Por Cindy Wooden
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Celebrar el nacimiento de Jesús, el Príncipe de la Paz, debería significar comprometerse a oponerse a toda guerra, a valorar la vida humana, a alimentar a los hambrientos y a hablar en nombre de los que no tienen voz, dijo el Papa Francisco.
“Decir ‘sí’ al Príncipe de la Paz significa decir ‘no’ a la guerra — y hacerlo con valentía— decir no a toda guerra, a la la misma lógica de la guerra, un viaje sin meta, una derrota sin vencedores, una locura inexcusable”, dijo el Papa el 25 de diciembre al leer su mensaje de Navidad y ofrecer su bendición “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo).
De pie en el balcón central de la Basílica de San Pedro, ante unas 70.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Papa comenzó su mensaje hablando de Belén, donde las celebraciones del nacimiento de Jesús están silenciadas este año a causa del conflicto entre Israel y Hamás.
Pero también aprovechó su mensaje para predicar la esperanza de la Navidad, que, según dijo, se encuentra en Dios, que amó tanto a la humanidad que envió a su hijo a nacer en un pesebre.
En medio de la oscuridad de naciones enteras o de individuos, dijo, Dios envía su luz.
“Alegrémonos por esta gracia”, dijo el Papa Francisco. “Alégrate tú, que has abandonado la esperanza, porque Dios te tiende su mano; no te señala con el dedo, sino que te ofrece su manito de Niño para liberarte de tus miedos, para aliviarte de tus fatigas y mostrarte que a sus ojos eres valioso como ningún otro”.
El cardenal estadounidense James M. Harvey, arcipreste de la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, estuvo junto al Papa Francisco en el balcón, anunciando una indulgencia plenaria disponible para todos los presentes, que escucharan por radio, vieran por televisión o siguieran con “otros medios de comunicación”.
En su mensaje, el Papa Francisco dijo que la Navidad es una llamada a impulsar la paz y a educarse sobre la industria armamentística, que fomenta las matanzas.
“La gente, que no quiere armas sino pan, que le cuesta seguir adelante y pide paz, ignora cuántos fondos públicos se destinan a los armamentos”, dijo. “Sin embargo, deberían saberlo. Que se hable sobre esto, que se escriba sobre esto, para que se conozcan los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras“.
La guerra “sacude la vida” de israelíes y palestinos, afirmó.
“Los abrazo a todos, en particular a las comunidades cristianas de Gaza — la parroquia de Gaza — y de toda Tierra Santa”, dijo el Papa. Volvió a condenar el “execrable ataque” que militantes de Hamás llevaron a cabo en Israel el 7 de octubre y repitió su “llamamiento apremiante para la liberación de quienes aún están retenidos como rehenes”.
El Papa Francisco también pidió a Israel que detuviera “las operaciones militares con sus dramáticas consecuencias de víctimas civiles inocentes” y abriera corredores para permitir la entrega de ayuda humanitaria a Gaza.
El enemigo del príncipe de la paz, según la Biblia, es “el ‘príncipe de este mundo’, que, sembrando muerte, actúa en contra del Señor, ‘que ama la vida'”, dijo el Papa a la multitud.
Según el Evangelio de Mateo, poco después del nacimiento de Jesús, Herodes ordenó la ejecución de todos los niños menores de dos años en los alrededores de Belén.
“Cuántas matanzas de inocentes en el mundo: en el vientre materno, en las rutas de los desesperados que buscan esperanza, en las vidas de tantos niños cuya infancia está devastada por la guerra. Estos niños cuya infancia ha sido devastada por la guerra, por las guerras”, dijo. “Son los pequeños Jesús de hoy”.
“Desde el pesebre, el Niño nos pide que seamos la voz de los que no tienen voz”, dijo el Papa. “La voz de los inocentes que han muerto por falta de pan y agua; la voz de los que no encuentran trabajo o lo han perdido; la voz de los que se ven obligados a huir de la propia patria en busca de un futuro mejor, arriesgando sus vidas en viajes extenuantes y a merced de traficantes sin escrúpulos”.
El Papa Francisco también rezó por la paz y la estabilidad en Ucrania, Siria, Yemen, Armenia y Azerbaiyán, Sudán, Sudán del Sur, Camerún y Congo.
Mirando al continente americano, donde un segundo obispo nicaragüense fue arrestado el 20 de diciembre y donde varias naciones están experimentando conflictos sociales y políticos, el Papa Francisco rezó para que el Señor recién nacido inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad “para hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”.
A tan solo un año de la apertura de la Puerta Santa y de la inauguración del Año Santo 2025, el Papa Francisco reza para que las personas aprovechen los próximos 12 meses como “ocasión para convertir el corazón; para decir ‘no’ a la guerra y ‘sí’ a la paz; para responder con alegría a la invitación del Señor que nos llama, como había profetizado Isaías, ‘a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros'”.
Imagen destacada: El Papa Francisco da su bendición de Navidad “Urbi et orbi” (a la urbe y al mundo) desde el balcón central de la Basilica de San Pedro en el Vaticano el 25 de diciembre, del 2023. (CNS/Lola Gomez)