Abrazando la Sinodalidad

Tiempo de lectura: 7 minutos
Por: Maria-Pia Negro Chin
Fecha de Publicación: Dic 1, 2022

Misioneros escuchan, dialogan y disciernen juntos en el proceso sinodal mundial.

Un proverbio africano dice: “Si quieres ir rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

Este proverbio, a veces citado por el Papa Francisco, refleja su llamado a “caminar juntos” durante el Sínodo 2021-2024. El proceso de tres años se centra en la sinodalidad, el estilo de ser una Iglesia que escucha al Espíritu Santo y a los demás.

A diferencia de sínodos anteriores en la historia católica, este proceso invitó a todos los católicos a participar en una consulta mundial, enfatizando que hay un lugar para todos en la Iglesia. Con las sesiones de escucha regionales ya realizadas, el discernimiento ahora se lleva a cabo a nivel continental. El proceso culminará en reuniones sinodales de líderes de la Iglesia en Roma en octubre de 2023 y 2024.

El Papa Francisco nos enseña que la misión de la Iglesia requiere que todo el Pueblo de Dios camine junto, con cada miembro jugando un papel crucial. “En la Iglesia, todos estamos llamados a ser discípulos misioneros y a aportar nuestra propia contribución”, dice. 

Maryknoll ha contribuido en el proceso del sínodo de muchas maneras.

Una forma en que Maryknoll se involucró fue a través de reuniones de Zoom que congregaron a 125 miembros de la Sociedad Maryknoll, Hermanas, Misioneros Laicos y Afiliados. Las reuniones energizaron a los participantes, quienes viven su vocación bautismal a la misión través de diferentes modos, alentándolos a caminar juntos de manera más intencional como un solo movimiento Maryknoll.

Las reuniones fueron dirigidas por el Comité de los 12, un grupo auto organizado de misioneros de cada expresión Maryknoll: tres sacerdotes Maryknoll, tres hermanas, tres misioneros laicos y tres afiliados. Muchos de ellos habían estado o están actualmente en posiciones de liderazgo en Maryknoll. 

Los 12 comenzaron a reunirse virtualmente cada dos semanas en 2020 “para aprender unos de otros y ver dónde podemos cooperar, y escuchar realmente a todos”, dice la Hermana Maryknoll Ellen McDonald.

Al conocerse más profundamente, escuchar los desafíos y esperanzas de cada uno y orar juntos, el grupo se inspiró para compartir este ímpetu sinodal con los demás.

La Hermana Maryknoll Leonor Montiel visita a personas en Camboya, como parte de Seedling of Hope, un programa para brindar apoyo a las personas que viven con el VIH y sus familias. (Sean Sprague/Camboya)

La Hermana Maryknoll Leonor Montiel visita a personas en Camboya, como parte de Seedling of Hope, un programa para brindar apoyo a las personas que viven con el VIH y sus familias. (Sean Sprague/Camboya)

El padre Thesing habla con miembros de pequeñas comunidades de adoración en Mozambique en 2004. Los Maryknoll han aprendido el valor del diálogo con la gente a la que acompañan. (Mark Gruenke, Maryknoll Mission Archives/Mozambique)

El padre Thesing habla con miembros de pequeñas comunidades de adoración en Mozambique en 2004. Los Maryknoll han aprendido el valor del diálogo con la gente a la que acompañan. (Mark Gruenke, Maryknoll Mission Archives/Mozambique)

Los misioneros Maryknoll — quienes han estado caminando junto a personas necesitadas en África, Asia y América Latina por más de 100 años — conocen bien las alegrías y las luchas de la sinodalidad en la misión. Las discusiones sinodales afirmaron los diversos dones que provienen de vivir, escuchar y colaborar con las personas en los márgenes. “A menudo digo que estuve en misión con personas locales (en África Oriental) que también eran misioneros”, dice el Padre Maryknoll Kenneth Thesing, quien se acercó a la Hermana Maryknoll Claudette LaVerdiere para crear el Comité de los 12.

Este enfoque de la misión impacta y empodera a las personas a las que acompañan los misioneros. La hermana McDonald aún recuerda a una mujer indígena en el altiplano de Perú que dijo: “Antes de que viniera Maryknoll, caminábamos encorvados, pero ahora sabemos cómo mantenernos erguidos, porque sabemos que somos la Iglesia”.

Para los misioneros, la construcción de las relaciones “comienza con la vulnerabilidad”, dice Robert Short, coordinador ejecutivo de los afiliados Maryknoll, quien fue misionero laico en Bolivia y Ecuador. “Estás en un nuevo país con un nuevo idioma y una nueva cultura, nueva comida y todo es nuevo. Te sientes vulnerable. Pero aceptar eso es algo bueno. Me ayudó a conectarme con la gente”.

“Si queremos ser solidarios con las personas marginadas, tenemos que saber con quién somos solidarios”, dice Kylene Fremling, una misionera laica Maryknoll que trabaja en una escuela para niños con discapacidades físicas en Camboya. “Cuanto más escuchamos de las personas y sus experiencias, (más) nos transformamos”.

Ayudar con sesiones de escucha en sus parroquias, diócesis y vicariatos en todo el mundo es otra forma en que los miembros de Maryknoll han sido parte del proceso sinodal. Short dice que muchos de los 45 capítulos de afiliados de Maryknoll en Estados Unidos, América Latina, África Oriental y Asia están participando en el proceso sinodal.

El Padre Maryknoll Joseph Healey, que pertenece a grupos internacionales que participan en el proceso sinodal, dice que las Pequeñas Comunidades Cristianas florecientes en África Oriental ya expresan la sinodalidad en acción. Una hermana católica de Tanzania le dijo, “Esta es nuestra forma de vida …  “Somos gente comunitaria”, recuerda el misionero.

