entrar los EE. UU. en una parte del tráiler diseñada para llevar carga, no personas. Viajaban sin aire acondicionado ni ventilación a temperaturas que superaban los 100 grados. No está claro cuánto tiempo habían estado dentro del tráiler.
Las autoridades identificaron como el conductor del camión a Homero Zamorano Jr., quien presuntamente huyó de la escena, dejando a los migrantes, que incluían menores, muertos y moribundos, según informes. Ha sido detenido y acusado de contrabando de extranjeros con resultado de muerte. Otros tres también han sido arrestados en relación con el incidente.
“La explotación de los pobres y en particular de los migrantes que huyen de situaciones dramáticas en busca de oportunidades y esperanza es particularmente grave”, dijo el arzobispo García-Siller en el video.
Su abandono dentro del camión con remolque sofocante “es uno de esos pecados que claman al cielo”, dijo, y agregó que es el tipo de pérdida que podría haberse evitado con leyes de inmigración de sentido común, que la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. y la Conferencia Católica de Obispos de Texas ha apoyado durante décadas.
“Son hijos de Dios”, dijo. “Son miembros de la familia de Dios, humanos, como todos nosotros, familias con sueños”.
El obispo Olson dijo que “la falta de voluntad de nuestra nación en el pasado para abordar la inmigración… nos ha llevado a un momento grave de polarización y crisis que amenaza la vida de los vulnerables.
“Esta polarización ha endurecido muchos corazones, lo que ha resultado en apatía e indiferencia por el sufrimiento y la explotación de las mujeres y los niños vulnerables que son víctimas del tráfico de drogas y de seres humanos”, dijo.
“La luz de nuestra fe debería impulsarnos a preocuparnos y abordar las causas de estas injusticias como cristianos, como estadounidenses y como hombres y mujeres de buena voluntad”, agregó.
Imagen destacada: Familiares y amigos cargan el ataúd con el cuerpo de Pascual Melvin Guachiac, de 13 años, durante su funeral en el pueblo de Tzucubal en Nahuala, Guatemala, el 16 de julio de 2022. El adolescente murió el 27 de junio cuando se asfixió mientras lo llevan en un tráiler en San Antonio. Fue uno de los 53 migrantes que murieron de un grupo que viajaba de contrabando en el área de carga del camión. (Foto CNS/Sandra Sebastián, Reuters)