By Marietha Góngora V., OSV News
El miércoles 13 de marzo de 2013, el mundo católico, estalló en júbilo al conocer que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio sería el Pontífice número 266 en la historia. El primer Papa jesuita y latinoamericano mostraría un liderazgo renovado enfocado en convertirse en una Iglesia misionera que sale al encuentro de la gente, sus necesidades y su realidad.
Muchos líderes hispanos/latinos concuerdan que, con su lenguaje sencillo, humano e incluyente, acompañado de esa humildad auténtica que lo caracteriza, el papa se ha mantenido, en esencia, como el pastor que permanentemente invita al pueblo de Dios a renovar y revitalizar su fe a partir del fortalecimiento de su relación con Jesús.
“El Papa llegó con una actitud de humildad muy profunda […] decidió no cambiar sus zapatos, no subirse a los carros de lujo, ni vivir de suntuoso modo y todo eso tiene mucho simbolismo”, dijo José de Jesús Legaspi, miembro de la junta directiva de la Asociación Católica para el Liderazgo Latino (CALL por sus siglas en inglés).
Una de las características del Sumo Pontífice es su carisma y, en este sentido, Legaspi recordó que en 2015, durante su visita pastoral a los Estados Unidos, él se encontraba en Filadelfia en compañía de cientos de fieles esperando el paso del Papa Francisco. “En nuestra cultura latina, le extendemos la mano a todo el mundo y eso fue lo que yo en verdad vi”, dijo Legaspi.
María del Mar Muñóz-Visoso, directora ejecutiva del Secretariado de Diversidad Cultural en la Iglesia de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés), dijo que el Papa Francisco ha tenido un impacto muy grande, “porque su elección coincide con los latinos en Estados Unidos, emprendiendo todo el proceso del V Encuentro y una nueva toma de conciencia de nuestro papel y nuestro llamado al liderazgo en la Iglesia de los Estados Unidos”.
El V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina es un proceso de discernimiento y acción convocado por la USCCB para comprender mejor y servir a la creciente comunidad católica latina en los Estados Unidos. Además de las diversas iniciativas nacidas a partir de este proceso, se espera que pronto se establezca un nuevo plan pastoral nacional para el ministerio hispano en Estados Unidos.
Muñóz-Visoso afirmó que el impacto de este pontificado va más allá del orgullo de que “uno de los nuestros, alguien con quien tenemos en común raíces y cultura”, haya sido elegido para liderar la iglesia universal. “Entendemos al Papa Francisco porque tenemos mucho en común en esa identidad”, explicó. “Hay muchas dimensiones en las que ha habido un impacto de Francisco para la iglesia en EE.UU. y en particular para los latinos”.
Para Muñóz-Visoso, algunos de los temas que el Papa Francisco ha abordado en esta década resuenan con la comunidad latina. Uno de ellos “es la conversión pastoral” para que la Iglesia adapte “sus estructuras, su forma de operar” para seguir haciendo su misión en el mundo de hoy, dijo. “Tiene que hacerlo de una manera que sea mucho más comunitaria desde la escucha y el discernimiento de a qué nos está llamando el Espíritu Santo y hacia dónde nos mueve para tomar acción”, expresó.
Para ella, temas como la creación, la fraternidad, los jóvenes y la familia han sido también importantes para los latinos que han reflexionado sobre sus mensajes y encíclicas.
“Vemos en Evangelii gaudium — La Alegría del Evangelio — que el Papa hace un programa de una Iglesia mucho más misionera y nos damos cuenta de que lo que él está haciendo es aplicar el documento de Aparecida, del cual él había sido encargado de elaborar su borrador (en el 2007, cuando era cardenal), y lo propone para la Iglesia universal”, dijo. “Eso nos da a los latinos en los Estados Unidos también una oportunidad para ofrecer esa teología y esa eclesiología nuestra del ministerio hispano de procesos de encuentro al servicio de esta iglesia en los Estados Unidos”.
Así mismo, Muñóz-Visoso dijo que la inmigración también es un tema recurrente en el pontificado de Francisco. “Al ser un Papa que viene del global south, un Papa que viene de países a veces en la periferia no puede dejar de traer al corazón de la Iglesia esa preocupación por el ser humano”, expresó. “Él habla de la tragedia de la inmigración y de la necesidad de construir puentes y no barreras, de abrir las puertas porque es lo que un cristiano debe hacer, atender al hermano y acogerlo con misericordia”.