Kylene Fremling, misioneroa laica Maryknoll quien es parte del grupo de los 12, trabaja con personas con discapacidades físicas en Camboya. (Courtesía de MKLM)

Kylene Fremling, misioneroa laica Maryknoll quien es parte del grupo de los 12, trabaja con personas con discapacidades físicas en Camboya. (Courtesía de MKLM)

El capítulo de Guatemala de los Afiliados Maryknoll se reunió por Zoom para discutir la sinodalidad. El grupo también organizó una reunión entre todos los capítulos afiliados de América Latina para discutir el documento de síntesis preparado después de la sesión de escucha con miembros de todas las expresiones de Maryknoll. (Cortesía de Bob Short, Afiliados  Maryknoll)

El capítulo de Guatemala de los Afiliados Maryknoll se reunió por Zoom para discutir la sinodalidad. El grupo también organizó una reunión entre todos los capítulos afiliados de América Latina para discutir el documento de síntesis preparado después de la sesión de escucha con miembros de todas las expresiones de Maryknoll. (Cortesía de Bob Short, Afiliados Maryknoll)

El padre Healey, quien vive en Kenya, y otros misioneros Maryknoll también ayudan a realizar sesiones de escucha con grupos de adultos jóvenes en EE.UU. y en África Oriental. En Kenya, él trabaja con Alloys Nyakundi, quien facilita Pequeñas Comunidades Cristianas en línea para jóvenes adultos. 

Al igual que otras entidades que participan en el proceso del sínodo, la reunión de 125 participantes de Maryknoll produjo un documento de síntesis. Después de consultar a los participantes sobre el contenido del documento, la síntesis se compartió con los equipos de liderazgo de cada expresión Maryknoll y luego se envió a la Oficina del Sínodo en Roma.

El documento enfatizó preocupaciones comunes para el mundo, como “la urgencia de las necesidades conjuntas de la tierra y los pobres, especialmente los migrantes y otras personas desplazadas, el racismo y las formas críticas de violencia”.

También reafirmó la opción preferencial por los marginados que Jesús mostró en los Evangelios. Esta opción exige la plena participación de todos y “realza lo que el Espíritu Santo está diciendo en la vida de las personas en todo el mundo”.

El padre Healey predice que el impacto del Sínodo 2021-2024 se dará en dos niveles: diocesano y nacional. Él cree que los hallazgos guiarán a formas en que las diócesis puedan revigorizar o revitalizar las parroquias. Y, después de las reuniones en Roma, los delegados regresarán a sus países para seguir discutiendo los pasos. La escucha profunda de las preocupaciones, dolores y esperanzas de las personas, así como de sus experiencias con la Iglesia, especialmente de aquellas personas que no suelen tener voz, es el comienzo de la sinodalidad.

La Hermana Maryknoll María Leonor Montiel pasó 20 años en Camboya, donde Maryknoll tiene una rica historia de colaboración entre miembros padres, hermanos, hermanas y laicos. Ella espera que el proceso sinodal mundial “renueve la Iglesia de tal manera que atraiga también a personas que tienen preguntas y se han desilusionado y dejado la Iglesia institucional”, así como a “aquellos que se sienten discriminados por la Iglesia”.

“La sinodalidad está… enfocada en gran medida en la comunidad y la construcción de relaciones”, dice Fremling, misionera laica en Camboya desde el 2018. “Tenemos que escucharnos unos a otros y ver qué otras voces necesitamos incluir … y cómo profundizamos todas esas relaciones”.

El Padre Maryknoll John Sivalon agrega que pase lo que pase en la reuniones del Sínodo en Roma, la sinodalidad (el proceso de ser Iglesia  escuchando todas las voces mientras caminamos juntos) se ha encendido.

Mientras continúa la fase continental del proceso sinodal mundial, los misioneros Maryknoll continúan discerniendo cómo avanzar en un camino más colaborativo. Una forma concreta es formar pequeñas comunidades misioneras intencionales, ya sean presenciales o virtuales. Los grupos fortalecen sus lazos a través de la escucha profunda, la oración contemplativa y la acción colectiva.

La hermana Montiel, quien actualmente está en el equipo de liderazgo de las hermanas, dice que estos pequeños grupos generarán relaciones que darán vida dentro de la familia Maryknoll. Caminar más juntos como Maryknoll serviría para fortalecer el trabajo de los misioneros.

“La misión son las relaciones”, dice la hermana Montiel. “¿Cómo estamos haciendo para que, en nuestra forma de ser, el amor de Dios fluya sin obstáculos entre nosotros y en el mundo entero?”

Los misioneros esperan que el Espíritu Santo continúe mostrándoles cómo. 

Imagen destacada: Miembros del Comité de los 12 — Marj Humphrey de los Misioneros Laicos Maryknoll, la Hermana Maryknoll Ellen McDonald, el Padre Maryknoll John Sivalon, la Hermana Maryknoll Leonor Montiel, el Padre Maryknoll Kenneth Thesing y la Hermana Maryknoll Claudette LaVerdiere — se reúnen en persona en Ossining, Nueva York.
(Maria-Pía Chin/EE.UU.)

Sobre la autora/or

Maria-Pia Negro Chin

María-Pía Negro Chin nació y creció en Lima, Perú. Completó una maestría en periodismo con especialización en multimedia en la Universidad de Maryland y una licenciatura en comunicaciones en La Universidad de Loyola en Maryland. Como directora asociada, ella escribe, edita y traduce artículos para las revistas MISIONEROS y MARYKNOLL de los Padres y Hermanos Maryknoll. Su trabajo ha sido premiado por la Asociación de Prensa Católica de Estados Unidos y Canadá. Vive en Nueva York, Estados Unidos, con su esposo e hijo.

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