El nuevo presidente de Filipinas, Ferdinand “Bong Bong” Marcos Jr., hijo del difunto dictador Ferdinand Marcos, hereda una presidencia manchada por derramamiento de sangre y abusos contra los derechos humanos. El ex presidente Rodrigo Duterte hizo de su represión contra los consumidores y traficantes de drogas el punto central de su gobierno. El presidente Joe Biden dejó de lado desacuerdos pasados y preocupaciones actuales por los derechos humanos cuando se reunió con Marcos durante la Asamblea General de la ONU. El estadounidense Brandon Lee, un periodista y activista que recibió un disparo en Filipinas en un presunto intento de asesinato extrajudicial en 2019, que resultó en su tetraplejia, publicó un video mensaje para Biden donde pidió que “la relación entre EE.UU. y Filipinas no solo debe basarse en el interés económico y militar, sino, lo que es más importante, en el respeto de los derechos humanos, la justicia y la rendición de cuentas a su pueblo”.
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