Una de las repetidas ocasiones en las que el Papa Francisco habló de la inmigración fue cuando envió un video mensaje antes de la Asamblea General de los Obispos Católicos de Estados Unidos en el 2016, en el que invitó a la iglesia estadounidense a construir puentes. “Nuestro gran desafío es crear una cultura del encuentro, que aliente a cada persona y a cada grupo a compartir la riqueza de sus tradiciones y experiencias, a abatir muros y a construir puentes”, expresó en su mensaje, difundido por la Santa Sede.
La misericordia ha sido una de las claves del pontificado del Papa Francisco. José Julián Matos Auffant, vicepresidente de LaRED (National Catholic Network de Pastoral Juvenil Hispana), afirma que el Papa, al ser un sacerdote de habla hispana que viene de Latinoamérica, le habla directamente al pueblo hispano en los Estados Unidos.
“Es un Papa que habla mucho de la misericordia y nos sentimos cercanos a sus palabras porque son muchas las familias hispanas que han pasado por dificultades para llegar a los Estados Unidos”, dijo Matos. “Saber que un jerarca de la Iglesia entiende ese sufrimiento y que además de apoyarte en la oración, te apoya con sugerencias concretas — eso es importantísimo”.
Para Matos el llamado del Papa a la misericordia tiene gran eco entre los hispanos. De igual forma este líder católico agrega que fue importante haber dado el paso de conceder la autoridad a sacerdotes designados como Misioneros de la Misericordia para poder perdonar todo tipo de pecado durante el Jubileo Extraordinario de la Misericordia (vigente desde diciembre del 2015 a noviembre del 2016), incluyendo los que están reservados a los obispos o a la Santa Sede, como el provocar el aborto.
El pontífice extendió las facultades de los misioneros después del jubileo y al terminar el Año de la Misericordia también hizo permanente el permiso que había dado provisionalmente a sacerdotes para perdonar el pecado de “provocar el aborto” a través del Sacramento de la Reconciliación.
“Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre”, escribió el Papa.
Este cambio trajo mucha esperanza, dijo Matos, por ejemplo, para jóvenes que se han arrepentido de haber tenido un aborto.
Matos también enfatizó lo mucho que aboga el Papa Francisco por los jóvenes y su papel determinante en la evangelización. “El Sínodo de la Juventud del 2018 y la Carta Pastoral a los jóvenes es algo inédito y cuando los jóvenes la conocen están en posición de animar a otros porque se encuentran en una Iglesia donde se sienten escuchados”, dijo Matos.
Asimismo, Muñoz-Visoso dijo que los latinos están llamados a “ser esa gente puente entre la experiencia de la iglesia latinoamericana y la iglesia en Norteamérica”, y entre la espiritualidad y la eclesiología del latino en los Estados Unidos y “cómo la Iglesia se ha desarrollado aquí”. “Los latinos tenemos un papel fundamental en que la Iglesia de los Estados Unidos entienda al Papa Francisco, entienda su lenguaje y su proyecto porque tenemos una experiencia de sinodalidad de muchas décadas”, aseguró.
El Papa Francisco también ha destacado, en diversas ocasiones, los dones que los católicos hispanos pueden aportar a la Iglesia en Estados Unidos ahora y en el futuro.
Por ejemplo, en videomensaje con motivo de la inauguración de la reunión del V Encuentro Nacional en Grapevine, Texas, en 2018, el Papa resaltó los esfuerzos por crear una cultura del encuentro que suscita la esperanza.
“Soy consciente del aporte que la comunidad hispana ofrece a la vida de la nación, y rezo para que el V Encuentro siga contribuyendo a la renovación de la sociedad y al apostolado de la Iglesia en los Estados Unidos de América”, dijo su mensaje. “Los encomiendo a nuestra Madre Guadalupe, le pido que los mire, ¡déjense mirar por Ella! Y le pido al Señor que los bendiga, a todos y a cada uno de ustedes”.
El Papa Francisco finalizó el mensaje con el mismo pedido que le ha dado al pueblo católico durante estos últimos 10 años: “Oren por mí”. En este aniversario, millones de personas harán justamente eso.
Marietha Góngora escribe para OSV News desde Washington.
Imagen destacada: El Papa Francisco pasa por una pancarta de Nuestra Señora de Guadalupe mientras saluda a la multitud durante su audiencia general en la Plaza San Pedro en el Vaticano el 6 de abril. (Foto CNS/Paul Haring)